Las mujeres indígenas de las comunidades de Li Lamni y Li Auhbra, ubicadas a orillas del río Wangki o Coco, en el Caribe Norte de Nicaragua, tienen niveles peligrosos de mercurio en el organismo debido a la minería artesanal del oro, confirmó un estudio divulgado por la Red Internacional para la Eliminación de Contaminantes (IPEN por sus siglas en inglés). 

IPEN recolectó una muestra de cabello de mujeres indígenas en edad reproductiva de esta zona del país y que decidieron participar el estudio.

Posteriormente, se compararon los niveles de exposición de mercurio en las muestras de cabello con el actual nivel del umbral de 1 parte por millón (ppm) establecido por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA por sus siglas en inglés).

Los resultados muestran que la gran mayoría de las participantes tenían niveles de mercurio por encima del considerado “seguro” para la salud humana.

En promedio, las mujeres presentaron concentraciones de mercurio 1.5 veces por encima del nivel de riesgo fetal establecido por la EPA.

Según el informe, 40 (80%) de las mujeres indígenas nicaragüenses que participaron en el estudio superó ese umbral, mientras que 49 de ellas (98%) “tuvieron niveles por encima del nivel protector de la salud propuesto”.  

La muestra con la concentración más alta alcanzó 4.64 ppm, más de cuatro veces el límite de seguridad. 

Además: Mujeres indígenas y afrodescendientes: Un año más en total indefensión

“Son una población particularmente vulnerable debido a los impactos neurotóxicos del mercurio sobre el feto potencialmente en desarrollo de las mujeres embarazadas”, advierte el informe. 

La extracción artesanal de oro se ha extendido durante los últimos años y se ha convertido en un medio de vida para las familias en esta zona de Nicaragua.

Río contaminado expone a mujeres indígenas

Según IPEN, la principal fuente de exposición es el consumo frecuente de pescado contaminado, especialmente de especies carnívoras como el robalo, el suladromar y la picama, que acumulan mercurio en sus tejidos tras alimentarse en aguas contaminadas.

El estudio subraya que la contaminación del río Wangki está directamente vinculada con la minería aurífera artesanal y de pequeña escala, que utiliza mercurio para separar el oro del sedimento. 

Esta práctica, extendida a lo largo de la frontera entre Nicaragua y Honduras, genera una contaminación persistente que afecta tanto al medio ambiente como a las comunidades que dependen del río para su subsistencia.

“Muchas comunidades indígenas se encuentran en esta región en la cual también se practica la minería aurífera artesanal en pequeña escala. Estudios anteriores han identificado una significativa contaminación por mercurio que afecta al medio ambiente y a las comunidades en esa región”, señala el IPEN. 

Mujeres peruanas sufren contaminación por mercurio 

El mismo estudio, dado a conocer en Octubre de 2025, analizó muestras en la cuenca del río Madre de Dios, en la Amazonía peruana, donde los niveles detectados fueron incluso más elevados. 

En esa zona, la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (Fenamad) coordinó la toma de muestras en cuatro comunidades indígenas, encontrando que las mujeres presentaban, en promedio, una “carga corporal de mercurio más de tres veces superior al nivel considerado seguro”.

Sigue leyendo: Racismo y discriminación: Las violencias que sufren las mujeres indígenas y afrodescendientes

Del total de participantes en Perú, el 70% presentó niveles que duplicaban el límite de seguridad, el 25 % mostró niveles cuatro veces mayores y el 12 % registró concentraciones seis veces superiores. 

El valor más alto hallado, en una mujer de la Comunidad 1, alcanzó 9.44 ppm, casi diez veces más del nivel asociado con daño fetal potencial. 

Los peces en el río de esas comunidades —como la palometa, la chambira y la corvina— son una fuente importante de proteína para las comunidades, pero también una vía crítica de exposición al mercurio.

En total, de las 105 mujeres indígenas que participaron en ambos países, 88% superaron el límite de seguridad y 99% rebasaron el nivel más protector de la salud. 

IPEN advirtió que la exposición al mercurio en mujeres en edad reproductiva representa un grave riesgo para las futuras generaciones debido a su “impacto neurotóxico” sobre los fetos en desarrollo.

El informe sostiene que el Convenio de Minamata sobre el Mercurio, vigente desde 2017, no ha logrado frenar eficazmente el uso del metal en la minería artesanal, pese a haber reducido su presencia en productos industriales. 

La organización propone enmendar el tratado para prohibir la comercialización global del mercurio, salvo para su almacenamiento o eliminación segura, y establecer una fecha límite para erradicar su uso en la minería de oro a pequeña escala antes de 2032.

Perfil del autor
La Lupa Nicaragua