Docenas de agentes antidisturbios de la Policía Orteguista protagonizaron este jueves, 19 de diciembre, nuevamente un acto de asedio e irrespeto al derecho a la libre movilización contra la disidencia de la dictadura Ortega-Murillo.
Los manifestantes eran los familiares de presos políticos de la dictadura orteguista, que únicamente exigían libertad los más de 150 reos políticos, justicia para los más de 300 asesinados y democracia.
Los opositores, previamente, había sostenido un encuentro con las diferentes corrientes ideológicas que integran la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), donde evaluaron los logros alcanzados y los retos que aún se tienen para que el país alcance libertad, justicia y democracia.
Los familiares de los reos políticos leyeron una proclama -previo al plantón realizado en el parqueo de un hotel en Managua- en la que expresaron que están más unidos que nunca, para lograr la liberación efectiva de todos «nuestros hijos presos políticos, por el respeto a las normas constitucionales y la no repetición de estos hechos que nos han marcado como nicaragüenses».
La proclama culminó con el grito: «Libertad para nuestros presos políticos». Los asistentes respondieron repitiendo la palabra: «Libertad, libertad, libertad».
El lugar estaba lleno de emociones y recuerdos de tantas agresiones que han sufrido los asistentes, entre ellos las madres de las víctimas de la dictadura, los familiares de los reos políticos y los líderes estudiantiles.
Las madres llamaron a la «unidad» a toda la población nicaragüense para exigir al unísono la libertad y así sobreponerse a la dictadura Ortega-Murillo.
La Asociación de Familiares de Presos Políticos informaron que cada medio día sus parientes están elevando las notas del himno nacional y, posteriormente, empezaron a nombrar a cada uno de los reos políticos a lo que el público respondía «libertad».
Los parientes informaron que de los más de 160 reos políticos; 9 son mujeres, 1 mujer trans, 2 menores de edad, 13 personas recapturadas y 4 personas con orden de libertad que no han sido efectivas.
Del total de presos políticos 63 están condenadas, 29 detenidas y 74 procesadas. Todos, según los parientes de los reos de la dictadura, son tratados y mantenidos en condiciones que deterioran su salud, sufren tratos inhumanos y degradantes y son criminalizados por protestar contra el régimen orteguista.
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