El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, reiteró la importancia del aumento de sanciones sobre las dictaduras de Venezuela, Nicaragua y Cuba, destacando que no se debe permitir que los dictadores se escondan detrás de la pandemia del COVID-19 que azota al mundo.

“La propuesta de incrementar sanciones es definitivamente necesaria y es imperativo. No podemos permitir que las dictaduras se escondan detrás del coronavirus, detrás del COVID-19, para victimizarse”, señaló Almagro durante un foro organizado por el Instituto de Casla en el que se analizó las “Perspectivas para América Latina: Cuba, Nicaragua y Venezuela en transición”.

Agregó que el colapso en sistemas de salud como el venezolano se dieron desde mucho antes de cualquier sanción o pandemia, por lo que consideró que las dictaduras lo que buscan en victimizarse frente una realidad que ellos mismos han provocado en sus países. “Ese sistema en el que ellos quieren montarse y victimizarse definitivamente no es así”, sentenció el representante de la OEA. 

El planteamiento de Almagro concuerda, claramente, con el llamamiento que hicieron, recientemente, regímenes -a través de una carta- a la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Michelle Bachelet, en el que le piden que solicite un levantamiento de sanciones, precisamente, excusándose en la necesidad de hacerle frente al COVID-19.

Entre los que pedían el levantamiento de sanciones estaba Nicaragua, sin embargo, expertos en derecho internacional aseguran que el país ni siquiera debió suscribir esa solicitud, pues la mayoría de las sanciones que ha recibido han sido contra funcionarios y no instituciones estatales que tengan relación con la respuesta que se le debe dar al COVID-19.

FALSEAN INFORMACIÓN

El secretario general de la OEA también advirtió que “un agravante en el marco de la pandemia” del COVID-19 es la “falta de transparencia” que promueven las dictaduras en sus países, pues considera que esa estrategia será utilizada para “falsear la realidad del país”. Es por ello que apuntó  que en estos países como Nicaragua, Venezuela y Cuba, primeramente,  urgen ser “democratizados”, pues solo así los sistemas de salud podrían ser mejorados.

“Eso implica todo un proceso de incrementar presión sobre el régimen”, advirtió Almagro.

Entre los países altamente criticados por la información que transmiten sobre el COVID-19 está el caso de Nicaragua, que según las autoridades sanitarias en el país aún no se reporta transmisión comunitaria. En total solo se han registrado, según el Ministerio de Salud, seis casos positivos de COVID-19: dos han sido dados de alta, tres continúan hospitalizados y uno falleció. Sin embargo, diversos sectores nicas, entre ellos especialistas en epidemiología, han señalado su desconfianza sobre esas cifras oficiales, puesto que la realidad de otros países demuestra el nivel de contagio que puede existir luego de reportarse el primer caso.

El representante de la OEA aseguró que como organización están «comprometidos en la democratización de los tres países que hemos hecho mención y creo que no podemos tener ambigüedades, ni dobleces… Desde la OEA queremos y necesitamos un hemisferio libre de dictaduras, eso es un imperativo moral y un imperativo político en función de los instrumentos que tenemos».

LENTO PROCESO EN EUROPA

No obstante, la respuesta de Europa ha sido mucho más lento. Dita Charanzová, vicepresidente del Parlamento Europeo, explicó que parte de los instrumentos que podrían ser utilizados para sancionar a dictaduras como la de Nicaragua está el Acuerdo de Asociación que tenemos entre la Unión Europea y Centroamérica, pues este tiene una cláusula democrática, que estipula que si hay violaciones contra la democracia o los derechos humanos se puede suspender el acuerdo.

Charanzová explicó que como Parlamento Europeo han señalado que dada las circunstancias actuales en Nicaragua «se puede y se debe activar la cláusula democrática en el acuerdo con Nicaragua». Sin embargo, esta decisión depende de todos los miembros de la Unión Europea.

La vicepresidenta del Parlamento Europeo señaló que la suspensión del acuerdo conllevaría a la «pérdida de importantes beneficios comerciales que goza Nicaragua, esto significaría una pérdida de competitividad para los principales productores dado que los exportadores nicaragüenses observarán un aumento en sus precios. La suspensión también tendría un impacto en la inversión en el país, dado que encarecería el precio de productos para consumidores. Nicaragua importa mucha maquinaria, productos químicos y plásticos de Europa y todo esto entra actualmente a ese país con arancel cero y todo esto aumentaría mucho con una suspensión del acuerdo».

Charanzová sentenció que, si bien es cierto no se han aplicado las sanciones selectivas o la cancelación del Acuerdo Comercial, tienen claro que «no podemos seguir esperando a que la situación empeore más y más para actuar. Debemos de actuar ya. Aplicar las sanciones selectivas y la cláusula democrática del acuerdo». 

La representante del Parlamento Europeo culminó apuntando que el mensaje de la Unión Europea sigue siendo el mismo, es decir, que «no tolerará violaciones de derechos humanos».

«Nuestro principal objetivo es de mejorar la situación de vida de las personas…. Los efectos de la pandemia pueden ser mucho peor en países que ya mencioné y es por eso que la Unión Europea debe estar solidaria con los pueblos de los países que mencioné… La solidaridad ahora es lo más importante, pero seguiremos haciendo todo lo posible para ayudar a nuestros amigos los venezolanos, los nicaragüenses y los cubanos», sentenció.

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