Seis días fueron suficientes para que un disturbio atmosférico se convirtiera en un ciclón que dejaría destrucción y muerte en una Centroamérica castigada históricamente por la violencia, la corrupción y la naturaleza. Las casas de tambo se rajaron como papel, los barcos se adentraron en lo profundo de la costa y las palmeras fueron desgajadas de raíz. Con esa estructura se encontró el poderoso Huracán Eta, que tocó tierra nicaragüense exactamente hace siete días, el 3 de noviembre en categoría 4, a unos 25 kilómetros al sur de Bilwi con vientos de 240 kilómetros por hora.

Casi una semana ha pasado desde que Eta se ensañara con la región, y hasta este lunes, el Gobierno presentó un informe preliminar sobre la cantidad de damnificados, casas destruidas y comunidades que aún siguen inundadas. Esto es parte de la estela dejada por ETA, el quinto huracán que superó la categoría 3 en la escala Saffir-Simpson de esta temporada:

¿Hubo fallecidos por Eta en Nicaragua? la versión del Gobierno es que el huracán no dejó fallecidos. Sin embargo, varios medios de comunicación han informado sobre la muerte de dos mineros artesanales en la comunidad El Comal, Buena Vista, Bonanza, que padecieron por un deslizamiento, asociado al temporal. Asimismo, Juana Bilbano, directora del Centro por la Justicia y Derechos Humanos de la Costa Atlántica de Nicaragua (Cejudhcan) dijo a Confidencial que habían recibido el reporte de una persona fallecida.

Más de 70 mil evacuados: Un total de 71, 145 personas fueron evacuadas en el país, según el reporte del Sistema Nacional para la Prevención, Atención y Mitigación de Desastres (Sinapred); sin embargo, solo 47, 297 fueron albergadas en 325 centros.

Viviendas destruidas: Más de 9 mil viviendas sufrieron daños por Eta. El recuento del régimen orteguista expone que 1,890 viviendas fueron destruidas y 8,030 sufrieron daños parciales. Asimismo, 49,273 padecieron la interrupción de la energía eléctrica.

Infraestructura: el hospital Nuevo Amanecer de Bilwi no se salvó de los fuertes vientos del huracán Eta en el Caribe Norte. Hubo daños en 16 unidades de salud, 45 centros educativos, la planta de tratamiento de agua potable de Bilwi, 66 puentes, 901 kilómetros de camino, entre otras construcciones de la comunidad.

Daños a la pesca: los pobladores reportaron afectaciones en sus medios de producción, principalmente, la pesca y cultivos. El régimen indicó que dos plantas procesadoras sufrieron daños junto a diez acopios de mariscos, 12 embarcaciones y 38 pangas.

El régimen orteguista, que ha minimizado el daño del huracán, pese a que los comunitarios han denunciado que no cuentan con alimento, agua, y ayuda para restaurar todo lo que perdieron, calculó las pérdidas de la devastación, y de forma preliminar, en 6,128.4 millones de córdobas, es decir, unos 172 millones de dólares, y asegura que necesita 36.4 millones de dólares para la restauración y reposición inmediata.

Aunque no lo ha dicho de forma explícita, el monto económico que asegura el Gobierno necesitar para atender los destrozos de Eta, se centran en la atención a las familias en albergues y “en situación de inseguridad alimentaria”, además de viviendas y demás. Al llegar a los albergues precarios, muchos de ellos escuelas con endeble infraestructura, los refugiados no contaban con lo necesario para sobrellevar el trágico momento, y más, tomando en consideración, que muchos de ellos salieron con lo que llevaban puesto. Todos estuvieron expuestos al riesgo de contagio de COVID-19.

Anegaciones: la gran cantidad de lluvia que trajo el huracán Eta provocó que al menos 40 comunidades sufrieran anegaciones. En algunos casos, solo se lograba ver los tejados de las viviendas, el agua cubrió por completo las calles, y fue ahogando las casitas de madera de las comunidades indígenas, entre estas, Alamikamba, Yulu Tingni, Walpasiksa, Wawa Bar, Haulover, entre otras, según reporte preliminar de la organización ambiental Centro Humboldt.

Cifras en Centroamérica

Honduras: el vecino país también ha visto la violencia de la naturaleza expuesta por Eta. Hasta el 9 de noviembre 57 personas han muerto y más de 1.8 millones han sido afectadas. Guatemala contabiliza 33 muertos por la depresión tropical Eta, que ha afectado a 311 mil personas y unas 20 mil casas con daños. A eso se suma la pérdida de 12 mil hectáreas “devastadas”, reportaron medios guatemaltecos.

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