La violencia en el noviazgo adolescente es «brutal»
Se registraron 143 adolescentes con lesiones físicas que fueron agredidas por sus parejas, según el Instituto de Medicina Legal.
Se registraron 143 adolescentes con lesiones físicas que fueron agredidas por sus parejas, según el Instituto de Medicina Legal.
La violencia machista en el noviazgo adolescente es una de las más comunes, pero menos visibilizadas y denunciadas, señala la feminista y defensora, Eva Molina Chow. Esto es perjudicial para la vida e integridad de las adolescentes, advierte.
“Lo veo con chavalos y chavalas que salen de las escuelas y empiezan con noviazgos super aprehensivos, posesivos y limitadores. Los chavalos les dicen a sus novias “no vas a la fiesta si no es conmigo”, “pasame tu teléfono”, y todos esos mecanismos de control que se dan”, explica Chow.
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Entre enero y agosto de este año, se realizaron peritaciones de lesiones físicas por violencia dentro de la familia a 326 adolescentes entre los 13 y 17 años, según los boletines del Instituto de Medicina Legal.
En el 43 por ciento de los casos, el agresor de las adolescentes es la pareja, es decir, en 143 peritaciones. Sin embargo, no señala qué edades tienen las parejas, ni brinda mayores detalles al respecto.
Durante este año también se registró un femicidio de una adolescente asesinada por su novio también menor de edad, ocurrido en marzo. La violencia en el noviazgo también es letal contra las jóvenes.
Esta violencia además de ser física, se manifiesta a través de violencia psicológica, limitaciones de la libertades de la otra persona, presiones para tener relaciones sexuales, abuso sexual, entre otras, explica Chow.
De acuerdo con la defensora, esto ocurre porque no hay un acompañamiento de las familias para este tipo de relaciones, por lo que las y los adolescentes repiten los patrones de violencia aprendidos en sus casas.
“La adolescencia que es una etapa de muchas preguntas y muchas dudas para las personas, se convierte en un momento donde se refleja toda esa educación que se ha vivido en la casa y se traslada al momento del enamoramiento”, señala.
Chow señala que las familias no dan un acompañamiento adecuado a las y los jóvenes, que les permitan tener relaciones de noviazgo basadas en el respeto y en la armonía; ni tienen espacios donde puedan hablar de las relaciones sin prejuicios y sin mitos de la violencia machista.
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Tampoco les enseñan a las adolescentes a identificar los signos de violencia dentro de una relación y a cómo actuar si son violentadas, sino que son regañadas y amenazas cuando entran en un noviazgo, por lo que ellas deciden callar y vivir la violencia en silencio.
“Los noviazgos ocurren, quieran o no los padres. Pero las chavalas son amenazadas en todo el sentido de la palabra. Les dicen “vos no estás para andar jalando, estás estudiando, no vengas panzona”. No hay un acompañamiento sobre lo que ella está sintiendo y sobre lo que está ocurriendo en su vida. Ese es un buen momento para orientar a las jóvenes sobre cómo deben de ser las relaciones, y que se les enseñen que nadie las puede violentar”, explica.
También es un buen momento para enseñarles sobre micromachismos, a no guardar silencio, hablar de su sexualidad, de la prevención de embarazos no deseados, de las redes de apoyo a las que puede acudir si se encuentra en peligro, y de dar un seguimiento a la pareja de la adolescente para conocerla.
Mientras que a los adolescentes varones tampoco les enseñan a respetar la autonomía, la sexualidad y los cuerpos de las mujeres, así que ellos asumen el comportamiento machista como “lo normal”. Y en muchas familias son alentados a hacerlo, en vez de corregir esos pensamientos sexistas.
Así que con ellos es importante también educarlos en las relaciones basadas en la igualdad de género. “Para mí es que puedan reconocer que (las y los adolescentes) pueden tener relaciones basadas en la tranquilidad, armonía, placer y alegría, pero basadas en el respeto, no en la agresión, no en el control, ni en la limitación de las libertades de la otra persona”, señala.
Para la prevención de la violencia en el noviazgo es importante que las escuelas den seguimiento a las y los adolescentes sobre este tema, y que las personas docentes tengan formación al respecto, según Chow.
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“Es importante que haya un abordaje en la docencia y en las escuelas para trabajar desde la prevención. Eso todavía no existe y es parte de nuestras demandas. Las escuelas deben hablar sobre las relaciones de noviazgo, el derecho a la vida libre de violencia, a una sexualidad consentida. Incluso deben tener botiquines de emergencia con anticonceptivos y boletines de información”, expresa.
La activista indica que el abordaje que actualmente se brinda en los colegios sobre las relaciones de pareja es siempre desde el miedo, los mitos y la vergüenza, y esto hace que las y los jóvenes mantengan ocultos sus noviazgos y no acudan por ayuda cuando tienen dudas.