La vida de la activista nicaragüense Celia Cruz, la mujer trans que actualmente es presa política de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, corre peligro en la cárcel, denunció la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras).

En el centro penitenciario Jorge Navarro, mejor conocido como “La Modelo”, lugar donde permanece privada de su libertad fue amenazada de muerte por el interno Erickson Castillo, quien podría estar “gozando de la protección de los funcionarios de la cárcel”, denunció IM-Defensoras.

“Según informaciones de que disponemos los trabajadores de la prisión estarían incentivando la hostilidad de otros internos en contra de Celia y otros presos políticos; lo que parece responder a un patrón que se repite en otros centros penitenciarios y contra otras personas presas políticas”, señala la denuncia de este organismo de derechos humanos.

IM-Defensoras alertó sobre esta situación que se “ha agravado” desde finales de mayo.

Cruz fue detenida el pasado 21 de abril, después de la violenta incursión que hizo un día antes la Policía Nacional en la comunidad de Esquipulas en el municipio de Moyogalpa en la Isla de Ometepe, donde varios pobladores se habían reunido para conmemorar los dos años de la Rebelión de Abril.

Se presentó a la estación policial de Moyogalpa tras haber recibido una citatoria y quedó detenida.

“Desde la IM-Defensoras denunciamos estos hechos y le recordamos al Estado nicaragüense que es responsable de la vida y la integridad física, moral y psicológica de Celia Cruz, así como de garantizar el pleno respeto a su identidad sexual y de género”, afirman.

Episodios frecuentes

El pasado 15 de julio, una de las abogadas defensoras de Cruz, denunció que el interno Erickson Castillo robó y amenazó de muerte al preso político Edwin Mora, otro de los detenidos en la Isla de Ometepe.

Cruz salió en defensa de su compañero agredido, pero Castillo respondió sacando un puñal y “amenazó con matarlos a ambos”.

“A pesar de las quejas de Celia ante las autoridades y custodios del penitenciario, no se está aplicando el reglamento interno por faltas disciplinarias”, denuncia IM-Defensoras.

De acuerdo a este organismo, los familiares de Cruz reportaron que un preso con el que compartía celda la agredió luego de verla socializar con otros internos. “El hombre la insultó y luego la golpeó en la cara”, señala el informe de denuncia.

Perseguida política

Cruz, de 34 años, ha sido detenida “arbitrariamente” en dos ocasiones y debido a su activa participación en las marchas de grupos de autoconvocados durante los hechos de abril.

La primera detención que sufrió fue el 8 de noviembre de 2019 y fue privada de su libertad durante tres días. Sufrió maltrato físico y posteriormente fue dejada en libertad sin cargos.

Actualmente, permanece en prisión, en un reclusorio para hombres, desde hace tres meses donde también ha sido víctima de “interrogatorios en los que se le pregunta por su activismo político,  humillaciones y malos tratos por su doble condición de perseguida política y mujer trans”.

Las amenazas e insultos por parte del personal del centro penitenciario o la privación de acceso a medicamentos, son otras graves vulneraciones a sus derechos humanos.

“Hacemos un llamado a la comunidad internacional y a los organismos de derechos humanos para que se pronuncien y activen mecanismos para garantizar la seguridad y libertad de Celia Cruz”, reiteró IM-Defensoras.

El juicio oral y público contra el grupo de autoconvocados de la Isla de Ometepe, continuará el próximo 21 de julio 2020.

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