El caso del mayor Enmanuel Flores, quien asesinó a la teniente Teresa Vega Treminio y posteriormente se quitó la vida en las instalaciones del Ejército de Nicaragua, representa una manifestación más de la grave crisis de violencia machista que atraviesa Nicaragua.

El femicidio ocurrió el 21 de agosto de 2025 dentro de las instalaciones del Estado Mayor del Ejército en Managua. 

Según reportes preliminares del medio oficialista La Primerísima, apenas unas semanas antes del crimen, el mayor Flores había propuesto matrimonio a la joven teniente, originaria de Matagalpa. 

“Vengo bajando justamente de misión solo para esto para solicitarle permiso a la teniente Vega que si me puede conceder ser mi esposa”, se puede ver en el video compartido por la radio oficialista. 

El femicidio a manos de un superior jerárquico añade elementos de abuso de poder y acoso institucional al complejo panorama de la violencia de género en Nicaragua.

“Estos hechos son un llamado urgente a promover acciones de prevención de este tipo de violencia, que tiene sus raíces en mandatos machistas de control y posesión de la vida de las personas ligados al amor”, denunció la colectiva feminista Las Venancias. 

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Cinco femicidios solo en agosto

Con este caso que ocurrió en el ámbito militar suman 35 los femicidios registrados hasta agosto de 2025 sin incluir los ocurridos en el extranjerode los cuales cuatro ocurrieron en agosto, según conteo de La Lupa. 

Los cuatro crímenes por razones de género ocurridos solamente en agosto de 2025 demuestran que la violencia contra las mujeres no está disminuyendo, sino que mantiene una frecuencia preocupante. 

El hecho de que este femicidio haya ocurrido dentro del Ejército Nacional plantea interrogantes sobre los protocolos de prevención de violencia de género en las instituciones estatales. 

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Este caso también resalta la vulnerabilidad de las mujeres en espacios laborales masculinizados, donde las relaciones de poder pueden agravar las dinámicas de violencia de género. 

Apenas, un día antes, el 20 de agosto, en Wiwilí, Jinotega, Maryuri Barrera Palacios, de 29 años, fue asesinada de un disparo por su pareja, Eddy Rodríguez Romero. Los relatos señalan que un hombre conocido únicamente como Joel intentó sobrepasarse con la joven, lo que provocó que Rodríguez reaccionara sacando un arma de fuego. 

Aunque su intención, según se explicó, supuestamente era disparar contra Joel; el proyectil impactó a Maryuri, causándole la muerte en el mismo lugar. 

El agresor huyó del lugar tras cometer el crimen.

“¡Demandamos que haya castigo ejemplar contra los femicidas y asesinos de mujeres!”, puntualizó el colectivo Las Venancias. 

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La Lupa Nicaragua