“No te esperas todo lo que pasa (…) estas en un país que no es el tuyo. Mi hermano estaba sin papeles, recién venido. Tenía 14 meses de haber llegado.  En ese momento sientes que el mundo se te derrumba”, comenta Mayra Acuña hermana de Pablo Acuña, asesinado en 2019 y uno de los últimos nicaragüenses repatriados desde España.

El 11 de mayo del año pasado, el ocotaleño de 36 años murió al recibir tres estocadas provocadas por otro nicaragüense, originario de Rio Coco, quién también apuñaló a Jacqueline Vargas acompañante de Pablo. La trifulca ocurrió en Elgoibar, un pueblo ubicado en el País Vasco, región donde viven el 26.7 por ciento de la población nicaragüense migrante, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de España.

Mayra cuenta que en ese momento era imposible tener los recursos económicos que se necesita para sufragar los gastos funerarios de su hermano. En España el costo de un funeral oscila entre 2,600 dólares hasta 6,500 dólares. El valor varía en dependencia de la región donde suceda el deceso, según distintas funerarias que consultó LA LUPA. Este costo incrementa cuando el cuerpo es repatriado a su país de origen. El monto va desde 6,500 dólares a 10,500 dólares refleja el sondeo.

Los familiares, amigos y compatriotas de la familia Acuña realizaron actividades para recaudar 6,500 euros (6,890 dólares) y repatriar el cuerpo un mes después del deceso. Eso sin incluir los gastos que hicieron los familiares en otros trámites. Solo en España existen más de 42 mil nicaragüenses registrados hasta enero 2019, detalla el INE. Pero los organismos de migrantes apuntan que esa cantidad es mayor, porque existe una importante población que no está empadronada, es decir inscrita en los ayuntamientos o alcaldías del lugar donde viven.

La publicación en El Diario Vasco sobre el drama familiar para expatriar el cuerpo. Foto: Fátima Tórrez

Ni seguro ni fondo de emergencia

Glenda García, presidenta de la Asociación Nicaragua Nicaragüita, que asesoran en temas legales a los migrantes y que han participado en la gestión de actividades para repatriar el cuerpo de Pablo, indica que la cultura del ahorro en los nicaragüenses no está arraigada y mucho menos de contratar un seguro.

“Porque aún viviendo entre cinco y diez años en España siguen arrastrando las costumbres de no asegurarse. Los costos anuales de este seguro oscilan entre 40 y 70 euros, pero teniendo capacidad económica para la contratación, no lo hacen”, destaca García.

En España, las aseguradoras contemplan dos paquetes de póliza de seguro de repatriación, cuyo monto será determinado por la compañía contratante. En el caso de los residentes regulares existen pólizas de repatriación desde cuatro euros mensual. Mientras que para los residentes irregulares (sin papeles) el monto se eleva hasta 40 euros mensuales.

El requisito imprescindible para optar a un seguro es tener una cuenta bancaria desde la cual se pueda deducir el monto correspondiente al pago de la póliza, detalló una de las vendedoras de seguros al ser consultada.

Mayra dice que el dolor de perder a un ser querido es “inexplicable”, pero el “aguantar que la gente hable y destrocé” a ese familiar, crea un sentimiento de impotencia. “Hay momentos que decía yo, ¿cómo aguanta uno? pudiendo pagar un seguro. En ese momento te das cuenta, la importancia de tener uno. Porque pagándolo, no vas a pasar por la humillación o que jueguen con la memoria de un familiar. Hay gente que ha hablado y son cosas que duelen realmente”, expresó Mayra.

Las agencias de seguro consultadas por LA LUPA, coinciden que al contratar una póliza de deceso y repatriación se hace efectivo desde el primer día del contrato. Y en la repatriación, la empresa aseguradora, que contratas, se encarga de hacer todos los trámites legales.  “El cuerpo se entrega en tú país de origen, en el aeropuerto más cercano de tu ciudad natal”, dijo la vendedora.

La Asociación Nicaragua Nicaragüita, desde hace dos años busca que los nicaragüenses residentes en España, se preparen para este tipo de situación, aún sin tener una cuenta bancaria porque ese requisito es imprescindible para ese trámite. Ante ello han llegado a acuerdos en los que estos requisitos, que al final se convierten en obstáculos para el migrante sin documentos, no sean indispensables.

“También para aquellas que laboran de internas, hemos hablado con las aseguradoras, para que ellas puedan hacer la gestión desde la casa, vía telefónica. Logramos con la compañía que bajen los costos al mínimo, de tal manera que, se pague muy poco al año por este servicio”, reveló García.

La cremación no es opción

Otra forma de reducir el costo de ese trámite, es la cremación del cuerpo en el país donde ocurre el deceso y trasladar las cenizas, pero asimilar ese proceso no es una opción para el nicaragüense.

Derling Flores, psicóloga de la Asociación Centroamericana para la Integración Social (Ascapi), argumenta que los nicas al momento de decidir entre el costo o cultura siempre “se inclinarán por el cuerpo, los latinos a diferencia de los europeos somos más afectivamente emocionales”.

Las fuentes citadas apuntan que si bien nadie está preparado para la pérdida de un familiar, hacer menos pesado ese proceso va a depender de la planificación de esa situación de cada migrante.

El proceso judicial de Pablo Acuña

Por asesinato y lesiones agravadas será procesado el nicaragüense de 36 años, originario de Río Coco, que actualmente está detenido por ser el presunto autor de la muerte de Pablo Acuña y agresiones contra Jacqueline Vargas, acompañante de Acuña.

La primera audiencia se realizó el 2 de marzo en los juzgados de Eibar. Los familiares de Acuña y el abogado defensor de Vargas, esperan que confirmen la fecha para el juicio, que se llevará a cabo en Donostia.

Según la publicación del Diario Vasco el Ministerio Público aplica al acusado “las circunstancias agravantes de aprovechamiento de las circunstancias de lugar y de abuso de superioridad».

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La Lupa Nicaragua