Dos hermanas de 7 y 10 años, fueron víctimas de femicidio la noche del lunes 5 septiembre, según informó la Policía. Las menores se encontraban desaparecidas desde el viernes 2 de septiembre, pero sus cuerpos fueron encontrados dentro de un saco en un predio baldío en el barrio Ciudad Belén, lugar donde vivían.
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La familia de las niñas es originaria de Río Coco, Jinotega y pertenece a la etnia miskita, de acuerdo con información del diario La Prensa. Según este medio, la familia tenía solo tres meses de vivir en el barrio Ciudad Belén, y había migrado a Managua en busca de trabajo y mejores oportunidades para sus hijas. Pero se encontraron este infortunio a pocos metros de su nueva casa.
Actualmente la Policía tiene detenidos a tres sospechosos, los sujetos A.Y.S.R., A.E.S.R., y A.A.L.O, cuyas identidades todavía no han sido reveladas; pero familiares de las víctimas afirman que son vecinos.
Los cuerpos de las menores se encuentran en el Instituto de Medicina Legal para determinar la causa de su muerte, informaron las autoridades policiales.
Solo en los últimos 11 días, se han registrado cinco femicidios: 3 de niñas y 2 de adultas, de acuerdo con los registros de Católicas por el Derecho a Decidir. Hasta finales de agosto de este año, las víctimas de femicidio se elevaban a 42.
Las condiciones inhumanas en que fueron encontradas las niñas, causó indignación en la población nicaragüense quienes se pronunciaron públicamente al respecto.
«Todavía no se sabe qué ocurrió, pero (las niñas) fueron encontradas en un saco en un predio baldío, como si fueran basura. Una terrible metáfora que resume cómo la vida de niñas y mujeres es desechable para algunos hombres agresores», señala el Grupo Venancia.
Según la organización, es necesario la existencia de un plan integral con acciones reales por parte de las instituciones para detener los femicidios contra las niñas y mujeres.
«Exigimos una respuesta integral a este problema estructural. Urge trabajar no solo una debida sanción aplicando la ley sin liberar agresores, sino también en la prevención de estos delitos», demandan las activistas.
Por su parte, el movimiento de Mujeres Indígenas Yapti Prana denunciaron que las mujeres indígenas que migran de sus comunidades hacia las ciudades sufren una triple vulnerabilidad; por ser indígenas, pobres y mujeres.
«Las violaciones físicas, psicológicas y emocional, femicidios, Discriminación son distintas situaciones que enfrentan las mujeres y niñas que migran de su entorno en busca de mejores oportunidades», denuncian las activistas indígenas.
Las activistas exigen garantías de seguridad para las mujeres que migran en el interior del país, justicia para la familia y respeto a la vida de las menores de edad.
