La Asamblea Nacional en Nicaragua está conformada por un grupo de políticos electos dedocráticamente a lo interno de sus partidos para gozar de grandes privilegios mientras 'apretan un botón'. Tienen años en sus puestos, han sido suplentes, han repetido periodos, se ausentan de las sesiones, ostentan otros cargos públicos, y más del 50 por ciento tiene la edad suficiente para estar realizando su tramite de jubilación.