América Latina, la única región donde los embarazos infantiles siguen aumentando
La campaña Son Niñas No Madres vuelve para denunciar la violencia sexual y los embarazos forzados en menores de edad a través de un podcast.
La campaña Son Niñas No Madres vuelve para denunciar la violencia sexual y los embarazos forzados en menores de edad a través de un podcast.
América Latina y El Caribe es la única región en el mundo donde los embarazos en niñas menores de 15 años siguen en aumento, alerta Marianny Sánchez, subdirectora de Comunicaciones para América Latina de Planned Parenthood Global y una de las organizaciones que impulsa la campaña Son Niñas No Madres con su nuevo podcast.
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“Cuando hablamos de maternidades forzadas en niñas en América Latina, hablamos de una epidemia silenciosa. Hemos visto esta tendencia sin decrecimiento en los últimos años, a pesar de los esfuerzos de las diferentes organizaciones y los esfuerzos normativos para presentarle a las niñas que, lamentablemente no solo tienen que sobrevivir a la violencia sexual, sino también quedan embarazadas ante esa violencia, alternativas para que puedan retomar sus proyectos de vida”, expresa la especialista.
Nicaragua también encabeza la lista de los países que no protege adecuadamente, ni garantiza los derechos sexuales y reproductivos de las niñas y adolescentes, pues no brinda Educación Sexual Integral (ESI) de calidad en las escuelas públicas, lo que previene la violencia sexual y los embarazos no deseados; ni brinda acceso a la interrupción voluntaria del embarazo en ninguna circunstancia; y tiene un sistema legal débil, donde los agresores de las menores quedan en la impunidad, señala Alejandra Coll, asesora de Incidencia en el Centro de Derechos Reproductivos.
“Hay una falta de educación sexual integral. La prevención de la violencia sexual es muy precaria en el país. Muchos de estos embarazos son producto de violencia, y el Estado no reacciona adecuadamente, no hay un seguimiento de los procesos judiciales. Una niña que está educada en educación sexual puede identificar más rápido una violencia sexual, puede acudir a un adulto responsable que la pueda proteger y no le cree a su agresor”, explica.
El 80% de los embarazos de niñas y adolescentes son producto de la violencia sexual según las investigaciones de la campaña Son Niñas No Madres, la mayoría de los casos implican violaciones reiteradas y casi siempre el agresor es un un miembro de la familia o pertenece al círculo de confianza de la familia.
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“Esto genera un conflicto importantísimo, porque las personas que se supone que las van a cuidar o en las que confías, son aquellas que las agreden”, expresa Sánchez.
Según Coll, el embarazo a temprana edad cambia radicalmente los proyecto de vida de las niñas y adolescentes, ya que no pueden acceder de la misma manera al sistema educativo; las oportunidades de profesionalizarse se reducen significativamente; y las cargas de cuidado recaen sobre ellas.
Además, la maternidad forzada produce un impacto negativo en la salud mental y emocional de las menores. El estudio Vidas Robadas reveló que la mayoría de las niñas tenían depresión severa producto del embarazo, incluso muchas consideraban el suicidio como una opción. Los resultados también reflejaron que las menores se aislaban de los espacios sociales y de aprendizajes, ya que les daba vergüenza regresar a la escuela por los señalamientos que recibían de la comunidad, de los compañeros y compañeras de clase, así como el personal docente.
“Es un indicador que nos dice cuán difícil es para las niñas retomar sus estudios, no solo porque ahora tienen que distribuir su tiempo a cuidar y a aprender a cuidar, sino porque ni siquiera han experimentado la independencia, la vida adulta y saber llevar una vida desde la perspectiva del cuidado”, expresa Sánchez.
Mientras que los embarazos infantiles y adolescentes tienen una relación directa con la mortalidad materna, pues las complicaciones físicas que conlleva gestar y parir para las niñas y adolescentes pueden ser fatales. Según la OMS, 70 mil niñas y adolescentes mueren por dificultades tanto en el embarazo, como el parto y el posparto anualmente.
Debido a estas situaciones que se viven en la región, la campaña Son Niñas No Madres lanzó su podcast de cinco capítulos con el fin de crear conciencia sobre la problemática y aportar a la prevención de la violencia contra las menores.
En el podcast además de informar sobre las causas y consecuencias sobre las maternidades forzadas en niñas y adolescentes, da a conocer acciones que se pueden realizar en distintos espacios para apoyar a la prevención.
También cuenta las historias de cinco niñas sobrevivientes de violencia sexual que fueron obligadas a ser madres, y a quienes se les está acompañando en un litigio internacional ante el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para que puedan conseguir reparación y justicia.
“Lo primero que se quiere es crear conciencia sobre la situación de las niñas que están embarazadas a muy temprana edad por desconocimiento, por falta de anticonceptivos y por la violencia sexual. Queremos mostrar la realidad desde las voces de ellas, para que lleven esas historias en la carne y en la piel cómo su proyecto de vida se ve alterado y entender que este no es un problema de las niñas, sino de la sociedad”, indica Coll.
Se puede acceder al podcast desde la página oficial de Son Niñas No Madres.