Asegurarse suficientes toallas sanitarias para el período menstrual se ha convertido en una misión imposible para cada vez más cubanas en los últimos meses.

Con la persistente crisis que azota el país, más de tres millones de cubanas tienen que «inventar» cada mes ante la escasez de este producto de primera necesidad, que ha desaparecido de las farmacias estatales y se encuentra solamente a elevados precios en tiendas en divisa y negocios de revendedores.

“Es agobiante conseguir las íntimas -como se le conoce popularmente a las almohadillas sanitarias en Cuba-, y además, que me alcancen todo el período”, cuenta a EFE la joven Yanet Hernández.

Esta habanera de 31 años es cajera en una tienda en MLC, una moneda virtual cubana referenciada al dólar. Su salario mensual no llega a los 3,000 pesos cubanos (CUP), unos 25 dólares al cambio oficial, pero apenas 11 en el mercado informal, donde el billete verde cotiza a 275 CUP actualmente.

Precios inaccesibles para las cubanas

“La cuenta no me da porque mi período es abundante y uso dos paquetes de íntimas en cada ciclo. Ahí sí hay (en las tiendas en divisa), lo que a 5 MLC o más, por lo que tengo que inventar: trapitos, algodón o lo que aparezca. A eso añádele el estrés de estar velando si me mancho”, se lamenta.

El producto puede alcanzar fácilmente entre los 400 y 600 pesos en las páginas de venta en internet y en algunas pequeñas y medianas empresas que importan toallas sanitarias de otros países.

Personas asisten a una farmacia, el 19 de enero de 2024, en La Habana (Cuba). EFE/ Ernesto Mastrascusa

La situación es más llevadera para Carla Brito, quien puede darse el lujo de pagar las toallas sanitarias en dólares o en pesos cubanos a los revendedores en internet gracias a su trabajo como turoperadora en una agencia inglesa de turismo.

Esta cubana de 37 años explica a EFE que “nunca” le alcanzó con “las íntimas que venden en la farmacia”, las que corresponden a cada cubana de entre 10 y 55 años por la libreta de abastecimiento (cartilla de racionamiento), una cantidad fija y a precios constantes desde hace años.

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Para poder comprarlas por esta vía, las cubanas deben registrarse cada año en la farmacia como muestra de que siguen necesitando el producto. La entrega es cada ocho ciclos –o vueltas como le dicen popularmente-, aunque el período llega los 12 meses del año.

“Eso, sin contar que son malísimas: no se pegan bien, son súper finitas y además te dan sólo un paquete con 10 (unidades) por cada mujer de la familia”, explica Brito.

Los expertos, por su parte, aconsejan cambiarse la toalla sanitaria unas 4 veces al día en un ciclo menstrual normal.

Sin producción de toallas sanitarias “mariposa”

Las toallas sanitarias marca “mariposa”, de producción nacional, cuestan 1,20 pesos cubanos (menos de un centavo dólar, al cambio oficial). Se comercializaban por libre, pero han desaparecido prácticamente de la red de farmacias cubanas.

La única empresa que las fabrica en Cuba es la estatal de Materiales Higiénicos Sanitarios (Mathisa) con sedes en La Habana, Sancti Spíritus (centro) y Granma (oriente).

Su producción, como tantas otras en Cuba actualmente, está plagada de problemas, principalmente porque ocho de los diez insumos necesarios para su fabricación son importados, según datos oficiales.

La falta de materiales paralizó la producción de Mathisa en Sancti Spíritus durante varios meses el año pasado. En agosto entregó apenas 208,000 paquetes, menos del 20% de la producción mensual media de los años previos.

El director de esta fábrica, Ángel Pozo, declaró entonces al diario local Escambray que era «imposible» revertir ese atraso y que entre las tres plantas del país aspiraban a fabricar 3 millones de paquetes entre octubre y diciembre, cuando sólo su fábrica ya era capaz antes de lograr esa cifra.

Dos mujeres pasan frente a la empresa de almohadillas Mathisa, el 19 de enero de 2024, en La Habana (Cuba). EFE/ Ernesto Mastrascusa

No se ha publicado si lo consiguieron o cuál fue la producción anual de toallas sanitarias. EFE solicitó a las autoridades del sector datos de la producción en el resto de las fábricas cubanas, pero no recibió respuesta.

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En diciembre pasado, la prensa estatal divulgó que la empresa italo-cubana Industria Arthis S.A. comenzó a producir almohadillas sanitarias de la marca “Angélica” para venderlas en pesos cubanos y en MLC.

El sitio web oficial Cubadebate refirió que esa compañía mixta comercializaría las toallas sanitarias sin alas en paquetes de 36 unidades en tiendas en moneda nacional.

Pero el dolor de cabeza Yanet, Carla y más de tres millones de mujeres cubanas aún no remite.

EFE
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