La estudiante universitaria y exprisionera política Amaya Coppens, lanzó una fuerte crítica contra el “circo electoral” que se desarrolla en el país mientras no haya condiciones y advirtió que no se puede ir a elecciones mientras haya más de 100 presas y presos políticos.

En entrevista con La Lupa,  la joven universitaria afirmó que, en el actual contexto, en el país se perciben dos ambientes, uno, donde una parte de la población intenta exigir justicia y la liberación de los presos políticos, y otra, que está enfocada en la “parte electorera”.

“Las discusiones han sido bastantes, sobre cuáles son las líneas rojas, las condiciones que exigimos, que no son nuevas, porque realmente son condiciones que hemos planteado muy claramente, desde que todo inició, realmente siento que es darle la espalda a todas estas condiciones”, señaló Coppens.  

En Nicaragua, según organismos de derechos humanos hay más de 100 presas y presos políticos que continúan siendo víctimas de torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes.

En un escrito publicado esta semana en su red social de Facebook, Coppens, les recordó a los aspirantes presidenciales que no es momento de “publicitarse”, por el contrario es hora de que “exijan libertad”.

La ganadora del premio Mujeres de Coraje 2020, enfatizó que no se puede “perder el enfoque”, ni “posponer dentro de cualquier plan político que tenga cada uno de los candidatos”, el tema de las presas y presos políticos por tratarse de situaciones concernientes a derechos humanos.

“Con esto no digo que estas personas no estén contribuyendo a un cambio, sin embargo, siento que el discurso que han tenido, realmente, hasta cierto punto es un poco grotesco tomando en cuenta todo lo que se sigue viviendo, y las condiciones en que se sigue viviendo, tomando en cuenta que siguen las y los presos políticos dentro de las cárceles y seguimos viendo las notas y los mensajes que nos envían desde las cárceles, siento que no se la ha hecho eco a estas voces que se mantienen dentro de las cárceles”, manifestó.

Amaya Coppens
Amaya Coppens recibió el reconocimiento de manos de Melania Trump. Foto: Cortesía

Ambiente de “circo electoral”

En su escrito publicado en su red social, según Coppens, su intención no era “descalificar o de apoyar” a ninguno de los aspirantes presidenciales de la oposición.

“Se ha hecho un boom en las redes diciendo que estoy descalificando a Cristiana, pero no y quiero recalcar que no es a la única persona a quien nombro en mi escrito, y realmente se ha hecho una tergiversación, mal intencionada, de lo que escribí y se ha difundido de manera mal intencionada lo que han querido difundir”, dijo a La Lupa.

El siete de noviembre de 2021 se celebrarán las elecciones presidenciales, pero a la fecha no se cumplen las condiciones mínimas que exige la oposición para participar, como la liberación de presos políticos y el restablecimiento de las libertades democráticas.

La joven universitaria se refirió a los aspirantes presidenciales, y a éstos se refieren como un “grupo de machos conservadores (que) se reúne a comparar sus diplomas”.

“La mayor crítica que hice en mi escrito, no es, nunca fue realmente hacia Cristiana, sí hacia el circo electoral en general y esta pérdida de enfoque hacia realmente lo que estamos viviendo”, dijo.

En el mismo escrito, Coppens recordó que pronto se cumplen tres años de la “Rebelión de Abril” y desde entonces han pasado “más de 800 presos, más de 500 muertos, más de 100 mil exiliados, y no hay reacción”.

“Aprecio el trabajo de estas personas, que están dispuestas de ponerse al frente, sin embargo, al ponerse al frente creo que es algo que tienen que esperar, ser parte y ser sometidos al escrutinio público y siguen siendo personas que pueden ser criticables, si hay razones para criticarlos”, cuestionó Coppens. 

Casi telenovelesco

La joven universitaria señaló que validar elecciones sin tener las “condiciones mínimas” para que estas sean creíbles, sería algo “realmente desastroso”.

En Nicaragua, según Coppens, se está siguiendo el “mismo patrón electorero”, donde los aspirantes a ocupar la silla presidencial llegan a comparar sus discursos, en lugar de hablar cuáles son realmente los planes para salir de la crisis.

Amaya Coppens excarcelados políticos Nicaragua
Amaya Coppens cuando fue excarcelada.

Cuatro aspirantes opositores, firmaron este miércoles un acuerdo para someterse a un proceso de elección democrática a lo interno de la disidencia, respetar los resultados y apoyar al ganador.

“Yo siento que, más que un concurso de pavos reales para ver quién es el que atrae más a la población, es asegurarnos de que el bienestar y las exigencias de la población son las que están siendo tomadas en cuenta, y yo creo que en ese sentido se ha fallado”, criticó.

Coppens comparó lo que está ocurriendo en el país con un cuadro casi “telenovelesco”.

“Se ha presentado mucho más telenovelesco, surge un candidato y luego otro (…) Lo más importante no es un candidato o una candidata es un cambio en el sistema, que nos permita confiar en que, quién sea que pongamos ahí, no va a volver a tener el mismo poder absoluto que han acumulado los Ortega Murillo, y eso implica un cambio estructural del sistema, implica compromisos que a mi parecer, en las condiciones que estamos ahorita y las que podríamos estar al momento de las elecciones, realmente no son condiciones adecuadas para elecciones”, manifestó.

En su escrito, Coppens les recuerda a los candidatos que “antes que sus campañas personales está la vida, la libertad y la justicia”.

Jóvenes “fichas de cambio”

Coppens, que puso el dedo en la llaga entre quienes hoy se disputan en la oposición el liderazgo político, considera que siguen utilizando a los jóvenes de “una manera descarada” y es algo que todas y todos lo han sentido en algún momento de la lucha contra el régimen.

“Se nos ha tildados de divisionista en momentos de exigir respuestas, al momento de cuestionar lo que se está haciendo, esa es la respuesta, y realmente, sí nos han utilizado de esa manera como fichas de cambio cuando les ha convenido, sin embargo, se nos ha mantenido excluidos cuando les conviene y cuando no asumimos el mismo discurso que es cuestionable, y creo que eso es bien preocupante”, enfatizó Coppens.

Un reciente informe del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) en conjunto con la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), reveló que la represión del régimen estuvo orientada en contra de la población joven, principalmente en edad escolar y universitaria, la mayoría “sin afinidad política”.

“Fuimos efectos colaterales, fichas de cambio, nombres en sus pancartas publicitarias”, cuestiona la joven en su escrito.

Empresarios no están a la altura

En su publicación, Coppens también lanzó fuertes críticas a los empresarios, recordando que en los meses más álgidos de las protestas les pidieron un paro nacional, pero no respondieron.

“Les pedimos un paro, les pedimos reaccionaran, y nos contestaron ‘No tenemos tiempo para esto’, tan insensible, tan seco y corto, así zanjaron el tema”, escribió.

“Yo hago referencia, y la mayor crítica que hice en mi escrito nunca fue realmente hacia Cristiana, es el circo electoral, en general, y esta pérdida de enfoque de lo que realmente estamos viviendo, pero la mayor crítica es realmente hacia el empresariado nicaragüense, que a mí parecer no ha sido capaz de estar a la altura de lo que el pueblo ha venido exigiendo”, manifestó.

Presentar un “frente unido”

Para la joven universitaria que fue detenida por el régimen en dos ocasiones, la oposición de cara a los comicios debería presentar un solo “frente unido”, para exigir las condiciones previas para confiar en un proceso electoral, pero sin perder de vista la principal demanda.

“Deberíamos de presentar un frente unido para exigir las condiciones básicas, que sí serían necesarias para poder confiar en un proceso electoral, y eso incluye, y debería de iniciar, con la liberación inmediata de todas las y los presos políticos, al igual que con el cese de la persecución, el asedio, el ingreso de los organismos internacionales, porque si no quién va a velar por la transparencia de un proceso electoral, donde sabemos que, absolutamente, todos los poderes del Estado están viciados, ese es mi pensar”, señaló Coppens.

En Nicaragua, el régimen de Daniel Ortega ejerce un control absoluto sobre el Consejo Supremo Electoral (CSE) y a eso se suma que desde el último trimestre de 2020 a la fecha aprobó un conjunto de leyes para inhibir la participación de candidatos opositores, a los que califica de “golpistas”, en alusión a su participación en la “Rebelión de Abril”.

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