Voces del Sur: Cultura del silencio se extiende en periodistas nicaragüenses
Periodistas víctimas de agresiones estatales denuncian menos debido a temor a represalias en su contra y sus familias, revela informe.
Periodistas víctimas de agresiones estatales denuncian menos debido a temor a represalias en su contra y sus familias, revela informe.
La cultura del silencio ha aumentado en periodistas que han sufrido agresiones por ejercer su labor, revela el informe de Voces del Sur sobre la situación de la libertad de prensa en Nicaragua correspondiente al mes de abril. El ensañamiento de la dictadura Ortega-Murillo ha hecho que las personas de prensa eviten denunciar las violaciones a sus derechos por temor a represalias contra ellas y sus familias.
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“Voces del Sur expresa su preocupación por el aumento de la autocensura en Nicaragua, y aunque estamos conscientes que no existe ningún tipo de seguridad para las víctimas consideramos que cuando no se denuncia una agresión, se normaliza y la víctima la acepta tácitamente”, indica el informe.
En el mes de abril se documentaron 68 casos de violaciones a la libertad de prensa, frente a los 104 casos documentados en el mes de marzo. De los 68 casos denunciados, 61 fueron realizados contra medios de comunicación y 7 contra personas naturales. Al menos 60 casos fueron uso abusivo del poder estatal, y 7 casos de agresiones y ataques físicos, 1 caso de discurso estigmatizante.
Casi la totalidad de las agresiones son perpetradas por agentes estatales; y los departamentos donde se registraron las agresiones son Managua, Carazo, Masaya, Rivas y la Costa Caribe Sur. No obstante, la organización señala que estas violaciones a la libertad de prensa son solo una parte de las cifras verdaderas debido a que las víctimas solicitaron que no se divulgaran sus casos, así que la situación que viven las personas presas es más preocupante.
“Es necesario recordar en todo momento que detrás de una agresión, hay un agresor, al que se debe dejar en evidencia para aportar a la memoria histórica y a la demanda de justicia y democracia en el futuro cercano que todos los nicaragüenses esperan”, indica el informe.
Las agresiones denunciadas por los medios de comunicación y las personas de prensa van desde acusaciones falsas por parte de simpatizantes del partido de gobierno sobre incitar a la violencia, difundir noticias falsas y de recibir financiamiento extranjero inapropiado. Tal es el caso de la única radio comunitaria e independiente de Bluefields, Radio La Costeñísima, la cual fue acusada de todo esto, y amenazada de su cierre definitivo a través de la recolección de firmas.
Las demás violaciones denunciadas son fotografías a viviendas, persecución policial, daños a propiedades, exposición en redes sociales, agresiones verbales y fuertes amenazas sobre la cárcel, tanto para las y los periodistas como para sus familias. La mayoría de las personas agredidas suelen ser las mismas de meses anteriores como son las periodistas Kalúa Salazar y Elba Ileana Molina, quienes han denunciado en múltiples ocasiones hostigamiento por parte de policías y agentes paraestatales.
Voces del Sur denuncia que no solo las personas de prensa nicaragüenses son víctimas de la censura y represión por parte de la dictadura Ortega-Murillo, sino que también se extiende contra medios de comunicación y periodistas extranjeros que vienen al país a informar.
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El último caso fue el equipo estadounidense de habla hispana, MegaTV, el cual fue expulsado de Nicaragua y amenazado con cárcel. El periodista Camilo Loret de Mola y su camarógrafo, César Torero, fueron detenidos en el aeropuertos, interrogados sobre sus actividades, amenazados con ser encarcelados y finalmente expulsados del país sin mayor explicaciones.
El equipo del diario hondureño “El Heraldo” también sufrió lo mismo, pues fueron requisados por las autoridades migratorias, fueron amenazados, retenidos por más de 30 minutos hasta que no les permitieron la entrada al país.
“No es la primera vez que periodistas internacionales son impedidos y/o sacados del país cuando intentan brindar cobertura a algún acontecimiento, previo a las votaciones de noviembre 2022 se conoció que al menos 6 equipos periodísticos procedentes de distintos países fueron impedidos de ingresar a Nicaragua y/o de abordar un avión con destino al país”, señala la organización.
Según Voces del Sur, las negativas de acceso al país contra periodistas son más constantes desde el año pasado, y también se ha extendido contra otros profesionales que tengan presencia en redes sociales, que sean generadores de opinión o que tengan una reconocida trayectoria académica. “Estas restricciones también incluyen a quienes apuestan por el arte como herramienta de educación y cultura”, indica.
Debido a todos los ataques y amenazas contra las personas de prensa, un total de 27 organizaciones defensoras de la Libertad de Prensa radicadas en diferentes países del mundo promovieron un plan de apoyo al periodismo nicaragüense, el cual fue presentado el 19 de abril para respaldar a medios y periodistas independientes.
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La iniciativa también impulsada por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), tiene como objetivo “aportar a cambios significativos para que en el país se restablezcan las libertades fundamentales, la democracia y las garantías de un Estado de derecho”.
Para esto las organización solicitan a los organismos multilaterales que condicionen el otorgamiento de créditos y de ayuda no humanitaria al Estado de Nicaragua, hasta que el régimen cumpla con las condiciones propuestas, las cuales son la liberación a presos políticos, retorno seguro de medios y periodistas que se encuentran en el exilio y garantías para que puedan ejercer su labor informativa.