Un grupo de mujeres universitarias se tomaron las instalaciones de la Universidad Centroamericana (UCA) com protesta contra la violencia machista y la impunidad que promueve el Estado de Nicaragua, que el pasado 8 de marzo, Día Internacional Contra la Violencia, dirigió ataques a las mujeres que conmemoraban un año más de lucha, impidiéndoles manifestarse en las calles de Nicaragua.

Las estudiantes -integrantes de varios grupos feministas del país- realizaron dentro del recinto de la UCA actividades que iniciaron con un performece hasta la presentación de obras de teatro callejero. 

Cubriendo su rostro con un pañuelo violeta que representa la lucha feminista contra la violencia machista- se apostaron en uno de los costados del centro de venta de comida rápida de la UCA y realizaron un performance, en el que denunciaron que en “Nicaragua nos asesinan a estudiantes y campesinas, a mujeres y a niñas, quienes luchamos por justicia y libertad”.

Así comenzó en la UCA toda una jornada de protestas que duró más de una hora. Las estudiantes y mujeres feministas que se congregaron en la UCA realizaron una caminata en los pasillos del centro de estudios y elevaron consignas en el costado norte del recinto, frente a oficiales de la Policía orteguista que -al enterarse de la manifestación a lo interno- se apostaron a asediar las instalaciones. 

Las feministas gritaron a los oficiales orteguistas -portando carteles con nombres de víctimas de femicidio- consignas en las que exigía justicia, además señalaban al presidente de Nicaragua, el dictador Daniel Ortega de ser un “violador”.

“Justicia, justicia, justicia”, “Las niñas no se tocan, no se violan, no se matan”, “Protestar es un derecho, reprimir es un delito” y “No es un presidente, es un violador”, son algunas de las consignas que las universitarias gritaron a todo pulmón en la protesta realizada en la UCA.

Durante el recorrido a lo interno de la UCA fueron dejando en las aceras, gradas y bancas algunos pares de zapatos viejos con rótulos en los que se leía el nombre de alguna de las más de 14 víctimas de femicidio, que se han registrado en lo que va de 2020. Además de marcas de manos, mensajes de demanda de justicia y cintas que se usan en escenas de crímen en las que se leía “Caution” (Precaución).

El acto de demanda de justicia y el cese de violencia contra la mujer culminó con obras de teatro callejero, donde también se transmitió el mensaje de respeto a los derechos de cada una de las mujeres. 

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