La Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) presentó en redes sociales un listado de ciudadanos conocidos y no tan conocidos para postular al Consejo Político de esa organización que según indicaron se trata del «órgano de conducción y vocería de la Unidad».

El hecho ha generado ruido en redes sociales cuyo primer cuestionamiento ha sido entorno a la representatividad de las y los candidatos, así como el interés de la ciudadanía en el proceso de selección con la pregunta «¿nosotros podemos votar?».

Pero también hay quienes han celebrado el proceso, y aquellos que más cercano a la realidad lo valoran como un proceso interno de una organización que «está lejos de representar el sentir del pueblo» más allá de los miembros de las organizaciones no gubernamentales (ONGs) que aglutina.

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«Celebro el proceso de elección del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco por dos razones distintas, primero porque están tratando de hacer un esfuerzo democrático, público y transparente en un contexto donde hay muchas sensibilidades colectivas, aquí un ejemplo para la extinta y fallida Alianza Cívica, y segundo porque nos demuestra que pese a toda la persecución política que hay en Nicaragua, todavía hay gente valiente que está dispuesta a asumir los riesgos y costos de la exposición mediática», expresa el activista crítico, Yaser Morazán.

Un total de 25 candidatos, se han presentado para ser parte del Consejo Político los que fueron seleccionados por las cuatro asambleas: política, estudiantil y juvenil, sociedad civil y territorios, en las que están aglomeradas las 94 organizaciones que conforman la UNAB.

organización gremial

Para Morazán la inconformidad que ha producido, en redes sociales, la presentación de las candidaturas para el Consejo Político de la UNAB se debe a la confusión de la población sobre si este aparato es de representatividad nacional, pero en especial por la reelección de algunos miembros como el politólogo Félix Maradiaga y Violeta Granera coordinadora del Frente Amplio por la Democracia (FAD).

«Reconozco el malestar general que ha ocasionado la preselección de los candidatos al Consejo Político, sobre todo por aquellas personas que se pretenden reelegir, cuando anteriormente habían establecido lo contrario. Sin embargo, la UNAB es una organización gremial, no nacional. Ahí confluyen los intereses, estrategias, características y dinámicas de sus miembros, que no necesariamente corresponden a los intereses de una parte de la población de Nicaragua, porque no se ha consultado al pueblo a través de encuestas, foros, sondeos de opinión, votaciones, generales, etc.», aseveró.

Para Morazán «las caras que vemos, es la realidad política de Nicaragua. No debería de importar si tienen 20 u 80 años, lo esencial es que sean personas con valores humanos y conocimientos sobre incidencia política porque la UNAB no está para resolver los problemas de Nicaragua, porque no son el Gobierno, sino para ejercer presión sobre cuándo, dónde, cómo, quienes, vamos a hacer qué cosa para presionar al régimen Ortega-Murillo».

REFORMA Al reglamento

Violeta Granera quien actualmente es miembro del Consejo Político y se encuentra postulando como candidata, coincidió con Morazán, en que la confusión surge al desconocer que se trata de una elección interna, y que la reelección se debe a un proceso reformado en el que han participado todas las organizaciones integrantes de la UNAB.

Por lo que, dentro del proceso de fortalecimiento institucional se realizó una revisión del proceso de elección, en el cual la Asamblea Ciudadana decidió votar por un reglamento electoral nuevo y elegir un comité electoral para su aplicación y la administración del proceso.

«Entre los cambios más importantes fueron: que no se prorrogara el periodo del CP, sino que se abrieran las nominaciones a todos, hayan estado o no en el CP y por un periodo de un año. Que el comité electoral apoyara una campaña corta de difusión de la información sobre los nominados por cada sector. Las nominaciones no tienen límites, salvo que sea uno por cada organización», explicó.

¿Cómo será la elección?

La votación se hará en la Asamblea Ciudadana por voto secreto. Cada organización podrá depositar seis votos en una boleta electoral cuyos resultados se estarán publicando en tiempo real.

Se elegirán a los dos más votados en cada sector, más dos de la Costa Caribe. Y los dos cupos restantes serán llenados por los siguientes más votados, independientemente de que sector los haya nominado. Así se tendrá el resultado de 12 miembros del Consejo Político.

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«Las personas fuera de la Unidad pueden estar o no de acuerdo con las decisiones de nuestra Asamblea, pero es nuestro órgano de decisión. El actual Consejo Político tuvo la prudencia de no interferir en la decisión que competía a esta elección, por razones obvias. Esa decisión es la razón por la que varios del Consejo Político hemos sido postulados, pero eso de ninguna manera asegura la elección», dice Granera.

¿Y después de la elección?

Morazán a pesar de reconocer el proceso democrático, a lo interno de la UNAB, duda de la capacidad para hacer incidencia ante la salida del régimen Ortega-Murillo en un contexto en el que la población se niega a «revivir al sandinismo», pero además en el que la Alianza Cívica marca la estrategia política bajo la que ha quedado la UNAB.

«La capacidad socio-política de la UNAB para incidir sobre el régimen Ortega-Murillo, cada vez es más disoluble, al menos que logren obtener una casilla electoral en la que puedan participar, frente al rechazo de un sector de la población que ve a la UNAB como Sandinistas sin Ortega, y peor aún, frente a la estrategia política antagónica de la extinta y fallida Alianza Cívica de ir a elecciones en casillas ya establecidas, como la de CxL. La
presión social no vendrá de las ONGs de cinco miembros cada una, sino de la presión popular», puntualizó.

¿Por qué no hay nadie del movimiento campesino?

Kenia Gutiérrez secretaria nacional del Movimiento Campesino, expresó que como organización no pertenecen a la Unidad Nacional Azuñ y Blanco, en cambio si de la Alianza Cívica de la cual son fundadores, por haber sido la gran coalisión que se formó para la salida de la crisis sociopolítica, y esta decisión de no pertenecer a la UNAB es porque consideran que «está dirigida por sandinistas» del Movimiento Renovador Sandinista quienes «que tanto daño nos han hecho».

Texto Maryórit Guevara y Ana Cruz

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