Por Larry Gabriel Blandón

La secretaria de Estado de Migraciones en España, Consuelo Rumí dijo a los medios de comunicación que la inmensa mayoría de solicitantes de asilo que están llegando a España «recibirán una resolución desfavorable», tras considerar que países como Nicaragua, Honduras, El Salvador «de manera generalizada», no hay conflictos bélicos o situaciones de persecución amparadas en la Convención de Ginebra que les haga beneficiarios.

«Otra cosa son los casos concretos que vengan documentados y que haya que estudiar», ha puntualizado. En declaraciones a los medios tras presentar el estudio «Perspectiva de género en las migraciones climáticas», Rumí ha reconocido que el número de solicitudes alcanzan casi las 100.000 solo en 2019.

«La situación de la mayoría, y ellos así nos lo cuentan, son de inmigración económica que creen que en España van a encontrar una vida mejor y un proyecto de futuro, y lo podemos extrapolar a las personas que llegan de África, que son personas a las que, en su mayoría, Interior no les va a dar el estatuto de refugiado», ha redundado.

El artículo 1.A.2 de la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, define a un refugiado como una persona que “debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de tal país; o que, careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales acontecimientos, fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera regresar a él”.

ES MASACRE NO GUERRA

Desde abril del 2018, organismos de derechos humanos como la CIDH, OEA y la Unión Europea han documentado la violación sistemática a los derechos humanos por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, además de documentar la cifra de 328 asesinatos a manos de paramilitares y policía orteguista, así como la ocurrencia de asesinatos selectivos contra opositores al régimen.

“Un año después del inicio de la crisis política y social en Nicaragua, alrededor de 62,000 mil personas han huido a países vecinos”, lamentó en meses pasados la Agencia de la ONU para los refugiados. Esto ha obligado al exilio a más de 70 mil nicaragüenses que han migrado a países como Costa Rica, Estados Unidos, Guatemala, Panamá y en menor medida España.

«La situación en Nicaragua es peor de lo que parece. Es cierto que no hay un conflicto bélico sino un Estado masacrando a un pueblo desarmado. Es triste que se ofrezcan estas declaraciones sin conocer a profundidad el contexto del país, pero también es comprensible cuando ves que a Nicaragua retornan personalidades mediáticas, con resguardo nacional e internacional, y esto hace parecer que todo ha vuelto a la normalidad», se queja Lázaro Mejía, habitante de Masaya quien llegó en noviembre de 2018 y se encuentra a espera de su solicitud de asilo.

CIFRA RÉCORD

En España, según cifras oficiales del Ministerio del Interior, son casi 5,000 mil peticiones de asilo y protección internacional presentadas por nicaragüenses hasta el 31 de octubre de 2019. En 2018 la cifra fue apenas de 1365 solicitudes de asilo por parte de Nicaragüenses.

La postura del Gobierno español sigue siendo imprecisa con la situación del país centroamericano, puesto que hasta hace una semana, el secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de la Iglesia fue impedido de ingresar a Nicaragua, acción que fue condenada por el Ministerio de Exteriores, UE y Cooperación, donde reclamaron mediante nota de prensa una «urgente salida de la crisis a través de una negociación política basada en el respeto de los de los derechos humanos y los valores democráticos».

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La Lupa Nicaragua