La justicia orteguista declaró al reo de conciencia como "no culpable" de un delito que ellos mismos le fabricaron
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Después de cuatro meses encerrado injustamente, el preso político Rodrigo José Navarrete, de 59 años, finalmente fue liberado el jueves, 30 de marzo, por la dictadura Ortega-Murillo, que lo tenía recluido en el Sistema Penitenciario Jorge Navarro, conocido como La Modelo, confirmaron fuentes cercanas a la familia.
La liberación ocurrió tres días después que la jueza orteguista Roxana Martínez, encargada del Juzgado Octavo Local Penal de Managua, declaró al reo de conciencia como “no culpable” del delito de “portación ilegal de armas de fuego y municiones”.
“Declarar no culpable a Rodrigo José Navarrete Vanegas por su presunta participación en el delito de portación o tenencia ilegal de armas de fuego o municiones en perjuicio de la seguridad pública de la sociedad nicaragüense, en vista que el Ministerio Público no logró desvirtuar el principio de inocencia que cobija al acusado Rodrigo José Navarrete Vanegas”, reza parte de la resolución, divulgada en un reporte de Confidencial, y extendida el 27 de marzo por la jueza Martínez.
Rodrigo Navarrete fue detenido con violencia el 25 de noviembre de 2022 cuando se encontraba en su vivienda, ubicada en Loma Linda, Managua, y dos días después fue acusado por el Ministerio Público de supuesta portación ilegal de armas y municiones, según el expediente judicial 025588-ORM4-2022-PN.
El ahora exreo político es exmilitar y padece de problemas cardiovasculares, hipertensión y problemas auditivos, pero siempre encabezó la demanda de libertad para su sobrino Jaime Navarrete Blandón, quien es prisionero político desde julio de 2019, luego de ser recapturado un mes después de ser excarcelado bajo la Ley de Amnistía.
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La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en diciembre de 2022, un mes después de la detención, otorgó a Rodrigo Navarrete y a su núcleo familiar medidas cautelares por considerar que se encontraba en una situación “de gravedad y urgencia de daño irreparable a sus derechos en Nicaragua”.
Rodrigo y su sobrino Jaime Navarrete además fueron apadrinados por el eurodiputado Javier Nart, quien se sumó a la campaña “Rompiendo cadenas, apadrina a un preso político”, impulsada por el Instituto Casla, la cual consiste en respaldar a los presos políticos y demandar públicamente su libertad.
Previo a la sentencia de la justicia orteguista, el diputado europeo denunció públicamente que ambos presos políticos sufrían condiciones “abyectas, no les dan ni siquiera la posibilidad de salir a ver el sol, les niegan los medicamentos y es casi un milagro que la comida les llegue en condiciones elementales”.
En Nicaragua hay al menos 37 personas encarceladas por motivos políticos, según el último reporte del Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas. Entre ellos está Jaime Navarrete, quien es uno de los que tiene más tiempo en las cárceles del régimen.
En 2018, Jaime Navarrete fue capturado por primera vez y fue liberado el 10 de junio de 2019, bajo la polémica Ley de Amnistía. Sin embargo, un mes después fue nuevamente detenido por el orteguismo y condenado a tres años y seis meses, más una multa de 300 dólares, por supuestos delitos comunes.
Jaime tiene más de dos meses de haber cumplido la condena de tres años y seis meses, más el pago de la multa de más de 300 dólares, pero sigue encarcelado en una celda de máxima seguridad del Sistema Penitenciario Jorge Navarro, conocido como La Modelo, según la denuncia pública que ha hecho su madre Margine Blandón en reiteradas ocasiones en sus redes sociales.
La familia de Navarrete, en entrevista con La Lupa, denunció -el 21 de marzo- que el reo de conciencia, además de sufrir encierro ilegal, está “muy mal de salud, se desmaya, le cuesta respirar y tiene precario acceso a alimentos”, ya que tiene más de cinco semanas sin acceso a visitas familiares y más de seis semanas sin recibir paquetería.
La urgencia de la familia Navarrete Blandón ahora es que también liberen a Jaime, quien también tiene derecho a estar en libertad, no solo porque no cometió los delitos por los que lo hicieron pagar, sino porque ya incluso cumplió la condena que la justicia orteguista le impuso.
