Agentes antidisturbio de la Policía Orteguista se tomaron, la mañana de este miércoles, las instalaciones del centro comercial Metrocentro, donde un grupo de manifestantes del movimiento Cambio Democrático intentó realizar un plantón en protesta por libertad, justicia y democracia.

El grupo de jóvenes, entre los que se encontraban excarcelados de la dictadura Ortega-Murillo, fueron empujados por los agentes que los desplazaron desde el parqueo trasero hasta adentro de las instalaciones del centro comercial donde se empecinaron en contener la protesta de dos mujeres reconocidas como activistas: la estudiante universitaria, Zayda Hernández y Kenia Gutiérrez, excarcelada política.

Ademas las despojaron de la bandera de Nicaragua que portaban en señal de protestas; rompieron los carteles con consignas que portaban. Sin embargo, las mujeres no retrocedieron frente a los empujones y ataques verbales de los uniformados.

Hasta ahora la administración de Metrocentro no se ha pronunciado sobre la irrupción de los oficiales orteguistas. Desde septiembre de 2018 la ciudadanía autoconvocada se ha concentrado en el parqueo de Metrocentro ante el asedio policial que impide la movilización en las calles.

PERIODISTAS TAMBIÉN FUERON ATACADOS

En medio del forcejeo en que la Policía Orteguista intentaba desplegar a las protestantes los periodistas que daban cobertura al hecho fueron también agredidos por los azules, resultando los periodistas Wilmer Benavides y Armando Amaya fueron golpeados por los oficiales.

A Benavides, producto de un manotazo, le tiraron al suelo su celular con el que transmitía un Facebook Live para el medio digital: Actualidad con Dino Andino; mientras a Amaya los oficiales orteguistas lo tiraron y le ocasionaron una lesión en su brazo izquierdo. Amaya es periodista de Canal 12. La periodista Leonor Álvarez del diario La Prensa también fue hostigada.

La Fundación Violeta Barrios de Chamorro ha registrado, entre julio y septiembre de 2019, 328 agresiones a la prensa independiente en Nicaragua. Las amenazas, asedio, intimidación, ataques y censura contra los reporteros, así como la ocupación de instalaciones y retención de insumos a medios de comunicación declarados enemigos del régimen Ortega-Murillo, 19 meses después de haber iniciado la crisis en Nicaragua aun persisten.

“El ejercicio de la profesión periodística continúa siendo  de alto riesgo para los hombres y mujeres de prensa, se observa un patrón donde  predomina  la falta de voluntad política del Gobierno para garantizar el restablecimiento de las libertades y derechos a los ciudadanos”, señala la FVBCH en el documento titulado Continúa escalada represiva contra el periodismo independiente en Nicaragua.

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La Lupa Nicaragua