En un hecho sin precedentes en la historia reciente de Nicaragua, la Policía Orteguista impidió la tarde de este jueves, el ingreso de la feligresía de la Iglesia San Miguel Arcángel en Masaya, donde se celebraría una misa para acompañar a las madres de presos políticos que se han concentrado en el templo para realizar una huelga de hambre.
Ante esto, el párroco Edwin Román, quien ha sido amenazado por fanáticos orteguistas y es asediado por policías y paramilitares, salió a la calle para impartir la bendición a los fieles católicos a quienes le fue impedido su derecho de asistir a misa.
Para poder llegar a los feligreses, el religioso tuvo que pasar el cordón policial en el que recibió varios codazos por parte de miembros de la brigada antimotines que se apostó desde tempranas horas en las inmediaciones de la iglesia para impedir cualquier ‘piquete express’ o muestra de solidaridad con las madres.
«Lo que está demostrando con esto el régimen de Ortega Murillo ( Daniel y Rosario) es que están en la cuerda floja», comentó el religioso a un grupo de periodistas después de impartir la bendición a los fieles católicos y a los mismos policías.
Mientras el religioso rezaba el Padre Nuestro y el Ave María, con quienes han sido impedidos de ingresar al templo; desde el parque ubicado al frente de la iglesia, partidarios del régimen le insultaban a vista y paciencia de la autoridad policial.
La iglesia católica ha sido víctima de ataques constantes desde que en 2018 participó como mediadora en el Diálogo Nacional, así como por su constante crítica ante la matanza de más de 328 ciudadanos y la violación sistemática de los derechos humanos mediante la instalación de un estado policial.
suspendieron servicios básicos
El padre denunció que los servicios básicos de la iglesia, agua y luz, le fueron cortados el día de hoy cuando daba por iniciada la huelga de hambre de 10 madres que demandan la libertad de sus hijos presos políticos.
«A mi no me van a callar a menos que me maten», dijo Román, en alusión al asedio que la parroquia ha experimentado de diferentes formas tanto en la persecución policial en las afueras del templo, los ataques en su contra y el envío de mensajes de texto amenazantes.
«Mientras tenga esta boquita voy a denunciar las injusticia contra el pueblo nicaragüense», expresó Román, en una entrevista telefónica con 100% Noticias, la cual realizó a manera de ‘alerta’ ante el asedio de oficiales armados y encapuchados en los alrededores de la Iglesia.
*Foto Cortesía Nicaragua Investiga