Ya han pasado 48 horas desde que la Policía orteguista llegó a apostarse frente a la casa de Flor de María Ramírez, conocida en las protestas como “La señora del huipil”, y sin darle ninguna explicación ni siquiera le permiten ir a la venta. 

“No puede salir, señora”, le gritó la mañana de este viernes una oficial, que se mantiene apostada en la la entrada principal de la casa, a la manifestante, luego de empujarla para evitar que saliera a comprar a la venta.

En un video que grabó Ramírez se aprecia que en las afueras de su casa hay una patrulla policial de la Dirección de Operaciones Especiales (DOE), junto a unos seis oficiales de la Policía orteguista.

Ramírez denunció la agresión, ordenada por la dictadura orteguista y exigió a los oficiales que les explicaran por qué no podía salir de su casa, sino tiene ninguna restricción judicial que lo impida. Sin embargo, los enviados del régimen se limitaron a guardar silencio y otro le indicó que ella «alteraba el orden público».

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“No me deja salir la Policía. Estoy en mi casa y si estoy en la puerta no puedo salir. Estoy indignada, enojada e impotente de no poder hacer nada”, dijo Ramírez, mientras lloraba de impotencia ante las arbitrariedades del orteguismo.

CONSTANTE ACOSO

El asedio y acoso contra “la señora del huipil” ha venido escalando en los últimos 23 meses de crisis sociopolítica. Ramírez ha sido detenida, arbitrariamente, en más de cuatro ocasiones, sin embargo, nunca ha sido procesada judicialmente.

En enero de 2019, la manifestante denunció ante la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) que sujetos desconocidos le propinaron una golpiza y le robaron. Ramírez, en ese momento, no descartó que fueran fanáticos orteguistas por la saña con la que la golpearon, pese a que no se estaba resistiendo al robo.

Hasta hace un mes, Rodríguez permanecía en una casa de seguridad, precisamente, por el asedio diario que vivía en su hogar, además de las amenazas de fanáticos orteguistas. No obstante, ahora que regresó a su propiedad los oficiales ni siquiera le permiten salir a comprar sus alimentos.

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La Lupa Nicaragua