Periodistas de Nicaragua siguen saliendo al exilio en 2023
Informe de Voces del Sur contabiliza que en primer timestre de 2023, al menos 7 periodistas han dejado el país.
Informe de Voces del Sur contabiliza que en primer timestre de 2023, al menos 7 periodistas han dejado el país.
En el primer trimestre de 2023 se han exiliado siete periodistas debido a la criminalización, asedio, persecución y agresiones de la dictadura Ortega-Murillo contra la prensa nicaragüense, refleja el primer informe del 2023 sobre la libertad de prensa en Nicaragua de la organización Voces del Sur.
La organización sistematiza un total de 185 periodistas que han tenido que salir del país para resguardar su seguridad por motivos políticos desde el inicio de la crisis social en 2018.
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Además del exilio, Voces del Sur documentó 14 alertas de casos de violaciones a la Libertad de Prensa y 38 casos de agresiones a periodistas. Las violaciones se tradujeron a 14 agresiones y ataques y 24 casos de uso abusivo del poder estatal. Las víctimas fueron 22 hombres y 10 mujeres. La gran mayoría de los agresores fueron agentes estatales.
Sin embargo, la organización advirtió que la autocensura y la abstención a denunciar por parte de las personas de prensa ha aumentado drásticamente a partir del año pasado y este año, debido a temor a represalias por parte de personas cercanas a la dictadura. Esto ha tenido como consecuencia la disminución del número de denuncias.
Las y los periodistas denunciaron en la organización que viven asedio y vigilancia en sus hogares; son perseguidas por personas motorizadas; son fotografiados sin su consentimiento; son amenazadas directamente o mandan mensajes a través de sus familiares, entre otras formas de hostigamiento e intimidación.
“A mi hija le dijeron esas dos personas que el señor (secretario político) encargado del barrio donde habito, ya sabía que yo estaba en mi casa y que tuviera cuidado porque lo que había para mí era una orden de captura”, relató una periodista a Voces del Sur.
Hay casos de asedio tan extremos en los que las y los periodistas han optado a un “auto-encarcelamiento forzado”, es decir que no salen totalmente de sus hogares para evitar ser atacadas por fanáticos sandinistas.
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También existen casos en los cuales agentes estatales o secretarios políticos llegan a las casas de los periodistas para interrogarlos y mantener vigilancia, por lo que muchos han tenido que movilizarse a lo interno del país.
El 2023 se ha destacado por el arrebato de nacionalidad, expulsión y destierro de 222 personas presas políticas, que incluían directores de medios de comunicación, periodistas, comentaristas y comunicadores.
También se ordenó la pérdida de nacionalidad de otras 94 personas, en las cuales se encuentran 10 periodistas, por ser considerados “traidores de la patria” y “prófugos de la justicia”.
Además de la pérdida de su nacionalidad y derechos como ciudadanos y ciudadanas, la dictadura Ortega-Murillo ha tomado de forma ilegal sus propiedades, congelado sus cuentas bancarias, negado el pago de pensiones y realizado otras medidas coercitivas contra las personas afectadas y sus familiares. Todas estas acciones se han realizado de forma arbitraria y sin ninguna explicación por parte de las autoridades, de acuerdo con las víctimas.
“A pesar de la gravedad y consecuencias de todos los hechos descritos en este y cada uno de los informes que se han publicado sobre Nicaragua, las agresiones y ataques no han diezmado el trabajo de los medios y periodistas independientes, quienes han tejido lazos de solidaridad y fortaleza para sobrellevar todas las “embestidas” del gobierno de Nicaragua”, expresa Voces del Sur en su informe.