Este día fue establecido en homenaje al periodista checo Julius Fucik, ejecutado por los nazis el 8 de septiembre de 1943.

Desde abril de 2018 el periodismo independiente de Nicaragua igual que otros sectores ha sido blanco de la represión por parte del régimen. El pasado 26 de agosto expertos de derechos humanos de Naciones Unidas y del sistema interamericano, pidieron   poner fin a las represalias contra los periodistas.

A través de un comunicado de prensa publicado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), los expertos refieren que están alarmados por el impacto de esta situación en la libertad de expresión y el cierre del espacio cívico en un momento crítico para la sociedad nicaragüense.

“Hay indicios de una represión sistemática y continua de los medios de comunicación, con periodistas silenciados, agredidos y amenazados de muerte”, dijeron los expertos.

Uno de los directivos de la organización Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN), Julio López, estima que “en el contexto actual que vive Nicaragua, la mayor decisión de resistencia del periodismo en Nicaragua ha sido seguir informando”.

Esto pese a la represión, el espionaje, las agresiones físicas, las persecuciones, y el encarcelamiento de algunos, y de obligar a casi un centenar de periodistas al exilio.

López, periodista del programa Onda Local, fue uno de los primeros periodistas agredidos por grupos de choque el pasado 18 de abril del 2018, mientras realizaba una cobertura de un plantón contra las reformas a la seguridad social, en Camino de Oriente.

López destaca que pese a toda esta situación de represión hay aspectos importantes a resaltar, como es “el florecimiento de diversos medios de comunicación digitales lo cual representa una oportunidad ante la censura directa que ha implementado el gobierno”.

También hay un punto negativo como es el posible cierre en papel de los dos principales medios nacionales escritos, El Nuevo Diario y LA PRENSA, ante el bloqueo aduanero que han tenido que enfrentar, aunque continúen con sus versiones digitales para seguir informando a la población.

Representa un acto de censura, por parte del gobierno de Ortega y de Murillo; no se puede calificar de otra forma, pero también significa la muerte física del diario de mayor tradición en nuestro país, digo muerte física porque LA PRENSA no va a dejar de informar, por el hecho que no se siga imprimiendo el periódico en versión como la conocemos.

En Onda Local analizábamos que incluso puede salir una versión de LA PRENSA en tamaño carta, si uno quisiera y también sería una forma de protesta del propio diario de decir ‘no nos van a callar’, y el periódico, aunque sea tipo carta va a seguir informando a la población nicaragüense; esa es la alternativa, la otra es lo digital.

Hemos observado cómo estos dos medios de comunicación han venido apostándole a fortalecer sus espacios digitales que es la vía que nos ha quedado para seguir informando.

Como PCIN ¿Qué información tienen de la situación del periodismo en el exilio?

Hemos logrado registrar casi cien periodistas exiliados que están enfrentando condiciones muy difíciles para poder ejercer su labor, periodistas que han logrado insertarse de forma laboral en medios de comunicación  de Costa Rica, en España, Estados Unidos, otros países  pero que las  dificultades migratorias que representa un proceso de exilio no han podido hacer; la alternativa que han encontrado es fundar medios digitales  como Nicaragua Investiga, Nicaragua Actual, Despacho 505 por citar algunos ejemplos. Y otros medios que han surgido y que han encontrado en lo digital la oportunidad para no callarse y para seguir diciendo lo que pasa en Nicaragua.

¿Qué significa el aporte de estos exiliados a la situación interna que vive el país?

Es valiosa la labor que están realizando, en principio porque el gobierno creyó que obligándolos al exilio les iba a callar y han demostrado totalmente lo contrario. Han demostrado que con la ayuda de la tecnología se puede seguir haciendo periodismo y se puede seguir manteniendo ante la opinión pública la denuncia o la información constante de las violaciones a derechos humanos que ha hecho el gobierno de Ortega.

¿Están conscientes que la mayoría de estos medios digitales están trabajando por verdadero amor al arte, como resultado de la crisis? ¿Es un mayor logro esto?

Es destacable, es memorable como el periodismo nicaragüense ha realizado su labor haciéndolo prácticamente como dicen por amor a la profesión, por amor al compromiso que representa el ejercicio del periodismo en nuestro país y por ayuda, por colaboración de las audiencias que también eso hay que destacar.

Es decir que estamos teniendo audiencias que valoran el compromiso del periodismo y están apostando para que eso funcione. Es decir, sin el aporte de las audiencias de Nicaragua Actual o pudiera hacer el trabajo que están haciendo. Y eso también hay que rescatarlo; hay que ponerlo en el lugar que se merece.

¿Qué lectura se hace de esto? ¿Demuestra que la población si entiende lo que representa el periodismo?

Al menos hay un porcentaje importante de la población que valora el aporte del periodismo a la democracia y que valora que sin la libertad de expresión y la libertad de prensa no puede existir ninguna democracia en un país y, sobre todo, porque somos los medios independientes los que estamos garantizando las voces disidentes, las que no se casan con el discurso oficial.

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La Lupa Nicaragua