Lejos de controlarse la pandemia del COVID-19, se está expandiendo y la región de las Américas, se ha convertido en el epicentro mundial con más de cinco millones de casos. En ese sentido, la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Clarissa Etienne afirmó que “no se puede dejar que el virus circule sin control”.
Es por ello, que los más vulnerables van a necesitar apoyo socioeconómico para que puedan protegerse y detener la cadena de contagios en las comunidades.
“Los países, estados y ciudades que no adoptan medidas preventivas o que flexibilizan las restricciones de manera prematura se pueden ver inundados con nuevos casos”, advirtió.
La presidenta de la OPS, dijo que el organismo ha brindado apoyo a todos los países de la región, dándoles orientación, capacitación e insumos para hacer frente a la pandemia.
“En los últimos dos meses casi donamos cinco millones de pruebas PCR a la región, y adquirimos más de diez millones de pruebas en nombre de nuestros países”, explicó Etienne.
De acuerdo con la presidenta de la OPS, ante la ausencia de una vacuna o de un tratamiento eficaz, las herramientas que hay son limitadas y lo único que queda es aprovechas las opciones que se tienen al máximo.
Caso Nicaragua
Al igual que Honduras y Guatemala, Nicaragua tiene denuncias de entregar muertos que no corresponden según han documentado algunas personas a quienes les dieron los ataúd sellados.
En ese sentido, el doctor Ciro Ugarte, director de Emergencias de la OPS, dijo que tomando las medidas de seguridad y protección necesarias es importante que un familiar este presente a la hora de la entrega de su fallecido para que no quepa duda de ello.
“Es muy importante que las familias tengan acceso a sus seres queridos sobre todo en ese momento, es necesario proveer la información para asegurar que el fallecido es su familiar”, manifestó Ugarte.
El funcionario de la OPS agrega que “debemos procurar reducir el impacto a largo plazo que tiene el fallecimiento de un ser querido. Se debe procurar que esa duda se disipe lo más pronto posible”.
La OPS, informó que aún se desconoce el número de pruebas que realiza Nicaragua porque el Gobierno no les detalla esa información.
La organización ha pedido al régimen de Daniel Ortega que brinde información fidedigna de los casos, pero no ha sido escuchada su voz. No es la primera vez que el país sale aplazado por no brindar información clara y precisa de su accionar en cuánto al tratamiento de la pandemia.
Apertura de negocios
A pesar que la región ha notificado más casos de COVID-19, los números totales solo cuentan parte de la historia, explicó Etienne.
“La reapertura no es simplemente suspender las restricciones de viajes y las órdenes de aislamiento preventivo y obligatorio, sino que exige implementar una serie de medidas de salud públicas que permita rastrear casos nuevos y fomentar suficiente capacidad como para detectar y controlar nuevos brotes”, manifestó la directora de la OPS.
Para Etienne en el momento en que reabran los negocios debe hacerse por fases. El propósito de los Gobiernos nacionales y locales debes ser aplanar la curva y hacer que baje.
“Cuánto más detallada sea la comprensión que tengamos de dónde ataca el virus, más dirigida puede ser nuestra respuesta”, acertó la doctora.