El régimen sandinista, confirmó el fallecimiento del diputado Jacinto Suárez, de 73 años, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Asamblea Nacional, secretario de relaciones exteriores del FSLNy fiel aliado del dictador, Daniel Ortega.

Gustavo Porras, presidente de la Asamblea Nacional confirmó la noticia del fallecimiento y pidió a los diputados guardar un minuto de silencio.

«Acompañamos a Gilma, a los nietos, bisnietos con nuestras oraciones y abrazos revolucionarios y solidarios, reconociendo el aporte valiente, digne, firme consecuente, propio de la dignidad sandinista de nuestro querido hermano el diputado Jacinto Suárez Espinoza, nuestro amor para todos ellos y por supuesto nuestro reconocimiento a Jacinto, valioso militante histórico del FSLN que compartió carcel con nuestro comandante Daniel, largos años en las cárceles de la dictadura somocista», dijo Murillo durante su alocución de mediodía del miércoles.

El 29 de enero de 2020, el Canal 8 de Nicaragua reportó en su sitio web el fallecimiento de Suárez, sin embargo minutos después de haberse propagado la noticia esta fue eliminada de su página web. En ese momento se rumoró que Suárez se encontraba delicado de salud debido a padecimientos de insuficiencia renal, por lo que desde diciembre de 2019 se habría ausentado de sus labores en el parlamento de Nicaragua.

En el año 2000 Suárez se realizó un transplante de riñon en Cuba, país al que viajaba con frecuencia para tratarse medicamente. Desde 2012, cuando fue designado como diputado, se le solía ver acompañado de una enfermera debido a que en 2011 también se complicó de salud.

Fiel defensor de la dictadura

Suárez  se integró a las filas del FSLN en 1963. En 1967 entró a la cárcel por su involucramiento en la lucha contra la dictadura somocista. Estuvo siete años preso junto a Daniel Ortega, con quién además creció en el mismo barrio de Managua. En 1974 fue liberado junto a Ortega y otros presos políticos.

En 2018 cuando en Nicaragua el pueblo autoconvocado se lanzó a las calles para manifestarse contra la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, negó la existencia de más de 300 ciudadanos asesinados por la policía sandinistas bajo órdenes del régimen Ortega-Murillo e insistió que las protestas se trataban de una «conspiración pagada por Estados Unidos».

¿Cómo explicaría usted lo que ha pasado en Nicaragua en las últimas tres semanas?, le preguntó Ismael López para la BBC en una entrevista a la cual Suárez contestó:

«Como una conspiración. Es el mismo estilo de Venezuela, es decir tumultos de vándalos, manifestaciones, un montón de muertos. Tenemos que decir que estamos ante una conspiración patrocinada y pagada por el gobierno de Estados Unidos. No estamos viendo fantasmas, ni inventando nada.

Obviamente nos causó algún efecto porque no estábamos preparados. Para ser sinceros, nos sorprendieron. Pero ahora ya estamos -como decimos en Nicaragua- en la jugada. Estamos más alerta, para entender este fenómeno y ver como lo trabajamos y lo asumimos».

Hasta el momento de su fallecimiento, Nicaragua aun se encuentra sumida en una crisis sociopolítica que ha dejado más de un millar de ciudadanos opositores asesinados a manos de fanáticos, paramilitares y policías allegados al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

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