A las 10:05 de la mañana del lunes seis de julio, la presa política María Esperanza Sánchez, desde el Sistema Penitenciario La esperanza, como siempre pagó 30 córdobas de recarga para poder hablar con su hija Sherly Sánchez García desde una planta telefónica.
«¡Hola hija!», la saludó amorosa.
«Mamá, yo la llamo no gaste sus minutos», le respondió.
De inmediato madre e hija volvieron a enlazarse. La llamada, en comparación a las anteriores, tenía un tono diferente, presagiaba una mala noticia, pero María Esperanza mantuvo ese temple sereno que le caracteriza en todo momento. Preguntó por la familia, por la salud de todos, dejó que se escuchara su sonrisa ante el “gracias a Dios todos bien”, pero finalmente llegó el momento de hablar de ella.
“Le pregunté que si le habían llevado a los Juzgados para lo de la sentencia porque así habían notificado. Pero me dijo que había hecho la lectura en el Sistema Penitenciario el dos de julio”, recuerda Sherly, que asegura que pasó ansiosa todos esos días a esperas de información.
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Efectivamente, la lectura de condena se hizo en el penal, Esperanza Sánchez relató a su hija que el dos de julio a eso de las 1:30 de la tarde fue llevada a las oficinas administrativas donde oficiales le leyeron la sentencia. “Ella me dijo que la estaban grabando, mientras le decían que había sido condenada a diez años de prisión y una multa de más de 31 mil córdobas”, detalló Sherly.
Terminado el acto Esperanza fue llamada para firmar la condena:
«A ver Esperanza te toca firmar», le decían los oficiales con ironía.
«No estoy firmando nada. Ya llévenme a mi pabellón», sostuvo la presa política hasta que los policías desistieron y la llevaron a su celda.
Una mujer luchadora
Sherly expresa a La Lupa que está convencida que la noticia de la condena afectó a su madre porque es una mujer sensible y buena, “pero a la vez sé que su fortaleza es inmensa y su fe en Dios aún más, por eso ella se mantiene serena”, destacó.
Asimismo, resalta que la familia sigue el ejemplo de su matriarca, no se ponen tristes ni pierden la calman porque tarde o temprano la verdad prevalecerá y la inocencia de Esperanza saldrá a la luz.
“Ya su inocencia es visible, es creíble, toda Nicaragua y a nivel internacional saben que ella es una mujer de valores, que protestó por una causa justa. Que es una víctima de esta dictadura. El gobierno cree que con esto ya la debilitaron o nosotros ya nos rendimos, pero no es así, más que nunca nuestra madre está fuerte y nosotros seguiremos luchando sin descanso por ella”, afirma Sherly.
????@cenidh REPUDIAMOS condena en contra de presa política Esperanza Sánchez. El régimen ORMU continúa privando de su libertad a inocentes que lo único que hicieron fue protestar por una #Nicaragua en democracia y sin dictadura. #DDHH @CIDH #MESENI @OACNUDH pic.twitter.com/aLFA2ev06y
— Cenidh (@cenidh) July 7, 2020
Ella insiste que también seguirá tocando puertas, a nivel internacional, con organismos de derechos humanos, organismos defensores de mujeres para dar a conocer la verdad.
“Nosotros no vamos a detenernos y pedimos a la Coalición Nacional, la Alianza Cívica, esos partidos políticos que ya piensan en elecciones que no se olviden de los que dieron el pecho, la vida por Nicaragua. Por ellos ustedes están sentados ahí, tengan como prioridad a los presos políticos”, exigió.
Doble pena
Para Julio Montenegro, abogado defensor de la presa política María Esperanza Sánchez, la pena impuesta por la judicial Irma Laguna Cruz, jueza primero de distrito penal de Managua fue doble. “Son diez años de prisión y una multa de 31 mil 900 córdobas equivalentes a 500 días de cárcel, esto es casi casi la pena máxima”, explica Montenegro a La Lupa.
A la vez, menciona que desde su experiencia en estos casos ya sabía que posiblemente tendrían que enfrentar una sentencia así, “ya lo veníamos anticipando puesto que en las audiencias la autoridad judicial dejó pasar todas las inconsistencias presentadas por la Fiscalía…”.
Montenegro sostiene que no hay claridad en la acusación presentada por la Fiscalía, pues estos aducen que encontraron a su defendida caminando de Masaya a Managua con drogas, “eso es falso, Esperanza fue detenida el 26 de enero del 2020 cerca de una casa de seguridad en Managua, pues en esos días había resuelto salir de Matagalpa y ocultarse por amenazas a ella, su familia y pintas en su casa (…) coincidentemente el punto donde se dice que fue capturada es cerca de los laboratorios de criminalística… y así un sinnúmero de inconsistencias que se omitieron”.
El abogado Montenegro subrayó que aproximadamente el miércoles ocho de julio estará presentando un recurso de apelación.
ORGANISMOS INDIGNADOS
La iniciativa de mujeres IM-Defensoras en Twitter calificó el proceso judicial como «arbitrario» he hizo un llamado a los organismos internacionales a garantizar mecanismos que permitan la seguridad y la libertad de María esperanza Sánchez y las otras tres presas políticas que prevalecen en prisión.
“Este juicio sintetiza la criminalización del gobierno de Nicaragua contra quienes ejercen sus derechos políticos. Por eso, demandamos a las autoridades liberen a Esperanza Sánchez y demás presos políticos”.
????Ayer lunes, 6 de julio, se le comunicó a María Esperanza Sánchez su sentencia a 10 años de prisión y una multa de 31 mil córdobas.
????Ella no ha cometido ningún delito, ha sido criminalizada por protestar contra el gobierno y, en la cárcel, su vida corre peligro.#QueLasLiberen pic.twitter.com/1aOT40M85m— IM-Defensoras (@IM_Defensoras) July 7, 2020
Por su parte, el Centro Nicaraguense de Derechos Humanos (Cenidh), también a través de un Twitter, repudió la condena refiriendo que el régimen ortega Murillo continúa privando de su libertad a inocentes que lo único que hicieron fue protestar por una Nicaragua en democracia y sin dictadura.
A la vez mencionan llaman a la Comisión interamericana de Derechos Humanos (CIDH), al Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (MESENI) y a la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas a tomar en cuenta estas condenas injustas.