En esta ocasión en “La Guarida del oso” hablamos con la joven Jessenia Pérez, psicóloga social nicaragüense con experiencia en trabajo con población migrante, quien compartió con nosotros sus conocimientos, comentarios y experiencias acerca de la relación entre las personas migrantes con la crisis de salud pública que representa el covid-19. Jessenia actualmente se encuentra estudiando en Chile, desde donde se conectó para compartir en este conversatorio.
¿Cómo se ha vivido la situación del covid-19 en Chile?
En general en Chile, los últimos meses desde marzo hasta la fecha actual ha tenido un aumento de casos de contagio que variaron desde los primeros días de 100 a 200 casos y en la actualidad en las últimas semanas un aproximado de cuatro mil o cinco mil casos al día, a tal punto que hoy los casos confirmados son 246 mil y solamente ayer (el día 21 de Junio) diagnosticaron 4,608 casos nuevos; es una situación bastante alarmante, el foco de la pandemia -por así decir- está en la región metropolitana, sin embargo también está en otras regiones y hasta ahora se registran por contagios de covid-19 a 4,502 fallecidos.
¿Qué pasa? Bueno, los nacionales y los migrantes es una situación que viven de una forma diferente, no es lo mismo ser de acá que venir de otro país y te encontrás en una situación difícil, igual cada caso como migrantes es diferente porque cada uno migró en condiciones distintas, entonces actualmente frente a las embajadas de las poblaciones como venezolanos, colombianos, bolivianos y haitianos, que son las que tienen mayor numero según los censos, las personas están queriendo ser repatriadas a su país porque se les hace difícil porque perdieron su trabajo y porque no pueden continuar pagando.
Estamos en cuarentena desde marzo, no salimos de la cuarentena todavía y probablemente esto vaya para largo.
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¿Consideras que las 100 mil personas que salieron de Nicaragua han podido ser atendidas o pueden tener igualdad de atención en los países a los que llegaron?
Eso es una situación que varía para cada migrante y para cada país, igual va a estar determinado por la condición en que viajaste, no es lo mismo que un migrante viaje de forma regular, con todos sus documentos en regla, que viajar de forma irregular y eso lamentablemente en los Estados y los espacios de salud, quiérase o no, los migrantes tienen cierto miedo; aunque sabemos que como derecho humano, tenemos derecho a la salud y los estados independientemente donde estemos, su deber es resguardar nuestro bienestar y salud física. Entonces yo creo que ahí variaría en cada situación del nicaragüense que salió.
Pienso ahorita en los nicaragüenses que están en Costa Rica, hasta hace poco vi que algunos medios se proclamaron para que no se mencionara esto de la xenofobia en cuanto a lo que pasaba con los nicaragüenses, que se decía que subía el número de contagios por los mismos y claro, se vinculaba a la situación que se estaba viviendo actualmente por la irresponsabilidad y la forma inadecuada que el Estado ha llevado la pandemia; en general, creo que eso variaría, si me preguntas de mi experiencia, pues yo si tengo acceso a la salud, pero habrán muchos nicaragüenses que la actualidad están saliendo clandestinamente del país y que probablemente no van a tener esa atención, eso es lamentable.
Acá en Chile y otros países que he conocido, si al nacional le dicen que se vaya a casa, imagínate al migrante; además de lo difícil que resulta porque te quedaste sin trabajo, no podes moverte porque estas en cuarentena y es una situación que te afecta a nivel físico y a nivel emocional, que te va a cobrar ciertas facturas si o sí.
Migrantes en Nicaragua ¿Estas personas habrían sido atendidas con regularidad y estarán incluidas en las cifras del Minsa?
¿Qué pasa con las personas que están llegando a Nicaragua? Siendo esta un corredor Centroamericano y que llegan para avanzar al norte, aunque realmente en los últimos años se ha dado un avance hacia el sur. Sé que Nicaragua actualmente tiene personas refugiadas de otros países y otras que por razones pasadas no recibían atención adecuada; las personas que trabajamos el tema de migración allá en Nicaragua, al menos en mi caso, con la institución que trabajaba en algunas ocasiones visitamos unos casos en los que las personas estaban en una situación muy difícil, solas y sin poder comunicarse, pero además de eso, los médicos no les atendían.
Si mal no recuerdo, en 2016 0 2017, hubo una ola de cubanos y haitianos, Nicaragua cerró las fronteras y desde ya hay una violación a derechos humanos, las personas seguían avanzando clandestinamente y la policía en las fronteras y costas, lanzó algunas bombas y ahí salieron muchas personas heridas. La pregunta es ¿Quiénes atendieron a estas personas?, fue el mismo pueblo, porque en los hospitales uno o dos casos llegaban y aún recuerdo el caso de una mujer haitiana que iba a tener a su bebé en un hospital de Nicaragua y dijo que prefería regresarse a Costa Rica porque estaba muy relacionada con el maltrato que se le estaba brindando en ese momento y las condiciones en que la población migrante está en Nicaragua. Es decir, hablamos de los nicaragüenses cuando salimos, pero ¿qué está pasando con las personas que llegan? , ¿cómo estamos siendo como pueblo que acoge?, pero también a nivel de instituciones, no hay leyes que apoyen ni les resguarden.
Actualmente hay un misterio sobre las cifras de la pandemia en Nicaragua, sin embargo el Observatorio Ciudadano ha sacado algunas cifras más o menos de lo que se cree de las personas contagiadas, pero en ningún momento se habla de personas extranjeras y esto es lo que hablamos de los otros países, que no se refieren a un número exacto de cuantos migrantes han sido contagiados por el virus, sino que en una misma cifra se incluye a todos, eso podría ser una limitante o no, pero así se han dado las cifras, no solo en Nicaragua, sino en todo el mundo.
Igual esto responde a la emergencia sanitaria, en estos momentos cada país se ha organizado como ha podido y ha dado respuesta si o no a esta situación y también a las políticas de salud, porque a nivel de Nicaragua y América Latina, ver hasta donde tienen presente a la población migrante y una de las limitantes allá, es el idioma, entonces como institución te limita o te cuesta brindar ayuda, pero tampoco es un incentivo para no cambiar las situación.
Y para darte un ejemplo, hasta hace unos años en las universidades todavía no estaban dando en ningún momento en los pensums el tema de migración, siendo Nicaragua un país expulsor de migrantes y que mucha gente en el país depende de las remesas del exterior; realmente no ha sido una prioridad y tampoco es algo que se haga ver.
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¿Crees que en las personas migrantes Nicaragüenses influiría el mal manejo de la crisis en su decisión de regresar?
Pueden influir, más de alguno –supongo- que nos hemos cuestionado el regresar a Nicaragua y aquí el caso es que, van a variar las situaciones en las que saliste y en las que vas a ingresar porque no es lo mismo una persona que salió presionada por alguna situación económica o voluntariamente porque quería ir a conocer, a las personas que tuvieron que salir por la crisis social de 2018, muchas personas tuvieron que salir huyendo porque su vida corría peligro; entonces en esta situación, aunque tengas ganas de querer volver con tu familia, por algo natural que es el resguardo de la vida, es normal que no queras volver a tu país, aunque tengas cariño y sepas que allá te esperan.
Aunque también muchos han vuelto y tuvieron las condiciones, es válido, pero pues hay que tomar en cuenta que muchas personas no podrán; es un país que recientemente sufrió una crisis social y ahora una pandemia y es como: ¿Qué pasa con los nicaragüenses que se exiliaron y de por sí ya salieron con una carga emocional y heridas fuertes que te dejo esta situación?, es decir, un doble sentir.
¿Cuál crees que sería la situación de personas familiares de nicaragüenses que recibían remesas?, sabiendo que últimamente han decrecido.
En Nicaragua, siendo un país expulsor de migrantes, siempre han quedado abuelas e hijos, previamente ya eran un población vulnerada, porque aunque se reconozca la labor de estar personas en la crianza de las niñas y niños, ¿Cómo velar por que estas remesas sean bien administradas para que responda a la situación que vivimos, a la condición de pobreza en Nicaragua?.
Se dice que en Nicaragua, las personas familiares de migrantes en Costa Rica reciben un aproximado de 600 dólares anualmente y en Estados Unidos, un aproximado de 3,000 dólares anual; actualmente las remesas, desde marzo para acá, han bajado y la pregunta acá es, a partir de esta crisis ¿Cómo se están manteniendo estas familias?, ¿Cómo se está solventando las facturas económico-sociales? , no solamente las personas familiares de migrantes, sino en general el pueblo.
Así como el pueblo puso los muertos durante el estallido social, qué fue muy duro y aun no se obtiene justicia en ese caso, asimismo, en esta situación las personas más vulnerables son las que están poniendo a los enfermos, porque tienen o de una o de otra, o trabajas o si me preguntas a mí, yo estoy fuera de Nicaragua, hace dos años deje de trabajar con personas que tenían familiares migrantes y desde en ese entonces ya había situación de vulnerabilidad, pobreza, poca educación, luto migratorio y en general ya había violación a derechos humanos, esas son las cosas que se me vienen a la mente cuando me preguntas cómo podrían estar esas personas en este momento y que se engloba a toda Nicaragua.
Súmale a esto la preocupación de tener a un familiar fuera, de no saber cómo la está pasando; pienso en mi familia, en las personas que nos están viendo, muchos estamos fuera y nuestros familiares están así.
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¿Es responsabilidad del Estado la alteración en las psiquis de las personas que están fuera del país y tienen a sus familiares atravesando la pandemia en Nicaragua? Sabiendo el mal manejo de la crisis por parte del estado.
Decíamos las feministas: “Lo privado también es político” y pues como, cuando una situación emocional no solamente te engloba a vos, sino también a tu entorno social y político, entonces allá afuera hay que dar una respuesta y hay que gestionarla; no solamente depende de vos, es decir, no es lo mismo una persona que tiene habilidades emocionales, psicológicas, espirituales y afectivas para sobrellevar estas crisis, a una que no las tiene y encima tiene el haber salido de su país por obligación y de forma irregular, entonces desde ahí ya hay una responsabilidad por lo que de alguna manera, a nivel institucional provocaste.
Pero también está la responsabilidad personal, como yo como persona busco cómo aprender otras habilidades y no quedarme en este círculo de autocompasión, sino que hay que buscar cómo salir adelante y aclaro este comentario, porque hago salvedad de las personas víctimas de migración forzosa. Hablamos de las cosas que no nos enseñaron para sobrellevar estas situaciones emocionales, pero también la parte de ser el adulto que quisimos tener de niños. ¿Qué habilidades le estamos enseñando a nuestros niños para sobrellevar estas crisis de ira, de tristeza y del duelo migratorio?
Tomando en cuenta el tema de salud mental y que en Nicaragua no hay un presupuesto ni esquema de abordaje especifico ¿cómo crees que el Ministerio de Salud abordará –si es lo que hará- la crisis de salud mental subsiguiente al Covid-19?
Aquí no hay mayor comentario que, yo espero que lo haga de alguna manera adecuada, sin embargo hasta ahorita las respuestas en Nicaragua no han sido las correctas, empezando por la salud física que es mal abordada, no puedo opinar sobre la salud mental; si ves como las personas se están enfermando, las cifras las están ocultando, el personal no se está protegiendo y el Estado sigue llamando a concentraciones multitudinarias me pregunto ¿Cómo irán a abordar esto si ni siquiera la persona encargada se ha pronunciado?, al contrario, la gente que está trabajando en hospitales públicos han denunciado la forma en que han vivido esto, el silencio impuesto, no es solamente el virus y que no podes despedir a tu familiar que falleció sino que te silencian y te dan un documento que dice mentiras, eso ya le va sumando.
No nos quedemos con lo negativo, ya que hemos hablado del mal manejo del Estado, veamos al pueblo, lamentablemente en medio de todo, es un ejemplo a seguir ver cómo la gente ha realizado cuarentena autogestionada, usan mascarillas aunque el Estado dijo que no, no envían a sus hijos a la escuela aunque las actividades sigan. También con el tema de migrantes, lo vi cara a cara, quizá como institución no estás dando una buena acogida, pero los pueblos donde llegaban, las personas migrantes, te encontrás cada historia de acogida, acompañamiento, solidaridad, de que han estado ahí y que han ayudado. Lo ideal es que lo hagan las instituciones, pero sabemos que no pasará.
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El gobierno nicaragüense como tal ¿Qué papel juega en la situación de respeto y/o vulneración de DDHH con los nacionales y con los extranjeros durante esta crisis?
Con los nacionales es más que obvio que se ha dado mucha vulneración a los derechos humanos y que no solo viene del presidente y vicepresidenta, a quienes siempre nos dirigimos, sino también las autoridades mismas que sostienen a estas autoridades en el poder. De alguna manera, han emitido mensajes que la población si o si han seguido y le afecta a los nicaragüenses y migrantes, niños y mujeres.
Se supone que el Estado tiene como deber proteger a las personas que se encuentren en el territorio, garantizar los derechos humanos, la seguridad de las personas que estén en ese territorio y pues, a nivel internacional no se está cumpliendo, pero cayendo a Nicaragua, hasta ahora en registro no se han pronunciado personas migrantes sobre esta situación. Pero si desde antes ya se cuestionaba, porque no brindaban salud adecuada ni servicios adecuados a esta población, peor ahora; si a los nacionales se les vulnera, las personas refugiadas probablemente estén atravesando una situación crítica.