Investigación del New York Times denuncia más de una década de sexismo en el fútbol femenino español
Denuncian "paternalismo" y "abuso verbal" a todos los niveles hacia las futbolistas y las integrantes del sistema.
Una investigación publicada por el New York Times, con entrevistas a más de diez mujeres que trabajan en el fútbol español, denuncia «más de una década de sexismo», de «paternalismo» y «abuso verbal» a todos los niveles hacia las futbolistas y las integrantes del sistema.
Beatriz Álvarez, presidenta de la Liga femenina española; Vero Boquete, excapitana de la selección; y Ana Muñoz, ex vicepresidenta de integridad de la Real Federación Española de Fútbol, entre otras, lamentaron un trato vejatorio por parte del presidente federal Luis Rubiales y los exseleccionadores Jorge Vilda e Ignacio Quereda.
La investigación del New York Times fue realizada después del escándalo provocado por el beso no consentido que Rubiales dio a la futbolista Jennifer Hermoso en la ceremonia de entrega de las medallas del Mundial femenino, conquistado por primera vez por España.
Álvarez tildó a Rubiales de «chovinista egocéntrico», que nunca mostró interés en la liga de fútbol femenino y que dirigió su deporte basándose en «el menosprecio y la humillación».
La presidenta aseguró además que la RFEF es una «estructura corrupta» y que Rubiales «intentó sabotear la apertura de la temporada de fútbol femenino 2022-2023» al ayudar la organización de una huelga arbitral que obligó a aplazar la disputa de la primera jornada, destaca el New York Times.
Vero Boquete contó que entre 2015 y 2017 el entonces seleccionador Jorge Vilda tenía un comportamiento muy controlador hacia las futbolistas. Según la futbolista del Fiorentina italiano, Vilda quería que las jugadoras estuvieran «dónde él podía verlas» cuando se reunían para tomar un café y también decidía dónde se tenían que sentar durante las comidas.
Además, exigía que las jugadoras «dejaran sus puertas abiertas por la noche para que pudiera asegurarse de que todas estuvieran en la cama».
«Si te vas a otras habitaciones, quizás vas a hablar de él», afirmó Boquete.
Ana Muñoz, que dejó su cargo de vicepresidenta de integridad de la RFEF en 2019, aseguró al New York Times que durante su trabajo se sintió como un elemento «decorativo».
Subrayó que quince los 18 miembros de la cúpula directiva eran hombres y que, pese a estar a cargo del departamento de integridad, se le impidió suspender a uno de ellos, al estar investigado por usar fondos federales para remodelar su casa.
«No podía entender que un departamento de integridad no pudiera ocuparse de temas de integridad», reconoció Muñoz.
El diario neoyorquino asegura además que accedió a documentos que revelan que Rubiales estaba contrario al fútbol femenino profesional desde el comienzo y que en 2020 se opuso a la creación de la liga.
Rubiales está temporalmente suspendido de sus funciones como presidente por la FIFA, mientras investiga su comportamiento durante la final del Mundial, en la que también se agarró los genitales en el palco al celebrar la victoria de la selección española.
Jenni Hermoso formalizó el martes su denuncia contra Rubiales por el beso en la boca que éste le dio en la entrega de medallas del mundial en Sídney, un paso que motivará la presentación de una querella por la Fiscalía.
Poco más de una semana después de que el ministerio fiscal le ofreciese la oportunidad de emprender acciones legales contra Rubiales como víctima de un presunto delito de agresión sexual, la jugadora de la selección española ha decidido denunciarle ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
Fuentes fiscales han informado de que fue ayer, martes, cuando Hermoso formalizó denuncia expresa contra él en el marco de una comparecencia que tuvo lugar en la sede de la Fiscalía General del Estado, en Madrid, para «proteger» su «privacidad».