“Tiene un problema grave de formación, de educación y personalidad”, dijo el entrenador Gustavo Quinteros al definir al jugador del Colo Colo, Jhordy Thompson, quien a los 19 años ha sido imputado por femicidio frustrado en Chile tras golpear con brutalidad a su pareja.
Hace más de 50 días, el 15 de noviembre, Thompson salió de una cárcel en Santiago, donde cumplía una medida cautelar de prisión preventiva, para pasar a un régimen de arresto domiciliario tras ser imputado por femicidio frustrado, lesiones y desacato.
“Quisimos ayudarlo en todo momento, reinsertarlo en la sociedad, como buena persona, sin esos errores”,
explicó con frustración el entrenador argentino nacionalizado boliviano.
“Tengo una pena enorme, mucha angustia”, añadió, como si tuviera una terrible premonición, el técnico Quinteros, a quien los dirigentes de Colo Colo le anunciaron hace pocos días que no le renovarán el contrato, a pesar de promover la conquista de cuatro títulos en tres temporadas.
Thompson cumplió apenas 10 de los 45 días de prisión preventiva que recibió por atacar con brutalidad el 5 de noviembre a su pareja, Camila Sepúlveda, al parecer bajo los efectos del alcohol.
Camila Sepúlveda, quien dice estar decidida a llevar a juicio al futbolista, recibe amenazas e insultos y, sin quererlo, ahora se siente luchando contra un sistema tibio que parece privilegiar al agresor.
Lea: Cuando se santifica al ídolo deportivo
Esto porque a pesar de las graves pruebas de violencia aportadas, el jugador negocia con el vivo interés de Colo Colo su salida del país para fichar por el club ruso Oremburg.
Este no es el único escándalo que salpica a conocidos deportistas. Sin embargo, muchos denunciados por violencias machistas han sido absueltos o han llegado a un acuerdo con sus compañeras o exparejas.
¿Falta contundencia en la respuestas a la violencia machista? Para muchas víctimas, las reacciones tibias en contra deportistas famosos contrastan con el rigor con el que se afrontan otros casos, como los de racismo.
El deporte de Estados Unidos ha sido marcado por distintos casos de violencias machistas en los últimos años.
El más reciente es el que involucra al baloncetista Miles Bridges, jugador de los Charlotte Hornets, quien tiene un proceso judicial pendiente por violar el año pasado una orden de protección tras agredir a su novia con sus dos hijos presentes en Los Ángeles.
Al alero le fue recientemente negado el acceso a Canadá, donde su equipo se midió con los Toronto Raptors, mientras se espera la evolución del caso.
Otro caso reciente fue el de Rajon Rondo, dos veces campeón de la NBA, acusado por su expareja de amenazarla con una pistola y de maltratar a sus dos hijos.
El jugador recibió inicialmente una orden de alejamiento, pero un tribunal de Louisville (Kentucky) anuló esta medida en junio de 2022 tras un acuerdo con su expareja.
El golfista Ángel Cabrera, ganador del US Open de 2007 y del Masters 2009, recibió libertad condicional el 4 de agosto tras cumplir 30 meses de su condena.
En 2016 golpeó a su exesposa, Silva Rivadero, y en 2021 recibió dos años de prisión por atacar a su expareja Cecilia Torres.
En noviembre de 2022 el cordobés de 54 años, segundo golfista argentino y latinoamericano que ganó un ‘major’, fue condenado a dos años por atacar a su compañera Micaela Escudero.
El 15 de diciembre volvió a los campos de golf para participar en el Abierto del Litoral, de la ciudad argentina de Rosario.
Uno de los casos de violencia contra la mujer que estremeció al deporte mexicano lo protagonizó el centrocampista ecuatoriano Renato Ibarra cuando jugaba con América.
En 2020 agredió a su mujer, Lucely Chalá, y la Fiscalía General de le imputó los cargos de “tentativa de femicidio y aborto”.
Ibarra estuvo detenido 48 horas y luego fue trasladado al Reclusorio Norte, que abandonó luego de que Chalá lo perdonó a cambio de un apartamento, el pago de la manutención de su hijo y la promesa de tomar un curso para prevenir la violencia en el hogar.
Considerado el mejor lanzador mexicano en las Grandes Ligas de béisbol, en septiembre del año pasado, Julio Urías fue detenido en Los Ángeles, donde jugaba con los Dodgers, por violencia de género.
Fue liberado tras pagar una fianza por 50,000 dólares, pero fue suspendido y quedó fuera de la temporada.
Urías, campeón de la Serie Mundial con los Dodgers en 2020, tenía un antecedente de violencia al empujar a una mujer durante una discusión un año antes.
