En buscan de fondos para comprar tierra a mujeres campesinas

Veinte mujeres campesinas de León y Chinandega, organizadas en la Coordinadora de Mujeres Rurales, serán beneficiadas mediante una campaña que pretende recaudar 80 mil dólares para la compra de tierra para el cultivo.

Las futuras beneficiadas actualmente no cuentan con tierras para cultivar por lo que alquilan terrenos para sacar su producción, dijo la presidenta de la CMR, María Teresa Fernández.

La iniciativa de recaudación de fondos denominada «Con tierra propia cambiaré mi vida» se realizará mediante la plataforma GoFundMe, la cual será lanzada el próximo 15 de octubre, día mundial de las mujeres rurales, y se mantendrá en línea durante tres meses, tiempo en el que esperan recaudar los fondos que necesitan.

«La tierra es fundamental para el empoderamiento económico de las mujeres, les permite ser independientes y ellas pueden decidir qué cultivar», indicó Fernández. En paralelo, la CMR realiza otras actividades de recaudación de fondos como ferias y bazares en donde venden productos que ellas mismas elaboran para contribuir a alcanzar la meta.

En mayo de 2010 la Asamblea Nacional aprobó la Ley creadora de un fondo para compra de tierra con equidad de género para mujeres rurales (Ley 717), sin embargo su aplicación no ha sido efectiva, y desde entonces las mujeres campesinas han solicitado la asignación de fondos para el cumplimiento de la misma, pero sus demandas no han sido escuchadas, según la ONG.

La Coordinadora de Mujeres Rurales (CMR) aglutina a 600 mujeres campesinas organizadas en 15 cooperativas de León y Chinandega, departamentos afectados por el cambio climático. En Nicaragua las mujeres campesinas organizadas en la CMR llevan diez años trabajando por hacer efectivo su derecho a acceder a la tierra, indicó Fernández.

Según la organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las mujeres rurales son responsables por la mitad de la producción de alimentos a nivel mundial, pero en América Latina y el Caribe continúan viviendo una situación de desigualdad social y política, la cual se expresa en su acceso y propiedad sobre la tierra.