Ante la incapacidad del régimen para prevenir la propagación del coronavirus, las empresas del sector privado en Nicaragua adoptaron medidas organizativas y preventivas extremas para proteger a sus colaboradores, que incluye el cierre de algunas fábricas.
Para enfrentar el riesgo, algunas empresas del sector industrial tomaron la decisión de alquilar buses para transportar a su personal como una situación de contención para evitar la propagación del virus que tendría un fuerte impacto tanto para empleadores como trabajadores, afirmó el presidente de la Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin), Sergio Maltez Tapia.
“Hay algunas industrias que ya están alquilando buses particulares y están limpiando el bus para que el empleado de alguna manera no corra el riesgo, se están cambiando las puertas y que sean abatibles en las oficinas, sobre todo las de la entrada para no estar poniendo las manos en las cerraduras”, insistió el presidente de Cadin.
Según Maltez, las empresas del sector industrial de Nicaragua están impartiendo “charlas y capacitación al personal, aumento de las medidas sanitarias (colocar) jabón en los lavamanos, reforzar medidas de higiene, alcohol gel y horarios escalonados” para evitar el contagio de coronavirus.
ZONA FRANCA
Es uno de los sectores que genera una importante cantidad de empleos en el país. Pero ante la pandemia que se sigue propagando en el mundo las empresas están implementando sus protocolos de prevención contra el virus.
Las medidas de prevención tomadas por estas empresas de Nicaragua frente al coronavirus incluyen hacer un monitoreo diario particularmente de aquellos grupos más vulnerables o de “alto riesgo” como las personas mayores de edad y las mujeres en estado de embarazo, mencionó Dean García, director ejecutivo de la Asociación Nicaragüense de la Industria Textil y Confección (Anitec).
“Eso significa un paquete de medidas que varían, desde tomar la temperatura a los trabajadores al entrar a la fábrica, restricción a las visitas a las plantas con un listado de empresas o personas que están autorizadas únicamente a visitar la planta o las áreas administrativas de la planta, mascarillas, puesto de lavados y desinfectado de manos, etcétera”, dijo García.
Frente a esta pandemia que ha provocado el deceso de 18,700 personas en todo el mundo y 417 mil contagiados en 185 países, según García lo importante es garantizar la salud de los trabajadores y “proteger el empleo”.
En ese contexto al menos dos empresas de zona franca, según el director ejecutivo de Anitec, han cerrado sus puertas temporalmente, una de ellas es Gildan, una de las más grandes del sector textil en Nicaragua.
“Las medidas que se están tomando en Estados Unidos están obligando a nuestros clientes a cerrar operaciones, el efecto indirecto de la crisis del coronavirus es que, por ejemplo, un cliente te manda a decir ya no hay más contratos, ya no me sigas produciendo hasta nuevo aviso”, señaló García.
Gildan genera al menos 11,000 empleos en sus tres plantas ubicadas en San Marcos, Rivas y Masatepe.
“Con el fin de velar por la salud y bienestar de nuestros colaboradores y ante falta de materia prima debido a la suspensión de operaciones en nuestras plantas textiles ubicadas en Honduras, siguiendo las medidas de prevención que ese país ha establecido ante el covid-19, Gildan Nicaragua ha decidido, en acuerdo con los representantes de las organizaciones sindicales, la suspensión temporal de labores a partir de este lunes 23 de marzo“, indica la empresa en un comunicado.
El caso de esta empresa que “no tiene órdenes de trabajo” provocará una contracción en este sector económico.
“Ciertas empresas están tomando esas medidas para proteger el empleo, es decir mandar a los trabajadores de vacaciones o suspender temporalmente, revisar sus políticas internas para proteger la salud de los trabajadores y el empleo, el último recurso cuando ya no haya nada que hacer es que se va a tener que evaluar la posibilidad de cierre de las empresas, hasta el momento tenemos notificado dos empresas”, afirmó García.
TELETRABAJO, UNA OPCIÓN
El teletrabajo es una medida preventiva y de “carácter excepcional y temporal”, pero en vista que en Nicaragua no existe Ley de Teletrabajo, “lo más viable es implementar el trabajo remoto para las funciones que no requieran tener físicamente al trabajador en la oficina”, a través de un Acuerdo de Trabajo Remoto por alerta sanitaria COVID-19, sugiere una guía que distribuyó esta cámara entre sus asociados.
La “Guía laboral para afrontar el riesgo del coronavirus en las empresas”, que entregó Cadin a cada una de las empresas, remarca que si se produce un contagio en un centro de trabajo porque el empresario no ha adoptado medida alguna para evitarlo, la empresa incurre en una “falta grave” calificada así en la Ley 664, Ley General de Inspección del Trabajo.
Esa falta grave hace responsable a la empresa de una multa de entre cuarenta a ochenta salarios mínimos vigentes en el sector económico que esté actualmente.
“Todas las empresas tienen un protocolo específico (…) Lo que estás viendo es que hay otras industrias que están brindando servicio a domicilio, los huevos están llegando a tu casa, empresas grandes de industria, la carne, que están ofreciendo sus servicios y eso va ir sucediendo mientras aumente esta situación porque al final el objetivo es no poner en riesgo la vida de las personas”, agregó Maltez.
AMCHAM EMPLAZA AL GOBIERNO
Por otro lado, la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (Amcham) criticó el actuar de régimen tomando en cuenta que gobiernos de diversos países, incluidos todos los centroamericanos con la excepción de Nicaragua, han tomado acciones decisivas y difíciles para frenar el avance del virus.
“Vemos con suma preocupación la promoción por parte del gobierno de actividades en espacios públicos con gran afluencia de personas, y la ausencia de medidas drásticas y contundentes que eviten la propagación acelarada de la pandemia”, refirió Amcham en un comunicado.
El sector de microfinanzas, a través de un comunicado emitido por la Cámara de Microfinanzas (Asomif), advirtió que las 27 instituciones que aglutina mantienen una campaña de prevención, inclusive con los clientes a quienes invitan a hacer uso de la «tecnología, líneas telefónicas de atención al usuario y medios de pagos puestos a disposición por las instituciones para evitar elevar el riesgo».