Dos años han pasado desde el ataque que sufrió Doribel, una joven madre migrante nicaragüense, que el 30 de abril de 2022 se convirtió en una víctima de la violencia machista en España, de las que arrastra gravísimas secuelas físicas y sicológicas. Su agresor, un hombre de origen vasco, identificado como Aitor Burgos, de 36 años, hoy se enfrenta finalmente a la justicia.

Las cicatrices en el rostro, cara, pecho y parte de las piernas y brazos son evidentes, debido a las “quemaduras graves” que sufrió la madrugada de ese 30 de abril de 2022. La nicaragüense estuvo en cuidados intensivos de la Unidad de Grandes Quemados del hospital de Cruces en Bilbao, en el norte de España.

Burgos y la víctima, que tenía una niña de su anterior pareja, se fueron a vivir juntos a un inmueble, en el barrio de Atxuri, una relación que duró poco tiempo por los episodios de violencia que eran frecuentes en Aitor.

“En esos meses ella se da cuenta el tipo de persona que es (Aitor Burgos), intenta dejarlo, pero en ese intento pasan muchas cosas. Era un tipo violento, controlador y como la mayoría de los agresores quería aislarla de su familia”, dijo a La Lupa, Silvia Zúniga de la organización Feministas por Nicaragua Euskal Herria.

Una madrugada de violencia y terror

Anteriormente, Burgos había estado implicado en un caso de intento de homicidio en el que la víctima fue una hermana de Doribel, a quien atropelló y ha “tenido que pasar por múltiples operaciones para recuperar la movilidad de su pierna”.

doribel

“Esto atemoriza a Doribel y el hombre la amenaza y le dice que no lo puede denunciar, porque sino la iba a incriminar. Ahí comienzan las amenazas y las agresiones iban incrementando. Este tipo la tenía controlada y le quitó sus pasaportes. Cuando vio que Doribel estaba decidida a marcharse, planificó atentar contra la vida y matarla, y hacer pasar como que ella quería suicidarse”, relata Zúniga.

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El día de los hechos, Aitor empezó una discusión con Doribel por el mismo asunto del intento de homicidio. La amenazó con matarla y le gritó que si “iba a la cárcel, ella iría con él” o con “quitarle a la niña”.

Durante la discusión, Aitor golpeó a Doribel y quedó inconsciente. Con la intención de acabar con su vida, provocó un incendió que se propagó rápidamente en el local. “Roció a Doribel con un líquido inflamable y este agresor se hacía pasar como que era un accidente y que ella se quería quitar la vida. Cuando ella empieza a comunicarse, confirma que había sido este hombre y se activa un protocolo en el hospital y es detenido”, señala Zúniga.

Aitor Burgos fue detenido el 7 de junio de 2022. Han pasado 753 días en los que Doribel espera a la justicia española.

Condición de migrante frena justicia para Doribel

A raíz del conflicto sociopolítico que vive Nicaragua desde 2018, Doribel migró a España con su anterior pareja y su hija que en ese tiempo tenía tres años de edad. Tras una separación, en Bilbao conoció a Aitor Burgos, con quien entabló una relación que “duró pocos meses”.

El agresor Aitor Burgos lleva detenido dos años y el juicio, que empieza este 22 de mayo, no se había podido celebrar, porque “aún no se determinaba cuánto era el daño que había sufrido Doribel” por las quemaduras.

La joven nicaragüense fue sometida a seis intervenciones quirúrgicas y faltan algunas para “reconstruirle el rostro”. En este proceso, se confirmó que ha perdido la audición y tiene cicatrices visibles.

La integrante de Feministas por Nicaragua Euskal Herria lamenta que a este caso no se le esté dando la importancia que requiere por tratarse de una “mujer migrante”. “Uno de nuestros eslogan es que la vida de las mujeres migradas también importa y si fuese el caso de una mujer autóctona los medios (de comunicación) hubiesen saturado buscando información y hubiese sido una noticia que le daba la vuelta a toda España, pero en este caso es una mujer migrada y sentimos que no se le ha dado la misma relevancia”, añadió Zúniga.

Esta organización al conocer el caso empezó a apoyar a la nicaragüense y acudieron al Ayuntamiento de Bilbao para “plantear la situación, porque la víctima no era solo Doribel, sino su hija y su hermana”, por la “desprotección en la que se encontraban”.

“El Ayuntamiento, no dio una respuesta y no ha dado una respuesta ante esta situación de vulnerabilidad que vivió esta familia. Nosotros le hemos apoyado con nuestros propios recursos”, explica Zúniga.

El Ayuntamiento es órgano de gobierno del municipio en Bilbao, que está integrado por un alcalde y los concejales.

Lo que se espera del juicio en España

El juicio se extenderá hasta este 24 de mayo en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Bilbao.

El diario El Correo, que tuvo acceso al expediente judicial, detalla que la Fiscalía solicita 29 años de prisión para Aitor Burgos, acusado de intento de asesinato en concurso con incendio, por tratar de quemar viva a Doribel, delito por el que piden 25 años y cuatro más por delito contra la administración de justicia.

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Según El Correo, la Fiscalía también estaría pidiendo una indemnización de medio millón de euros, es decir el equivalente a aproximadamente 545,000 dólares.

“Doribel tardó más de un año en poder estar medianamente estable, pero desde que pasaron los hechos a la fecha ella ha estado en un centro de atención especializada, lejos de su hija (…) Y nos hemos encontrado con una indiferencia total por parte de las instituciones, con retardación de justicia y ahora que, por fin, inicia el juicio queremos hacer presión social para que se exija justicia”, advierte Zúniga.

Según Zúniga, “hay rumores” de que el abogado defensor del acusado estaría alegando que éste tiene un “problema mental”.

“No queremos que este feminicidio frustrado se ampare bajo esa condición que supuestamente tiene este agresor”, añadió.

A lo largo de este proceso, Feministas por Nicaragua Euskal Herria acompañará a Doribel y su familia, que son los principales testigos. A su vez, desde las redes sociales de la organización se está haciendo un llamado a la acción de la “solidaridad feminista” para pedir justicia.

«Reconocemos que la violencia hacia las mujeres sigue siendo una de las problematicas sociales más alarmantes, pero este tipo de violencia se agrava cuando se intersecciona con las realidades que vive una mujer migrante en este territorio», puntualiza la organización.

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La Lupa Nicaragua