El régimen de Daniel Ortega mandó a nombrar a Nahima Janeth Díaz Flores como la nueva directora general del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor), a través del acuerdo presidencial 53-2020 que fue publicado este jueves en La Gaceta.
Previo al nombramiento de Díaz se acordó, mediante el acuerdo presidencial 52-2020, dejar sin efecto, por motivo de fallecimiento, el nombramiento de Orlando Josè Castillo, en el cargo de director general Telcor.
Cabe mencionar que, la nueva directora general de Telcor es hija del sancionado comisionado general de la Policía Nacional y consuegro de la dictadura Ortega-Murillo, Francisco Javier Díaz Madriz. La joven nació producto de la relación de Díaz con Janett de los Ángeles Flores.
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Díaz Flores además es miembra activa de la Juventud Sandinista, es parte del grupo «exclusivo» que acompaña de relleno en las tarimas que montaba el dictador Ortega para lanzar sus largos y repetitivos discursos. También se conoce que laboró para DNP Petronic.
La hermana de la nueva directora general de Telcor, Blanca Flores, es la esposa de Maurice Ortega Murillo, hijo de la pareja de dictadores de Nicaragua, este vínculo le ha traído a la familia grandes «avances», pues el primero en ascender fue Díaz Madriz, cuando el 23 de agosto de 2018, cuatro meses de que iniciaron las protestas contra el régimen Ortega-Murillo, fue nombrado como comisionado general de la Policía.
Política de compensación
Tamara Dávila, miembro del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), afirmó que este nuevo nombramiento, además de alimentar el nepotismo que reina en Nicaragua, es parte de la estrategia del régimen Ortega-Murillo para mantener el control de todas las instituciones del Estado de Nicaragua.
A su vez consideró que la dictadura Ortega-Murillo está «ratificando» sus practicas de «premio o compensación» para sus seguidores y cómplices de violaciones a derechos humanos.
«En Nicaragua no hay democracia y este tipo de acciones lo ratifican… lo que están haciendo con este nombramiento es dar un premio. Están intentando cerrar filas con la gente que les esta quedando… también están es queriendo ratificar esa política de compensación con sus adeptos y allegados», criticó Dávila.
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