Deserción escolar ante rebrote de COVID-19, una realidad que el régimen no quiere aceptar
Al menos 134 maestros fallecidos por COVID-19 reporta la Unidad Sindical Magisterial de Nicaragua
Al menos 134 maestros fallecidos por COVID-19 reporta la Unidad Sindical Magisterial de Nicaragua
Aunque al principio del año lectivo 2021, «Sonia» decidió mandar a su hijo de 12 años a la escuela tomando algunas medidas de prevención contra el COVID-19, como el uso de mascarilla y alcohol, desde agosto pasado -mes en que la curva de contagios se elevó- según reportaron expertos, optó por sacarlo y resguardarlo en casa.
Esta madre de familia prefiere que su hijo pierda el primer año de secundaria, a que pierda su vida, pues se enteraron que en el colegio público donde estudiaba, muchos maestros se enfermaron de coronavirus, y las autoridades del Ministerio de Educación (Mined) guardaron silencio.
«No tomaron ninguna medida al respecto, los alumnos tuvieron contacto con esos maestros enfermos y aún así jamás quisieron suspender las clases, los expusieron, son irresponsables y solo quieren aparentar que todo está normal», cuenta la madre.
«Sonia», muchas veces intentó hablar con el director de ese centro educativo ubicado en Managua, y le sugirió buscar otros alternativas para que los alumnos estudiaron desde casa, y así no perdieran su año. Pero la respuesta era que «la decisión no dependía de ellos, pues solo acataban las órdenes de sus superiores».
La madre no tuvo más opción que sacar definitivamente a su hijo, y aunque los maestros han llegado a su vivienda a quererla persuadir para que lo regrese al aula, ella ha mantenido su postura.
La señora «Clara», madre de 2 niños de 8 y 14 años, también decidió sacar a sus hijos de clases por temor a que enfermaran. «No tuve opción, la profesora que le daba Lengua y Literatura a mi hijo más grande murió de COVID-19, y la directiva ni siquiera se tomó la molestia de informar al menos para que nos aisláramos, a esa pobre mujer le exigieron trabajar enferma, porque ella reportó que se sentía mal y no le dieron descanso, eso lo sabemos porque su familia lo denunció «, manifiesta Clara.
Además: Todo lo que necesitás saber sobre las vacunas contra la COVID-19
La madre comenta que el colegio donde su hijo estudió, nunca exigió la mascarilla a los alumnos, tampoco el uso de alcohol y todo el tiempo estaba sin agua, por lo que no podían ni lavarse las manos.
«Yo lo mandaba porque supuestamente todos iban a poner de su parte para cuidarse, los maestros decían que no permitirían aglomeraciones, que cada cierto tiempo sacarían a los estudiantes a lavarse las manos, que les aplicarían alcohol a la entrada de la escuela y nada de eso pasó», denuncia.
Se percató que «los chavalos todo el tiempo estaban expuestos, yo prefiero mil veces que pierda este año, y me tocará valorar si hay condiciones para que regresen en el 2022».
De acuerdo con una miembro de la Unidad Sindical Magisterial de Nicaragua (USM) a los maestros se les ha pedido que vayan a las casas de los alumnos a buscarlos para que regresen a la escuela, decisión con la que no están de acuerdo.
La entrevistada comentó a La Lupa, que hasta el momento registran al menos 134 maestros fallecidos a causa del COVID-19, y que muchos se contagiaron porque fueron obligados a llegar al salón de clases.
«Tenemos muchos casos de docentes fallecidos por COVID, también de sus familiares, un último caso se registró en un colegio del Distrito Siete, una profesora murió, también su papá y no pudimos hacer nada por asegurar a las personas que tuvieron en contacto con ella, las autoridades quisieron tener todo en secreto», denuncia.
La fuente indicó que los ponen en una situación muy peligrosa, “pero los educadores no pueden hacer nada o se quedan sin el trabajo, los colegios públicos no pueden asignar trabajos a los alumnos que no estén, a menos que el padre lleve una constancia que el niño está enfermo, se le da el tiempo para posterior valorarlo en la sección», comparte.
La sindicalista expresa que la decisión de mandar o no a clases a sus hijos la tienen los padres.
Lea: Dictadura promueve propagación de la COVID-19 en plena ola de contagios
Este año el Ministerio de Educación (Mined) logró la matrícula de 1 millón 765 mil 197 estudiantes, en las diferentes modalidades educativas. Sin embargo, de acuerdo con la fuente una buena parte de estos, salieron de las aulas por la falta de un protocolo ante la pandemia,
Para el año lectivo 2022 las matrículas empezarán este próximo 18 de octubre y culminarán el 30 del mismo mes. Las autoridades informaron que el proceso de matrícula puede realizarse de manera presencial o mediante el portal digital del Mined, sin embargo, los padres todavía se encuentran en un dilema si tomar o no el cupo.
La sindicalista agrega que los maestros trabajan todos los días con temor e incertidumbre, pues sienten que no pueden denunciar aquello con lo que no están de acuerdo.
«Los colegios no dan mascarillas, alcohol, o jabón líquido a los maestros, adicional, hay un problema serio, y es que en la mayoría de casos son los alumnos los que no se cuidan, sus padres aducen que no tienen para el cambio de mascarilla diario, los niños no la llevan puesta y si la andan la ensucian, la tiran al suelo, la vuelven a usar, entonces no hay seguridad ni para ellos, ni para los maestros», expone.
Agrega que la falta de agua potable también es un problema, y para tratar de resolverlo llenan los barriles con agua de lluvia.
«Eso no es higiénico, algunos barriles que ahora se usan, fueron lavados porque antes se usaban para la basura, esto para ponerlos en el portón, y qué pasa, todo el que entra mete las manos, y ese barril pasa por varios días sin cambiarse el agua», refiere.
La situación de los maestros en Nicaragua es complicada, según la sindicalista, pues el salario no les permite cubrir todos los gastos en productos para el cuido diario contra el COVID-19.
«Sumando que los alumnos no se cuidan, porque no hay conciencia, son pocos los que realmente toman sus medidas, incluyendo la de no llegar al aula, no es necesario que uno ande encima del padre recordando la importancia del cuido, o viceversa, se puede trabajar en conjunto», dice.
También menciona que el régimen Ortega Murillo no hace nada por protegerlos, pues para el Mined todo marcha perfecto, cuando en realidad no hay control de la pandemia y solo maquillan los datos.
Hasta el momento la Unidad Sindical Magisterial no tiene datos exactos de cuántos son los alumnos que han desertado de las aulas, «cuando se haga el cierre escolar podremos obtener el número, veremos también el número de matrículas para el 2022, pues ya están haciendo el llamado a los padres, que no lo hacen acompañar de un mensaje de conciencia para el cuido y prevención del COVID», puntualiza la fuente.
Por su parte, el director de un colegio en Managua que pidió se omitiera su nombre por temor a represalias aseguró que desde el principio de la pandemia han tratado de proteger a los maestros y alumnos tomando medidas como el lavado de manos constante, y uso de mascarilla, sin embargo, ha sido complicado que todos puedan acatar las medidas.
«Ha habido deserción escolar, me atrevo a decir que más del 50 por ciento, a pesar del protocolo que hemos implementando, pero ha sido una decisión personal de cada padre la cual respetamos, aunque se nos ha ordenado que no soltemos a los estudiantes, que insistimos, estamos ante una emergencia», manifiesta.
«Karina», maestra de primaria, asegura que ella trabaja con mucho temor, pues en su sección ya ha tenido casos de niños con síntomas sospechosos de coronavirus.
«A veces me ha tocado impartir clases a solo 6 o 10 niños, porque no llegan el resto, es una decisión sabia de los padres por contexto, pero también lamentamos que las autoridades no implementen algún mecanismo para que los niños sigan estudiando desde casa, o bien, para evitar aglomeraciones. Si ellos tuvieran conciencia, quizás ni habría deserción, pero no ha habido un buen manejo, mucho menos hacen campañas de prevención «, opina.
Otros educadores consultados por este medio, coincidieron que la tensión que hay en las escuelas es cada vez peor, pues hay muchos que tienen enfermedades crónicas y por ser el único sustento del hogar y ante la falta de oportunidades que hay en el país se exponen y callan ante muchas arbitrariedades de las autoridades.
“Nos obligan a participar en actividades, hace poco tuvimos que participar en los desfiles patrios, cuando estábamos en medio de un alarmante ascenso de casos positivos de COVID-19, es una tremenda irresponsabilidad, y solo podemos callar, es que necesitamos el trabajo, Dios nos ampare”, expresa una maestra.
Durante las actividades realizadas en el marco de las “fiestas bicentenarias”, los medios del régimen aseguraron que se estaban cumpliendo con las medidas de prevención, como el distanciamiento y uso de mascarillas, sin embargo, en las redes circularon imágenes donde se mostraba lo contrario.