Durante tres días seguidos Nicaragua reportó casos nuevos de covid-19, hasta completar nueve en menos de un mes. Hasta el caso número seis se confirmaba de otro cada 3.14 días, pero el comportamiento cambió el fin de semana pasado, se acortó el tiempo a cada 2.75 días; dichas estadísticas podrían estar relacionadas con el aumento de número de pruebas que realiza el Ministerio de Salud (Minsa), explica el neumólogo Jorge Iván Miranda, de la Asociación Nicaragüense de Neumología.

Miranda monitorea de cerca el desarrollo de la pandemia en el país, él mismo ha realizado las aproximaciones de los casos nuevos respecto al número de días. Explica que desde que se conoció que el covid-19 estaba en Nicaragua, los casos se duplicaban cada 7.6 días, lo cual es totalmente discordante con el comportamiento internacional. Hasta ahora el régimen de Daniel Ortega, a través del Ministerio de Salud (Minsa), ha tratado de mantener todo lo relacionado a la pandemia bajo su propio candado, las pruebas están centralizadas, los protocolos son realizados y ejecutados solos por ellos, y la estadística que muestra cómo avanza la pandemia no es información pública, pese a ser un tema de interés nacional.

Nicaragua es el país de toda Centroamérica que ha reportado menos casos confirmados, y que paradójicamente, ha contrariado al mundo, impulsando actividades de proselitismo político que facilitan las aglomeraciones, que es lo opuesto a las recomendaciones emitidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para evitar más propagación del covid-19. Hasta este viernes, los casos del nuevo coronavirus en el Istmo eran de 9, 881, liderados por Panamá con 4, 210 casos.

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El infectólogo Carlos Quant coincide con Miranda que los tiempos de confirmación de nuevos casos hasta el 11 de abril se habían acortado. “En la mayoría de países una vez que se comienzan a registrar casos hay una curva lenta de ascenso inicial que luego se hace rápido en el término de semanas”, expresó el especialista.

No obstante, el tiempo en que la curva se vuelve más empinada o comienza a verse un aumento exponencial depende de que tan tempranas y enérgicas son las medidas que se implementan, explicó. Esto se traduce en Nicaragua en visitas casa a casa, sin ningún tipo de protección, por parte de trabajadores del Minsa, y fanáticos del régimen orteguista para informar, a su manera, de la enfermedad; no hay cuarentenas y el seguimiento a casos sospechosos es bien variable. Un día se reducen a cero, y en otro, se duplican. Son sumas y restas confusas, que no facilitan la transparencia de la información sobre el avance de la pandemia.

 “Tal y como la mayoría de modelos lo han establecido es cosa de tiempo ver ese incremento en el país”, expresó el infectólogo Quant. Por su parte, el epidemiólogo Álvaro Ramírez, participó junto a otros especialistas en un webinar este viernes, y explicó que pese a que no hay muchos casos confirmados en Nicaragua de coronavirus no es sinónimo que la pandemia no avance, más bien, toma su tiempo.

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Su aproximación del impacto de la pandemia, bajo el supuesto que el gobierno de Ortega podría imponer una cuarentena en mayo, tiempo en el que se espera un mayor número de casos, un avance de la curva de contagios hacia arriba, es que unos 5 millones 241 mil personas se infectarían, los casos severos serían 121 mil, estos requerirían de hospitalización y los que tendrían que ingresar a una Unidad de Cuidados Intensivos se estiman en 32 mil. La estadística de la muertes alcanzarían a 24, 300 personas; todos estos datos son muy inferiores a las proyecciones del Minsa, que indican la posibilidad de 813 muertes posteriores a la confirmación del primer caso, durante un lapso de seis meses.

Ramírez advierte que estos números resultan bajo la consideración que se hacen intervenciones, como una cuarentena, pero si no se hace, las estadísticas podrían variar de forma significativa. “La responsabilidad de los políticos y los tomadores de decisiones es entender el riesgo al que se está sometiendo a la población (…)”, expresó.

El médico Quant explica que en ausencia de un muestreo es imposible conocer cuál es el comportamiento actual de la epidemia, y es hasta cuando se vea un incremento en las hospitalizaciones y muertes por neumonías que será posible que se tenga una epidemia generalizada con varias semanas de evolución a nivel comunitario, explicó. Mientras todo esto pasa, el Minsa sigue asegurando que todos los casos de covid-19 son importados.

 

Desde el pasado once de abril el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo no informan sobre ningun nuevo caso confirmado de covid_19. Hasta el viernes 17 de abril informaban de 12 personas en «seguimiento responsable y cuidadoso».

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