Los miembros de la Compañía de Jesús a través de la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina y El Caribe lamentaron que continúe agravándose la crisis política de Nicaragua y rechazaron la campaña de calumnias y agresiones que sufre la Universidad Centroamericana (UCA).

“Lamentamos profundamente que continúe agravándose la crisis política de Nicaragua y que se haya interrumpido la posibilidad de diálogo entre el Gobierno y la oposición, con el consiguiente incremento del sufrimiento del pueblo nicaragüense”, señala el comunicado emitido este viernes por los jesuitas.

La campaña de calumnias y agresiones que sufren la UCA de Managua en sus estudiantes, sus directivos también es contra su rector, el padre José Alberto Idiáquez a quien acusan en redes sociales de “delincuente, fascista, terrorista, golpista”.

“Denunciamos particularmente la mentirosa y calumniosa campaña mediática de odio que, con la complacencia del Gobierno, se ha desarrollado en la última semana en contra de la UCA y de los jesuitas, de sus colaboradores y, particularmente, del padre Idiáquez a quienes respaldamos plenamente en su servicio”, señalan.

El padre Idiáquez se ha caracterizado por su amplio liderazgo jesuita y su compromiso por la defensa de los derechos humanos. En junio de 2019, el rector de la UCA recibió el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Seattle, por su labor humanista.

“Responsabilizamos al señor Daniel Ortega y a la señora, Rosario Murillo, por la seguridad, la vida y la integridad de la UCA y de cada uno de sus miembros, sean estudiantes, académicos o directivos, y particularmente por la integridad y la vida del padre José Alberto Idiáquez, rector de la UCA”, advirtió la Compañía de Jesús.

Persecución contra la UCA

Desde el inicio del estallido social y después del desmantelamiento de los tranques a través de la “operación limpieza” que ejecutaron paramilitares organizados con miembros de policía orteguista, los nicaragüenses continúan a la fecha sufriendo la represión de parte de aparatos estatales y paraestatales leales al régimen.

La comunidad estudiantil y cada uno de los miembros que conforman la UCA en su conjunto también están sufriendo las consecuencias de la represión ejercida por la dictadura en Nicaragua.

La UCA es una de las universidades que abiertamente rechaza las violaciones de derechos humanos en Nicaragua, incluso a finales de septiembre pasado esta alma mater sirvió como sede para el Museo de la Memoria contra la Impunidad que fue organizado por la Asociación Madres de Abril (AMA).

El año pasado, la universidad también sirvió como escenario en el que jóvenes universitarios y autoconvocados protestaron contra la dictadura de Daniel Ortega a pesar del asedio policial.

El pasado tres de febrero los universitarios revivieron las protestas, pero además del asedio policial detectaron que dentro del recinto estaba el fanático orteguista, José Leonel Suazo tomándoles fotos y videos.

Desde ese día el régimen inició una campaña de persecución contra varios jóvenes universitarios, pegaron carteles en los alrededores de esta casa de estudios exponiendo sus rostros y en redes sociales empezaron a desprestigiar al cuerpo docente.

“Respaldamos plenamente a la UCA como ente universitario en su labor de enseñanza, investigación y servicio social, papel que ha cumplido con ejemplar dedicación desde los tiempos en que Nicaragua era una esperanza para el mundo, y que sigue desarrollando con total independencia a pesar del asedio y el acoso de que es objeto en los últimos años”, expone el comunicado.

En ese contexto, una joven universitaria de 16 años que participó en el primer plantón de este año en la UCA, denunció esta semana ante la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) que teme por su vida porque han llegado a buscarla a su casa y circularon su rostro, dirección y carrera que estudia en papeletas que pusieron en la ciudad.

La Compañía de Jesús en el comunicado también señala que la UCA ha dado muestras de absoluto profesionalismo en el ejercicio de sus funciones de “enseñar, investigar y servir en función del bien común de todo el pueblo nicaragüense y del respeto a las libertades fundamentales de todos los ciudadanos”.

“Denunciamos, de manera firme y lo más amplia posible, ante la opinión pública y ante los organismos nacionales e internacionales, el asedio financiero, económico y físico constante de que ha sido objeto la UCA en los últimos tiempos”, puntualizan.

El comunicado además lo firman representantes de un millar de instituciones que forman sus redes de educación, de radio y comunicación, de capacitación social y asistencia humanitaria, de promoción humana, de investigación y desarrollo, y de servicios pastorales, etcétera.

Foto: La Prensa/ Archivo

Perfil del autor
La Lupa Nicaragua