El laborotario Generifar advirtió este viernes a los dueños de farmacias sobre la acción “ilegal” de grupos desconocidos que están falsificando la azitromicina, un antibiótico de amplio espectro para tratar ciertas infecciones, y que en el contexto del coronavirus pone en riesgo la salud de la población.

El representante legal, Álvaro Lacayo, señaló que las personas responsables de falsificar la pastilla en su presentación de 500 miligramos, además de utilizar el nombre del laboratorio Generifar también copiaron el número de registro sanitario de este producto.

El laboratorio Generifar, según Lacayo, recolectó muestras en distintas ciudades del país que fueron llevadas al Departamento de Control de Calidad de la empresa, para realizar un ensayo de “cuantificación química” y comparar con el producto que ellos elaboran.

“El ensayo de análisis cuantitativo realizado, arrojó la ausencia total del principio activo azitromicina, confirmando la falsificación de nuestro producto (…) El análisis comparativo realizado para las muestras indican realmente que se trata de un producto adulterado”, señaló Lacayo.

Otros detalles detectados

A partir del análisis hecho por el laboratorio se detectó que los empaques primarios y secundarios, es decir de cada blíster y/o caja, “no corresponden a los empaques” que este laboratorio tiene autorizado para la comercialización del producto en el país.

En ese ensayo se detectó que cada blíster del producto falsificado solo sobresale la leyenda “tablecap”, mientras que en el producto original autorizado por el Ministerio de Salud (Minsa) para su distribución se puede leer “tablecap recubierta”.

Según Lacayo, la denuncia ya fue interpuesta en el Minsa, quien fue notificado de los resultados del “Certificado de Análisis” emitido por el Departamento de control de calidad de este laboratorio.

El riesgo

El médico epidemiólogo, Rafael Amador, advirtió que el consumo de medicamentos adulterados además de implicar un riesgo muy alto para la salud, la ingesta supone extender la cura para la enfermedad.

“Si estás tomando un producto adulterado, crees que te estás tomando algo que te está sirviendo, pero no te está haciendo efecto, si es para una infección que te lo mandaron y no te está haciendo ningún efecto es como que estés tomando azúcar, la infección va a continuar y el doctor se va a confundir, porque no va a entender por qué no te has mejorado”, dijo Amador.

La azitromicina –agregó Amador– es un antibiótico que se utiliza para “infecciones del tracto respiratorio”. En el contexto del COVID-19 el Minsa, como parte del esquema de tratamiento, está utilizando la azitromicina como una “función antiviral”, pero según Amador “no se ha visto un resultado favorable como se esperaba”.

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