Agresiones a defensoras aumentaron 13%
Las agresiones contra defensoras se incrementaron durante 2023 y el Estado sigue siendo el principal perpetrador
Las agresiones contra defensoras se incrementaron durante 2023 y el Estado sigue siendo el principal perpetrador
Las agresiones contra defensoras de Derechos Humanos en Centroamérica y México se han incrementado en un 13%, según el registro mesoamericano de agresiones contra defensoras de la iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras).
De acuerdo con el registro hubo un total de 6,214 agresiones contra al menos 1,188 defensoras de derechos humanos y 73 organizaciones o grupos en El Salvador, Honduras, Nicaragua y México.
El incremento se explica por el aumento en el número de agresiones colectivas, las cuales pasaron de 2,683 en 2022 a 3,828 en 2023. El mayor peso de este cambio lo representa Honduras, donde este tipo de agresiones se triplicaron con relación al año precedente.
Diez defensoras fueron asesinadas en México, Honduras y El Salvador, entre ellas, tres mujeres trans que defendían el derecho a transgredir el orden de género y tres defensoras que buscaban a personas de su familia desaparecidas en diversos Estados de México. “Otras 47 compañeras fueron objeto de intentos de asesinato que, afortunadamente, no se consumaron”, destacó la organización.
El informe de IM-Defensoras destaca que siguiendo con la tendencia histórica, en 2023 el Estado volvió a ser el principal agresor, ya que más de la mitad de las agresiones registradas fueron perpetradas por actores estatales.
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“Sabemos que con frecuencia las autoridades nos agreden para proteger intereses y actores privados. Asimismo, uno de cada cuatro perpetradores (25,4%) fueron personas desconocidas, tanto físicas (11,6%) como virtuales (13,7%)”, explicaron.
Las feministas identificaron además tres modalidades de agresión que han cobrado especial relevancia, tanto por su incremento como por los impactos que generan en las que las sufren y sus entornos, estas son: el desplazamiento forzado, la criminalización y la violencia digital.
“Durante 2023 documentamos 240 agresiones relativas a desplazamientos forzados, lo que supone 4 veces más que en 2022. A nivel regional, registramos 130 inicios de causas judiciales y 116 detenciones arbitrarias. Y, documentamos 1,222 agresiones digitales”.
Según detallaron en el informe, los agresores recurren de forma sistemática a una diversidad de agresiones, caracterizadas por el hostigamiento constante y la vigilancia, también involucran amenazas y diferentes expresiones de violencia como la violencia psicológica, física y verbal.
En el caso específico de Nicaragua se registraron 1,508 agresiones contra defensoras, organizaciones y grupos nicaragüenses de defensa de derechos humanos. Sin embargo, hubo una reducción significativa de agresiones institucionales, ya que durante 2023 la mayor parte de las organizaciones de defensa de derechos fueron ilegalmente clausuradas.
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“En un contexto de cierre absoluto de todos los espacios de participación y defensa de derechos humanos, durante 2023 el foco de las agresiones se manifestó de forma individual (58%) y en agresiones colectivas (37%) hacia defensoras presas políticas, sus familiares y personas desterradas”, detalla IM-Defensoras.
En muchos casos, las defensoras nicaragüenses se han visto forzadas a desplazarse fuera del país a causa de las violencias que enfrentan, alejándose de sus familias, comunidades y colectividades.
“En 2023 registramos 69 desplazamientos forzados personales, siendo el año con mayor cantidad de desplazamiento de defensoras desde el inicio de la represión guberbamental que inicio en 2018”.
Sobre los procesos de criminalización a defensoras en Nicaragua, continúan 13 como presas políticas y, otras, “fueron liberadas y obligadas a permanecer en sus casas y presentarse a firmar de forma periódica ante agentes policiales, encontrándose en una situación de muerte civil de facto al no permitirseles trabajar o movilizarse libremente”, explica la organización feminista.