El año pasado se registró la mayor cantidad de estudiantes nicaragüenses becados en la Universidad de Costa Rica (UCR), siendo 255 jóvenes las y los beneficiados, informa María José Cascante, vicerrectora de Vida Estudiantil de la UCR en un panel virtual. La cantidad de nicas con becas y solicitantes de becas aumentan cada año desde 2018 de manera sostenida, y no se espera que el año 2022 sea diferente, asevera Cascante.
Durante el año 2018 la UCR becó a 215 nicaragüenses, en 2019 a 210, en 2020 a 225, y en 2021 a 255. Más del 86% de estos estudiantes son beneficiados con la beca socioeconómica 5, que es la categoría de beca más alta. También las personas nicaragüenses beneficiadas con la forma de pago como nacional ha aumentado desde 2018, siendo 3,292 nicaragüenses pertenecientes a esta lista. Este beneficio lo reciben estudiantes nicaragüenses con becas 1 y 2, o que tienen una condición socioeconómica diferente y no poseen beca.
“Esta es la consolidación de la matrícula que va aumentando claramente año con año, que podría evidenciar esa mayor demanda producto de la expulsión de los estudiantes de nuestro país vecino”, expone Cascante.
La solicitud de pago como nacional también ha aumentado en nicaraguenses refugiados, solicitantes de refugio o de asilo, lo que para la vicerrectora es un reflejo del mayor flujo de migración de nicaragüenses a su país. El año pasado el país vecino recibió 53 mil solicitudes de refugio de nicaragüenses, siendo la mayor cifra hasta ahora, según declaraciones del Subdirector de la Dirección General de Migración y Extranjería, Daguer Hernández, a la agencia de noticias Reuters.
Lea: Arianna Moraga: «Hace falta alzar la voz de los estudiantes»
“Creo que es importante señalar cómo la educación se vuelve fundamental en procesos de conflictos. Además, es importante que las personas estudiantes no solo tengan acceso a la educación en su país de recepción, sino que también tengan beneficios como estos. No solo el ingreso que cada año va siendo mayor, sino las posibilidades de recibir becas socioeconómicas y la posibilidad de estudiar en una pública de calidad como es la Universidad de Costa Rica, que sean subsidiados también por el Estado costarricense, busquen acercar más nuestras realidades centroamericanas, y la posibilidad de continuar con sus proyectos académicos”, manifiesta Cascate.
Génesis Herrera, joven exiliada por razones políticas y beneficiada con beca en la UCR desde el año pasado, señala que una de las dificultades de las personas nicaragüenses para acceder a la educación es la desinformación que hay en las instituciones educativas y en la misma población refugiada.
Esta situación también revictimiza muchas veces a los estudiantes una vez dentro de la universidad, pues muchos estudiantes nacionales de Costa Rica creen que las personas nicaragüenses le quitan becas o cupos a costarricenses, pero esto no es así, aclara.
Además: Nicaragua: Juventud bajo represión, cárcel y exilio
“Se decía que los refugiados o solicitantes de refugio no podían acceder a becas o a entrar a la universidad porque no tenían un documento de identidad. Esto sucedió mucho cuando las instituciones no sabían lo que significaba ser solicitante de refugio y sus derechos, pero sí se puede. Mi proceso fue de mucho acompañamiento. Existe la Iniciativa Universitaria por Nicaragua, que son profesores y profesoras de la universidad de Costa Rica que ayudaron a muchos jóvenes en el proceso de inscripción, matrícula y el estudio antes del examen de admisión”, explica Herrera.
Herrera recomienda a las y los jóvenes que deseen estudiar en la UCR, afiliarse a las instancias de la universidad que dan acompañamiento a las personas migrantes y a organizaciones que brindan información sobre el tema para conseguir becas.
