La violencia machista está “acabando con la vida de las mujeres” en Nicaragua, donde en menos de quince días se han registrado dos femicidios, seguidos de suicidio de los asesinos, manifestó Evelyn Flores, de la Red de Mujeres Contra la Violencia.
El más reciente caso ocurrió en el reparto San Manuel de la comarca Santa Rita de Tonalá, municipio de Puerto Morazán, en el departamento de Chinandega, donde la víctima fue una mujer de 34 años identificada como Antonia Noemí Velasquez Dolmus.
Según información preliminar, Wilmer Mairena, de 35 años, habría propinado varios machetazos en el cuello a su cónyuge, y posteriormente se suicidó. Ambos dejan en la orfandad a dos niñas de 11 y otra de 6 años, respectivamente.
“El principal problema que tenemos las mujeres en Nicaragua es que hay un comportamiento machista que está acabando con la vida de las mujeres, y además de eso, este comportamiento machista, de alguna manera, tiene y encuentra complicidad con todos los poderes del Estado, con los partidos políticos, con todas las expresiones e instituciones sociales”, señaló Flores.
La víctima se desempeñaba como docente en la escuela Alfonso Cortés en este municipio. El femicida también era maestro en el colegio Oro Verde de esta localidad.
El pasado 11 de abril, en la zona cinco de Ciudad Sandino, municipio del departamento de Managua, se registró un hecho similar. Una mujer de 35 años, identificada como Mercedes Cárcamo, fue víctima de la violencia machista cuando su pareja, Róger Salinas Pérez le dio un balazo.
El autor del crimen en Ciudad Sandino, posteriomente se suicidó, tal y como ocurrió en Chinandega. “Los hombres han logrado identificar que ellos pueden seguir ejercitando su poder, su machismo hacia los cuerpos de las mujeres, de las niñas y adolescentes”, señaló Flores.
DETECTAR MANIFESTACIONES
Según Flores, hay algunas manifestaciones de cuándo un hombre ejerce violencia contra la mujer, que pueden ser detectadas a tiempo antes de que conduzcan a la expresión más extrema de la violencia que es la muerte de la mujer.
“Es un hombre que siempre te está controlando, que te está diciendo palabras hirientes, te grita y a veces te hace jaloneo, entra a unas posiciones más fuertes de pellizco, de bofetadas y así va subiendo y escalando los niveles de violencia”, señala la defensora de derechos de las mujeres.
La vocera del régimen, Rosario Murillo, en su alocución diaria, lamentó el hecho ocurrido en Chinandega, invitando además a prevenir estas “tragedias” acudiendo a las Comisarías de la Mujer que están reabriendo en las delegaciones policiales, y que ellos mismos habían eliminado desde el 2015.
Flores, sin embargo, aduce que el mayor problema que enfrentan las mujeres es que en el país “no hay institución estatal que esté trabajando apegado a las normas jurídicas”.
“Lo que tenemos es un montón de funcionarios y funcionarias públicas que actúan como operadores partidarios y no apegados a la ley, entonces no contamos con instituciones estatales creíbles y que verdaderamente cumplan con su rol de prevención de la violencia, garantizarle la vida a las mujeres, cumplir con las leyes que actualmente tenemos vigente en Nicaragua”, señaló.
La defensora de los derechos de las mujeres enfatizó que la única solución es “cambiar de Estado”. “Necesitamos volver a tener instituciones estatales creíbles y que actúen apegado a la ley, sobretodo funcionarios públicos que respeten y cumplan con su rol de garantizarles los derechos a las mujeres”, alertó Flores.
Foto principal: La Prensa