El aumento de la inseguridad y la violencia que se vive en el país están estrechamente vinculados a la política y el «discurso de odio» que promueve el régimen, así como la existencia de grupos paramilitares que «actúan con impunidad», afirmó la experta en temas de seguridad, Elvira Cuadra.

En este escenario identifica otros «factores de riesgo» que inciden en este incremento de la inseguridad como la presencia de armas de fuego y armas de guerra en diferentes hechos y una «policía represiva».

“El aumento de la violencia está bastante relacionado sobre todo con los factores de riesgo, pero también con un tema que está incluso por encima de otros factores de riesgo y es la política del gobierno de los Ortega Murillo y el discurso de odio, el discurso que criminaliza a la gente y que excluye a los sectores de población”, afirmó Cuadra.

A la crisis generada por la situación del COVID-19, los nicaragüenses están enfrentándose a una pandemia de robos a manos armada que ha escalado fuertemente en las últimas semanas.

La presencia de paramilitares

Los grupos paramilitares sandinistas que, desde 2018, se han adueñado de las calles de Nicaragua aumentando el nivel de represión contra los opositores, representan un factor de riesgo para la ciudadanía por la «impunidad con la que están actuando prácticamente en todo el país«, mencionó Cuadra.

«Muchos de los hechos de violencia que estamos viendo están siendo realizados por gente que ha estado participando en los grupos paramilitares, que tienen armas de fuego en sus manos, que están organizados, que ahora no solo están realizando actos de violencia política sino que también están cometiendo delitos de orden común, hechos de violencia«, dijo.

La presencia de armas de fuego es un elemento de «riesgo» nuevo, que no estaba abiertamente relacionados antes de 2016 y las armas de fuego eran realmente «nulas».

«Ahora tenemos que los grupos paramilitares, pero también la policía están utilizando ese tipo de armamentos a pesar que está prohibido por la ley tanto en el caso de los civiles como en el caso de las fuerzas de policía”, mencionó.

Los nicaragüenses, además no cuentan un aparato policial que cumpla con su misión y función, sino que se ha vuelto una institución partidaria ha críterio de Cuadra.

«La policía pasó de ser una institución a convertirse en un aparato que está más dedicado a las acciones de represión y que ha hecho a un lado sus misiones y funciones, según lo establecido en la ley y lo que le corresponde como una supuesta institución nacional que debería proteger la vida y la integridad física de los ciudadanos”, explicó.

policía

Liberación de reos comunes

La experta en temas de seguridad alertó que otro elemento que se agrega es la excarcelacion de privadoas de libertad, particularmente reos comunes, y que pueden tener relación con consecutivos incidentes de las últimas semanas.

«Yo cálculo que hay unos cinco mil (reos) que han sido puestos en libertad, aunque no todos de ellos están cometiendo delitos, una parte sí, y se agrega como un factor de riesgo», afirma.

Cuadra considera que las condiciones de hacinamiento en las cárceles y la emergencia del coronavirus, periodo en el cual se realizaron liberaciones, obligaron al régimen a excarcelar a los reos comunes que podrían ser utilizados como paramilitares o grupos de choques.

«No es un ningún secreto que una buena parte de esos grupos paramilitares y los grupos de choques que organizó el gobierno estaban organizados por personas en situación de riesgo o que estaban vinculadas con algún tipo de actividad delictiva«, mencionó.

Por otro lado, no descarta que la violencia incremente a medida que se acerca el periodo electoral. “Siempre en años electorales la violencia política sobre todo, tiende a incrementarse, no es extraño que esto ocurra el próximo año”, enfatizó.

Violencia en el campo

Cuadra adelantó, que los análisis que ha hecho sobre los asesinatos ocurridos en el primer semestre de 2020 en las zonas rurales, contradicen las estadísticas de la Policía Nacional.

«La policía habla que en el 2019 ocurrieron 152 asesinatos, cuando en el reporte que levanté de lo que aparece en medios de comunicación en el 2019 hay 163 víctimas de asesinatos«, explicó.

En lo que va del primer semestre de 2020, al menos 129 personas han sido asesinadas, es decir un promedio de 19 personas por mes.

Los crímenes se ha cometido particularmente en la zona de Jinotega (San José de Bocay, Wiwilí y el Cuá Bocay), Managua, Matagalpa y el Caribe Norte.

«Desde el segundo semestre de 2019 estamos viendo que han disminuido los asesinatos que están directamente vinculados con situaciones políticas, pero me temo que los familiares tienen temor de decir que el asesinato efectivamente ocurrió por motivaciones políticas», señaló.

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