El rostro ensangrentado de Juana Francisca Reyes Urbina, madre de preso político, es la más reciente imagen de la represión y el discurso de odio que receta el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo para la ciudadanía que, aun se atreve, a demandar en las calles libertad, justicia, reparación y no repetición.

Juana Francisca, junto a un grupo reducido de madres de presos políticos, salieron a la calle desde el Hotel Intercontinental Metrocentro, donde se realizaba una actividad de la Alianza Cívica, para demandar la libertad de sus hijos cuando fueron recibidas a golpes por parte de la Policía Orteguista y fanáticos del régimen, que con un tubo de hierro atacaron el rostro de la anciana.

La agresión, contra la madre del reo político se dio en presencia de decenas de agentes policiales, quienes ni siquiera se inmutaron para evitar el ataque contra una persona desarmada. Entre el grupo de madres también fueron replegadas a empujones: María Áviles, Martha Flores y Grethel Gómez.

El empresario Juan Sebastián Chamorro que también participaba en el piquete express, increpó al agresor llamándole «miseria humana», frase utilizada por Daniel Ortega para referirse a los opositores. Chamorro también fue agredido en el rostro donde un oficial le pegó un puñetazo, para después ser replegados al interior del Hotel Intercontinental al que le quebraron los vidrios de las puertas.

Murillo calienta ataque con discurso de odio

El hecho, aunque no se refirió de forma explicita, provocó la molestia de Rosario Murillo por lo que en su acostumbrada locución de mediodía en los canales de su familia, mandó a la oposición a «dejar de joder».

«Ya dejen de joder, por favor con la paz no se juega. Por favor, escuchen, con la paz no se juega. Ya dejen de joder, ya dejen de joder, dejen en paz. No merecen ser considerados nicaragüenses porque ni piensan ni actúan como nicaragüenses. Ya dejen de joder. Agrios, agresivos y explosivos, escuchen impresentables criaturas ojala Dios les de la oportunidad para razonar para reflexionar», dijo en tono molesta.

Murillo se ha destacado por utilizar los medios de comunicación de su familia para atacar a la oposición con adjetivos como: puchitos, vandálicos, comejenes que se han popularizado entre los llamados autoconvocados, hasta el punto que pocos minutos depués de su alocución, la frase ya circulaba en memes y stickers.

A los hechos, en las inmediaciones de Metrocentro, a los que Murillo hizo alusión, le sucedió el anuncio de las sanciones, que el Departamento del Tesoro impuso, contra su hijo Rafael ‘Payo’ Ortega señalado de ser el principal administrador de los negocios ilícitos de la pareja dictatorial. Con Payo en la lista son tres los Ortega-Murillo que Estados Unidos ha sancionado en 2019.

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