El octavo caso confirmado con coronavirus en Nicaragua falleció la madrugada de este sábado. Se trata de un hombre de 64 años “contacto de un caso importado” que era atendido desde el pasado 7 de abril, según confirmaron las autoridades sanitarias.

No obstante, su caso fue reportado oficialmente tres días después, es decir el 10 de abril, lo que demuestra la falta de transparencia del régimen en el manejo de la pandemia. El paciente para ese entonces se encontraba “delicado, atendido y estable”.

El secretario general del Ministerio de Salud (Minsa), Carlos Sáenz, confirmó en conferencia de prensa que es la segunda muerte por COVID-19 en el país. El paciente era atendido en un centro privado desde el día que se confirmó que era positivo.

“Presentó esta madrugada una complicación aguda e inesperada, que junto a otros padecimientos crónicos, que ya tenía, condujo a su fallecimiento (…) Tenemos entonces, dos personas fallecidas, ambos con padecimientos previos”, mencionó el secretario general del Minsa.

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Presentó neumonía bacteriana

No obstante, La Lupa conoció que los padecimientos crónicos que tenía el paciente no fueron directamente las causas de su muerte. “Se complicó con una neumonía bacteriana, acordate que lo que ellos tienen es una neumonía viral, encima de eso se pueden contaminar con alguna bacteria, que fue lo que le pasó a este señor”, dijo una fuente médica.

Posteriormente, el paciente entró en una fase denominada por los médicos como “choque séptico”. “Comienzan a fallar los órganos, principalmente el riñón, que fue lo que le falló a este señor, entonces la cadena de eventos es la neumonía viral por el COVID-19, la complicación es la neumonía bacteriana agregada, choque séptico, falla renal, muerte”, dijo el médico consultado.

El médico que conoció del estado del paciente desde el pasado 7 de abril rechazó las afirmaciones del Minsa que afirmó que la muerte fue de forma “inesperada”.

“Ellos dicen que es una complicación inesperada, pero no, es una de las evoluciones esperadas de esa enfermedad, una complicación esperada de este problema viral, no como ellos dicen una complicación inesperada (…) Entró el 7 de abril y ya llegó complicado con la neumonía”, dijo el médico.

La primera persona por COVID-19 falleció el pasado 26 de marzo y se trataba del segundo paciente que había sido confirmado con el virus y también tenía enfermedades crónicas preexistentes que complicaron su caso.

Según la información oficial, el nicaragüense viajó a Colombia el 15 de marzo y regresó a Nicaragua el lunes 16 del mismo mes. El régimen a través de sus medios oficiales confirmó su caso el viernes 20 de marzo.

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Siguen ocultando casos

De acuerdo al último informe del Minsa, en Nicaragua solamente queda un caso activo con COVID-19 y 11 personas en “cuido y monitoreo” de las autoridades sanitarias.

Para el neumólogo, Jorge Iván Miranda, quien ha dado un seguimiento a la situación cree que el Ministerio de Salud continúa ocultando casos en el país.

“Están ocultando a todas luces, el problema es que no se puede probar porque la gente poco habla, por ejemplo, los contactos de esos pacientes no creo que no hayan salido positivo, tengo esa sospecha, mi hipótesis es que los están ocultando bajo el término de indeterminados y no suben al conteo oficial”, señaló el especialista.

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