La nicaragüense Roxy Williams, ingeniera de software, participó en un vuelo de gravedad cero organizado por la organización Space for Humanity, siendo la única nicaragüense entre seis participantes seleccionados para esta experiencia única que se unieron a la misión denominada “Al espacio, para la Tierra”.

El vuelo, realizado el 1 de junio de 2025 desde Long Beach, California, fue parte del programa Fly With Me in Zero-G, que buscaba acercar la exploración espacial a líderes emergentes de comunidades diversas. A bordo del avión G-Force One, la nicaragüense experimentó la ingravidez del espacio junto a otras cinco personas que fueron seleccionadas a nivel internacional. 

Cada uno de los alumnos participaron de una convocatoria que realizó en abril Space for Humanity —una organización sin fines de lucro con sede en Denver, Colorado, que busca ampliar el acceso al espacio para personas de todos los ámbitos de la vida— y ganaron su lugar para flotar sin peso junto a algunas de las figuras más influyentes en el espacio, la ciencia y la defensa.

Williams fue elegida por el estadounidense Trace Dominguez, un comunicador científico, productor de videos, presentador de televisión, creador de contenido digital, podcaster y  youtuber que se constituyó uno de los seis mentores que apadrinaron a los participantes.

La nicaragüense explicó en sus redes sociales que se trató de un “vuelo real en gravedad cero, el mismo que usa la NASA para entrenar astronautas”. 

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Los otros cinco participantes que, al igual que Williams, se ganaron su lugar para flotar en gravedad cero fueron: Samuel Eduardo Castillo Carlos, Eduardo Azael Hoy Canul, Geraldinn Andrea Cortez Barahona, Alma Ocampos Irala y Guadalupe Montserrat Peralta Méndez. Todos ellos se unieron a la experiencia junto a sus respectivos mentores Katya Echazarreta, Emily Calandrelli, Amanda Nguyen, Sian Proctor y Shina Nova.

Cada uno de los participantes aseguró su cupo en el vuelo tras enviar un video en el que respondía a la pregunta: “Si tuvieras la oportunidad de ir al espacio, ¿cómo lo utilizarías en beneficio de la tierra?”. 

El séptimo participante sería dado a conocer posteriormente por la mentora Emily Calandrelli. 

¿Qué es el vuelo Zero-G?

El vuelo en el que participó Roxy se realizó a bordo del avión G-Force One, operado por Zero Gravity Corporation, la única empresa privada en Estados Unidos que ofrece vuelos parabólicos, incluyendo servicios para la NASA. Este avión realiza maniobras especiales en forma de parábola que permiten a los pasajeros experimentar breves períodos de ingravidez similares a los que se viven en el espacio.

El proceso —según el sitio oficial de Zero Gravity Corporation—, comienza con el avión volando en línea recta a una altitud de 24 mil pies. Luego, el piloto aumenta gradualmente la parte frontal del avión hasta alcanzar un ángulo de aproximadamente 45 grados en relación con el horizonte, ascendiendo hasta los 32 mil pies. 

En la cima de esa trayectoria parabólica, el avión entra en caída libre controlada, generando cerca de 30 segundos de ingravidez. Esta maniobra se repite unas 15 veces a lo largo del vuelo.

Según la compañía, el precio para una experiencia de este tipo es de 8,900 dólares por persona en vuelos públicos, mientras que vuelos privados completos pueden costar hasta 259,000 dólares para grupos de hasta 28 personas

Su amor por el espacio 

Roxy trabaja como ingeniera en Intel. Además, ha desarrollado iniciativas de observación terrestre en América Latina, capacitando a jóvenes para usar datos satelitales en defensa del medio ambiente y los territorios indígenas.

Su camino hacia el espacio comenzó cuando participó por primera vez en el Space Apps Challenge de la NASA, un hackathon internacional en el que equipos de todo el mundo desarrollan soluciones a desafíos científicos utilizando datos abiertos. 

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Sin experiencia previa en programación, Roxy se unió para aprender y explorar nuevas posibilidades y ese reto se convirtió en su primera aproximación al mundo aeroespacial.

Luego asistió a un campamento aeroespacial en Costa Rica, donde pudo interactuar con personal de la NASA, trabajar en proyectos de cohetería y reafirmar su pasión por el espacio y la tecnología. Desde entonces, su carrera ha estado enfocada en la búsqueda de acceso a la ciencia.

En 2024, Williams ganó el premio Women’s Space Awards en la categoría estudiantil, otorgado por la Red Aeroespacial de Mujeres (Women’s Aerospace Network), que cada año se otorga a quienes aportan conocimientos a las áreas de exploración espacial en el mundo.

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La Lupa Nicaragua