Redes sociales: puerta para reclutar a víctimas de trata

El caso de la adolescente nicaragüense de 14 años, que fue rescatada en Honduras, en el punto fronterizo de El Amatillo cuando intentaba ingresar de forma irregular a El Salvador, rumbo a Guatemala, vuelve a poner en evidencia el riesgo para las menores en las plataformas de redes sociales.
La menor había desaparecido el 3 de mayo de 2025 tras ser manipulada por un individuo que conoció a través de la red social TikTok, una de las plataformas que se han convertido en canales de reclutamiento para redes de trata de personas, cuyas principales víctimas son mujeres y niñas.
“Este caso representa una seria alerta sobre los riesgos que enfrentan los menores en entornos digitales, donde pueden ser manipulados emocional o psicológicamente para emprender rutas migratorias irregulares que los exponen a redes de trata de personas, explotación sexual, trabajos forzados o desaparición”, advirtió la Policía Nacional de Honduras en un comunicado emitido el 28 de mayo de 2025.
A la adolescente de 14 años, que fue “engañada por un desconocido en redes”, la localizaron en el punto fronterizo de El Amatillo, en el departamento de Valle, cuando intentaba cruzar hacia El Salvador para luego viajar irregularmente a Guatemala.
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En un vídeo difundido en la red social Facebook, Flor de María Aburto, tía de la adolescente, quien vive en Inglaterra, explicó que su sobrina fue localizada con ayuda de la Interpol el pasado 6 de mayo.
El caso, sin embargo, fue dado a conocer por las autoridades hondureñas apenas el 28 de mayo, tras cumplir con ciertos protocolos.
“Cada minuto contaba, cada minuto sabíamos que la estábamos perdiendo (…) Gracias a la intervención de la Interpol, mi sobrina ha aparecido y está en territorio nicaragüense, estamos siguiendo un protocolo por ser menor de edad”, explicó Aburto.
Las autoridades hondureñas confirmaron que la adolescente fue “manipulada por un contacto que conoció en redes sociales”, quien la convenció de abandonar su hogar en Managua con promesas falsas.
La intervención oportuna de las autoridades hondureñas evitó que la joven cayera en manos de una posible red de explotación.
“Cuando me informan que mi sobrina ya la tiene la Interpol, ahí es cuando me derrumbo y le digo a Dios que muchísimas gracias”, señaló Aburto.
Este caso pone en evidencia los riesgos crecientes que enfrentan niñas, niños y adolescentes en el entorno digital, donde operan redes de captación con fines ilícitos.
Las cifras más recientes de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) confirman la gravedad del problema.
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Según datos de la UNODC, de un total de 777 víctimas de trata identificadas en 12 países y territorios de Centroamérica y el Caribe en 2022, el 52% eran niñas.
En conjunto, mujeres y niñas representaron más del 80% de los casos, lo que confirma que la trata en la región afecta de forma desproporcionada a personas del sexo femenino.
La forma de explotación más frecuente fue la sexual, que concentró el 62% de los casos reportados ese año.
La trata de personas, facilitada por las redes, es una realidad que sigue acechando a las mujeres y niñas.
El anonimato, la facilidad para crear múltiples perfiles y la escasa regulación efectiva hacen de internet un terreno fértil para la explotación.