Aunque sabíamos que la convocatoria a un paro nacional de 72 horas realizada por algunas organizaciones Azul y Blanco no tendría el apoyo de los grandes empresarios que han recurrido a esta forma de protesta con excesiva cautela, seguramente para no incrementar las tensiones con el régimen Ortega-Murillo, pero también para no afectar aún más sus márgenes de ganancia, el paro resulta un buen ejercicio en resistencia ciudadana, aunque sea de manera parcial.

*Este es un espacio del programa feminista La Corriente.

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