Cristel Montenegro, psicoantropóloga, investigadora social, maestra de biodanza y activista feminista visitó La Guarida del Oso y tuvimos la oportunidad de conversar sobre el estudio de la psicoantropología, los tipos de traumas sociales y la violencia sistémica en Nicaragua.
Cristel también es parte del equipo organizador del proyecto “Mujeres impulsando Mujeres” y nos comentó un poco sobre cómo nació la idea.
¿Qué es psicoantropología?
Básicamente es entender cómo funcionan o cómo reciben las sociedades la cultura de los diversos traumas o dolores que viven y cómo esos traumas eventualmente se van convirtiendo no sólo en traumas individuales sino colectivos y cómo eso se traduce en enfermedades concretas. Entonces digamos que es una herramienta de investigación, que la podes utilizar como de una forma bien terapéutica para entender y abordar casi lo pueden ver como una herramienta psicosocial para abordar dolores colectivos.
¿Cómo podemos conceptuar el término trauma social?
Para hablar de trauma es importante diferenciar entre evento traumático y trauma como tal. Podemos tener varios eventos traumáticos en la vida, pero no necesariamente un evento traumático va a imposibilitar un área de mi vida. Un trauma como tal se caracteriza porque el trauma si te afecta en otras área de tu desarrollo como persona. Y la particularidad del trauma es cuando te pasa algo tan fuerte, lo vivís sola o solo, no lo hablas con nadie, te lo comes solito; no lo hablas por vergüenza o por culpa, porque que va a decir la gente de mí o por cualquier máscara.
Todos los traumas se inician como un evento traumático, pero no todos los eventos traumáticos se convierten en traumas, a nivel individual es un poco de esto y a nivel colectivo el tema es que ya podríamos hablar de diferentes traumas, colectivos y sociales o sea que son muy evidentes, como cuando hay un huracán y afecta a alguna comunidad específica es como un trama identificable.
¿Cómo el vivido en 2018?
Lo que ha pasado en Nicaragua desde 2018 es muy fácil identificar. El trauma social afecta no sólo a una persona, sino a muchas personas, una comunidad, un barrio, un país completo o si nos vamos más profundos, vamos a identificar que hay muchos traumas sociales que no tenemos mucha conciencia de cuando iniciaron, pero también hay otras traumas que pareciera por muchos años que se han vivido de forma individual, pero a la medida que se ha ido investigando y en la medida que se ha ido hablando nos vamos dando cuenta que no es un trauma individual, sino que es colectivo.
Por ejemplo, el abuso sexual; las personas que han sido desaparecidas en la guerra, las personas que han sido presos políticos, las personas que han sido desaparecidas en general y nunca han regresado a sus casas por la razón que sea, la violencia profunda que sucede en las pandillas; nosotros vemos la consecuencia, pero no vemos necesariamente el trauma.
Entonces estas cosas pareciera que afectan a una persona o a una familia, pero cuando ves las estadísticas y empezas a investigar te das cuenta que es muy común que casi nadie habla de este tema, son temas prohibidos de hablar, evidentemente. Son cosas que no se hablan, el trauma está ahí y se guardan, cosas que han estado ahí y no se hablan, casi que está prohibido hablarlo.
Traumas sociales son dolores fuertes que están instalados en el imaginario de las personas, de la familia y de la sociedad, que condicionan la forma en la que nos vamos comportando en la vida y evidentemente si nos ponemos más exquisitos o exquisitas vamos a ver cómo influye muchísimo en cómo nos comportamos como sociedad y cómo tienen causas más profundas que requieren realmente una amplitud del trabajo de la salud como políticas públicas.
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Esto requiere un trabajo y una estrategia nacional de cómo abordar esto como sociedad, porque podríamos hacer un inventario enorme de traumas sociales que hemos vivido en Nicaragua; tenemos una cantidad de historia y no terminada de digerir y el tema es que cuando no se habla, la historia empieza a repetirse. La sociedad es un conjunto de personas y de familias, entonces por eso es que lo que pasa a lo micro o a nivel individual, pues se refleja a nivel colectivo.
¿La psicoatnropología puede ayudar a crear patrones o terapias para abordar el trauma social?
La mayoría de las personas con las que yo he estudiado coincidimos en lo mismo y es que el trauma toma fuerza cuando no se habla, es lo que normalmente pasa con temas de trauma, la gente no habla y no lo cuentan porque posiblemente duele mucho, la antropología a para mí me gusta mucho porque cuenta y busca las diferentes versiones de la historia, como entienden esto que está pasando un grupo específico de personas o varios grupos de personas, es decir, la vida depende mucho de las percepciones de todo el mundo, la antropología busca cómo explicar lo que la gente está viviendo, acá integrar lo que hace la psicología, que tiene que ver con hablar de lo que está pasando, ya es un buen primer paso para trabajar o para translaborar los traumas sociales y los traumas colectivos.
Es una herramienta psicosocial porque ante un evento o ante un trauma psicosocial la primera respuesta de la gente casi siempre es la de preservar la vida, si hubo un terremoto empezamos a sacar a la gente que está enterrada o las inundaciones no se lleven a gente, la primera respuesta de la biología es preservar la vida, después de esto la gente normalmente lo que busca es restaurar o identificar sus pérdidas, es decir si la segunda respuesta típica tiene que ver con buscar cómo reconstruir un poquito de las cosas que perdiste, por eso es que la gente recoge víveres y comida y medicinas para ayudar a las personas que van perdiendo su casa , esto no pasó en Nicaragua en 2018 pero generalmente lo que vendría después esto es la ayuda humanitaria, es decir, autoridades del país que resguarden la vida de su ciudadanía.
En Guatemala por ejemplo hace poco hubo una erupción de un volcán y la gente se quejaba porque no había una respuesta inmediata y es lo que debería de suceder, pero ya sabemos que no pasa necesariamente, entonces hablamos que acá son las primeras fases en las que la gente va a estar viendo “como nos acomodamos y ahora como comemos y ahora donde dormimos” y cómo reaccionamos de inmediato, pero después hay que entrarle a lo psicosocial, ahora sigue generar espacios donde la gente tiene que hablar de cómo se está sintiendo y de cómo está viviendo.
¿Es recapitular lo que se vivió?
En algún momento implica volver a crear una narrativa de lo que sucedió porque para salir de un trauma tenemos que entender para que nos pasó lo que nos pasó, ya que aprendimos de lo que vivimos y qué estoy aprendiendo de esta situación que me tiene en este en este punto, qué me está trayendo a mi vida y todavía cuando es algún fenómeno natural la gente lo entiende, o sea le duele pero sabe qué fue lo que sucedió, pero es diferente cuando hay conflictos políticos como lo que pasó de Nicaragua porque la gente no termina de entender, o sea la instancia máxima que debe protegerte te agrede, no terminamos de procesar todo eso.
¿Qué se puede hacer?
Esto es un trabajo como bien profundo porque como sociedad tenemos tantos años pensando a medidas y tendemos a minimizar lo que hacemos, esa parte de desconectar con que nos merecemos una vida más justa, más equitativa, con menos violencia, es mucho el reto porque con tanto dolor acumulado porque son las cosas que estamos viviendo ahorita pero que venimos cargando que vivió mi mamá, mi abuela, mi bisabuela, mi bisabuelo y cuando hay tanto dolor instalado, impide ver las posibilidades de avanzar. Eso es como la característica del dolor y es lo que hace que eventualmente nos quedemos patinando en el trauma a nivel social; se deben crear estrategias de trabajo psicosociales y al final estas en algún momento requieren hacer incidencia política porque quienes deben de garantizar esto tienen que ser las personas que toman decisiones, entonces todas las organizaciones que hacemos trabajo o las iniciativas colectivas que queremos generar espacio estamos haciendo mucho, pero eventualmente en Nicaragua y en cualquier país, lo ideal implica pensar una estrategia de trabajo territorial para ir creando otra narrativa en la población, de lo que estamos viviendo y del trabajo, volver a que ellas conecten con sus recursos, con su fuerza, con su capacidad de volver a soñar con la vida que desean
¿Por qué la violencia es sistémica?
Para eso tendríamos que entender que es un sistema primero y el enfoque sistémico, un sistema es diferentes partes que hacen que un algo funcione y pueden ser diferentes partes que están conectadas entre sí o partes que no necesariamente están cerca la una de la otra; por ejemplo, el cuerpo humano tiene varios sistemas que tienen una función específica que hace que el cuerpo exista, pero este cuerpecito además es solo la dimensión física y ya tiene varios sistemas y el cuerpo tiene más dimensiones, la espiritual, la emocional y la intelectual.
Pero este mi cuerpecito que ya tiene varios sistemas, pertenece a un sistema inmediato que es la familia, entonces seguramente muchas de las cosas que a mí me van doliendo tienen que ver con mi familia y con la relación de mi familia, pero esta familia ha existido en un sistema más grande que puede ser el barrio o la comunidad, estos integran a otros sistemas, a otras familia, a otras personas que tienen sus propios sistemas; este barrio, esta comunidad existe en un departamento, existe en un país; este país Nicaragua, existe en un continente y este en el mundo y si nos vamos más a ver el mundo está en un sistema solar.
Las diferentes partes de todo este sistema hacen que nosotros seamos quiénes somos, entonces aunque no estamos cerca si tiene influencia en nosotras y el cerebro no diferencia tanto entre tiempo, entre pasado y presente, eso quiere decir que también nos va a influenciar las cosas que pasaron en el pasado aunque ya no estén ahorita, muchas de las cosas que sucedieron en el pasado, hacen que nosotros tengamos la realidad que hoy tenemos, por ejemplo, las decisiones de personas en la historia de Nicaragua han influido un montón en el país que hoy tenemos nosotros.
¿Todo lo que pasa alrededor nos afecta?
Las personas somos sistemas abiertos, tenemos una relación inmediata con el entorno e influye muchísimo lo que sucede en el entorno, por eso nunca vamos a poder separar un trauma, un evento traumático, del contexto en el que se da para saber cómo reacciona una persona por eso que le pasó.
¿De qué trata el proyecto “Mujeres impulsando Mujeres”?
El proyecto inició como un plática entre tres amigas, porque producto de todo esto que estamos viviendo en Nicaragua y ahora en el mundo en términos de crisis, a mucha gente le ha imposibilitado seguir viviendo como vivía antes de la pandemia o antes de la crisis del 2018 y las crisis las podríamos ver como nuestras enemigas, que nos cambian completamente y nos bloquean, ó, la vemos como oportunidades, entonces iniciamos como una plática y dijimos “mira pues sería tuani, no solamente hablar de lo triste que estamos con la crisis o de lo mal que estamos con la crisis”, también coincidíamos que en nuestro trabajo muchas de las personas a las que acompañamos en 2018 para Nicaragua, implicó que un montón de chavalos y chavala nos repensaramos el sentido de la vida, para qué
estamos aquí, qué vamos a hacer.
Las crisis lo que hacen es poner los diferentes temas pendientes que no hemos estado hablando o a los que hemos estado corriendo, en frente, así como “no te queda de otra, ahora sí te toca pensar en serio de esto”, entonces dijimos “bueno, podríamos hacer un espacio para hablar de lo mal que estamos y de lo triste que estamos y también hacemos un espacio para que la gente conecte con recursos que le ayuden a pensar en su proyecto de vida, que le ayuden a pensar hacia dónde quieren ir” y ahí fue que decidimos hacerlo.
Decidimos hacerlo con muchas mujeres, algunas las conocíamos, otras no, no todas están en Nicaragua, de hecho varias están en diferentes lugares del mundo; de las organizadoras solo yo estoy en Nicaragua, las otras están fuera también, entonces ha sido para nosotras muy lindo ver como sistémicamente todas aportabamos a hacer algo, porque estamos en diferentes lugares, tenemos distintas disciplinas y acuerpamos a que otras mujeres conecten con recursos que les ayuden a reimaginarse hacia dónde quieren avanzar; sabemos que eso no solamente es terapia y sabemos que eso implica cómo puede repensarse financieramente, cómo tejer tus sueños, cómo puede repensar cuál es tu proyecto de vida o la forma en la que estás comiendo, o la relación que tiene tu estilo de vida con tu intestino.
Se inscribieron 607 mujeres de diferentes lugares del mundo. Desde Tailandia, Australia, Aruba, Argentina, Uruguay, Bélgica, España, Guatemala y evidentemente Nicaragua, Costa Rica, El Salvador, Honduras, México, Estados Unidos. Estamos súper sorprendidas con la cantidad de mujeres que se inscribieron, jamás nos imaginamos que va a ser tanta gente porque solamente abrimos las inscripciones durante una semana.
También ha sido lindo porque estamos viendo este resonar de repensarse la vida, le pasa a más gente, le pasa a más mujeres y en el ánimo de construir otra narrativa de lo que podemos hacer y en el ánimo de demostrar que la vida no sea una vida en la que te toca hacer la típica carrera del ratón o juego del hámster, salir de trabajar entrar al trabajo que te toca y seguir, sino como vos también podés luchar por tu proyecto, por su propósito, por tus sueños y sabemos que no es fácil, nos toca reinventar y solitas va a ser difícil.