En una orden de compra de 5,000 unidades de guantes y más de 100 galones de alcohol en gel, el régimen reconoce la emergencia sanitaria. Mientras expone a la ciudadanía al contagio, Ortega y su familia se protegen en El Carmen.
Aislados, sin apariciones públicas y protegidos con una primera compra de 5,000 unidades de guantes y 110 galones de alcohol en gel para su familia y personal de servicio, así se encuentran Daniel Ortega y Rosario Murillo, quienes han extremado las medidas de prevención en El Carmen para evitar contagiarse de coronavirus.
Despacho 505 accedió a documentos de la División de Adquisiciones de la Presidencia de la República en los que Ortega ordena una compra urgente de guantes y alcohol en gel “para asegurar la higiene personal” de su entorno ante la pandemia del coronavirus.
A través del proceso de contratación menor número CMB-015-03-2020 denominado “Compra de material de reposición para atender prevención epidemiológica al personal de Presidencia de la República, y dependencias adscritas”, Ortega ordenó la compra que asciende a 101,085 córdobas.
En detalle, la pareja presidencial orientó la adquisición de material preventivo sanitario que consiste en 30 cajas de 100 unidades cada una de guantes de látex, talla M, 20 cajas de guantes de látex de 100 unidades cada una, talla L, así como 110 galones de alcohol gel al 70% marca Nevaclean.
La orden de compra fue realizada el 15 de marzo, tres días antes de la confirmación del primer caso de coronavirus en Nicaragua.
“La entrega de los materiales deberá efectuarse de manera inmediata debido a la urgencia de medidas de prevención ante la pandemia del coronavirus”, detalla la licitación.
Para asegurar la calidad de los productos, el pedido indica que el oferente debió presentar por escrito una carta de compromiso de garantía de calidad, indicando la vigencia.
Mediante la resolución 58-04-2020, la compra fue adjudicada a Miguel Ángel Román Rivera, con el nombre comercial como “Nevaro”. La transacción fue autorizada por Julio César González Rosales, secretario administrativo para la gestión financiera de la Presidencia de la República.
Discurso «criminal y contradictorio»
En los argumentos presentados en la licitación, Presidencia explica que “esta contratación tiene como finalidad pública, prevenir y asegurar la higiene personal de Presidencia de la República y dependencias adscritas, ante la urgencia de la pandemia del coronavirus, de acuerdo a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”.
Sin embargo, estas acciones de prevención y dotación de productos básicos para la prevención de la enfermedad no se ven a nivel general entre la población nicaragüense, critica Vilma Núñez, presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
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“Esta es una muestra más del carácter criminal y egoísta de este Gobierno. Ellos están en autocuarentana, hace casi un mes en que a la familia no se le ve. Por un lado, vemos al régimen llamando a la gente a que se exponga en actividades masivas y de verano, pero ellos se blindan. Es una actitud criminal y discriminatoria”, señala la defensora de derechos humanos.
El Cenidh sostiene que el Gobierno debería ampliar esas medidas de prevención a la población en general. “Ya no basta solo los llamados verbales, tiene que ir a acompañado de proporcionar los instrumentos necesarios para el cuido de la gente. Es definitivamente criminal gastarse 100 mil córdobas para proteger su entorno familiar y dejar a la gente desprotegida. Esta es la prueba más grave de la irresponsabilidad del régimen”, insiste Núñez.
El epidemiólogo Álvaro Ramírez además recomienda que las autoridades deberían estar promoviendo acciones como el distanciamiento social y no solo preocuparse por los altos funcionarios.
El experto pone como ejemplo el homenaje póstumo al diputado Jacinto Suárez, donde Ortega y Murillo no se aparecieron, pero se pudo ver que entre los altos funcionarios se están implementando medidas como la distancia mínima de un metro, el uso de mascarillas y evitan el contacto físico.
Sobre la compra de Presidencia, el epidemiólogo considera que podría ser la primera de muchas.
“La exposición al riesgo es muy alta, está claro que están preocupados por el circulo de arriba, pero la realidad en que estamos (indica que) va haber compras recurrentes, son compras de casa. Ellos saben el peligro que se está corriendo, pero es incongruente con no promover políticas de distanciamiento y que estén promoviendo eventos masivos”, explica Ramírez.
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El pueblo queda expuesto
Para el especialista, la respuesta de parte de las autoridades ante la pandemia del coronavirus, “es muy lenta y no está a nivel del peligro al que la población se va enfrentar”.
Vilma Núñez, presidenta del Cenidh, considera que está bien que Ortega y Murillo se cuiden ante el coronavirus, “pero que también deberían promover el cuido ante todos los nicaragüenses, que además es su responsabilidad”.
En esto coindice la exministra de Salud, Dora María Téllez.
“Su primera obligación es con el pueblo, pero aquí no hay ninguna estrategia de prevención y contención frente a la pandemia, sino que ha habido una estrategia de propagación del coronavirus”, advierte.
Téllez lamenta que a la fecha en Nicaragua no haya ninguna estrategia económica y social para que miles de personas que sobreviven en el mercado informal puedan proteger su salud. “Ni siquiera están dándole la protección debida al personal de salud. Es una cosa bárbara”, denuncia.
Personal de salud olvidado
Para Ana Quirós, directora del Centro de Información y Servicios de Asesoría en Salud (CISAS), los primeros a los que el régimen debería garantizar la protección debida es al personal de salud.
“Hay que proteger al personal de salud que es la primera línea para enfrentar la pandemia y que es la gente que está más expuesta. El régimen debe cesar su campaña de promoción de actividades masivas para dejar de exponer a la gente. Desde ya debería estar importando produciendo y logrando que las fábricas de la maquila cambien su producción hacia mascarillas y batas para proteger al personal de salud y a la población en general”, expone.
Para la asesora en políticas de salud pública, el régimen de Daniel Ortega “continúa con una actuación criminal porque le dicen a la gente que no se preocupe, prohíben que la gente se proteja y las obligan a participar en aglomeraciones, mientras ellos no dan la cara. Actúan totalmente en contra de lo que dicen y esta compra es la prueba”, concluye.
*Este artículo fue producido por Despacho505 y es replicado en La Lupa como un ejercicio de periodismo colaborativo.
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