A partir del 1 de marzo, Tamara del Carmen Hernández, una recepcionista en un pequeño hotel de Managua, recibirá un ajuste de 118.02 córdobas, tras aprobarse un incremento de 2.63% al salario mínimo.
Esta joven de 27 años debe realizar funciones adicionales a su cargo por la falta de personal en el pequeño hotel. No estaba muy al tanto del incremento aprobado, pero asegura que la cantidad que recibirá no solventará sus gastos económicos.
“Es muy poco, yo tengo que pagar mis gastos de transporte, a veces alimentación, y ayudo a mis padres en la casa”, asegura esta joven.
Los 118.02 córdobas es el incremento aprobado para el sector de las micro y pequeña industria artesanal y turística donde el salario pasará de 4.487,41 córdobas a 4.605,42 córdobas a partir del próximo mes.
El incremento no ajusta ni siquiera para que la joven recepcionista pueda comprar una cajilla de huevos que está valorada en 130 córdobas en los mercados y 136 en los supermercados.
El ajuste aprobado por el Ministerio del Trabajo (Mitrab) fue contra todo pronóstico tomando en cuenta que las condiciones económicas del país no son las mejores desde que inició la crisis sociopolítica.
El aumento al salario mínimo equivalente a 2.63% estará vigente desde el 1 de marzo hasta el 28 de febrero de 2021 tanto para trabajadores públicos como privados.
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Los trabajadores tendrán un incremento de entre 109.89 córdobas y 245.81 córdobas, según la nueva tabla salarial que se fijó para las diferentes actividades económicas establecidas en el país.
NO ES SIGNIFICATIVO Y PONE EN PELIGRO EL EMPLEO
El dirigente de la Confederación General de Trabajadores Independientes (CGTI), Nilo Salazar, no tenía muchas expectativas de que el ajuste compensará el deterioro económico que han sufrido los trabajadores en los últimos años.
“Eso iba a ser un simulacro como toma algo para decir que hay un nuevo salario, eso no es significativo para nada, frente a la vida cómo está ahorita salir con un 2.63% eso es como tratarnos de engañar frente a una realidad que se está viviendo, pero ellos son los que determinan y los trabajadores, los asalariados, son los que deben balancear”, señaló Salazar.
Desde el año 2018, el Ministerio del Trabajo había congelado los salarios y ordenado que se mantuvieran los mínimos aprobados hasta el 29 de febrero de este año debido a la recesión económica que enfrenta el país.
Los trabajadores, que con la crisis económica han visto una disminución en su poder adquisitivo por el incremento de la energía y la reforma tributaria, han tenido que sortear los incrementos de la canasta básica que se cotiza en 14, 159 córdobas, según cifras del Banco Central de Nicaragua (BCN).
Pero esta medida es adversa al sector empresarial del país que todavía resiente el efecto de la reforma a la Ley de Concertación Tributaria, que entró en vigencia el 28 de febrero de 2019, y las del Seguro Social que entraron en vigor el 1 de febrero del año pasado.
El presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) José Adán Aguerri afirmó que este incremento se suma a las diferentes medidas implementadas por el régimen de Ortega desde el año pasado a los que se añaden otros problemas como la falta de crédito.
“El resultado inmediato que tienen todas estas medidas es el incremento de los costos operativos de las empresas. Las medidas en su conjunto afectan la actividad y la sostenibilidad de las empresas, puesto que se ha obviado la realidad económica del país, pasando por alto la contracción de la demanda (…) Todas estas medidas contribuyen progresivamente a una creciente iliquidez de las empresas”, señaló el presidente de esta cúpula empresarial.
Los nicaragüenses también han visto un franco deterioro en el empleo desde que inició la crisis sociopolítica.
La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) estima que este año unas 10 mil personas se sumarán a la larga fila de desempleados.
A partir de las medidas aplicadas por el Gobierno, según Aguerri, las empresas han puesto en marcha diversas estrategias y medidas que incluían la “búsqueda de reducción de costos y en general de la estructura productiva, despidos adicionales, traslado parcial de costos a precios, compra de materias primas a precios más bajos y cambios en el modelo de negocios”.
La última medida, que corresponde al incremento del salario mínimo, seguirá afectando la “sostenibilidad del empleo”, advirtió Aguerri.
El Cosep propuso la semana pasada aumentar el techo exento del pago del Impuesto sobre la Renta que se aplica al salario para compensar el deterioro del salario de los trabajadores, estuvieron ausentes en las negociaciones.
RAQUÍTICO AJUSTE A CADA SECTOR
La Comisión Nacional del Salario Mínimo, encargada de determinar periódicamente los incrementos conforme con la ley.
El sector agropecuario, que históricamente siempre han tenido el salario más bajo, tendrán una paga mínima de 4,286.33 córdobas, según el ajuste programado.
En el otro extremo, los trabajadores de la construcción, establecimientos financieros y seguros, que tienen el salario mínimo más alto, ganarán 9,592.40 córdobas.
Los sectores de electricidad, gas, agua, comercio, restaurante, hoteles, almacenamiento y comunicaciones, el nuevo salario será de 7,861.99 córdobas.
Además el Gobierno central y municipal tendrá un salario de 5,345.23 córdobas.
En los sectores de minas y canteras los obreros recibirán una remuneración de 7,698.07 a partir de la fecha estipulada por el Mitrab, mientras que aquellos que se dedican a las labores de pesca tendrán una paga mínima de 6,517.50 córdobas.
Una persona que trabaja en el sector de servicios comunales sociales y personales, tendrá un salario mínimo de 6,008.97 córdobas.
Se ratificó el acuerdo salarial del 8.25 por ciento para las industrias de zonas francas que es aplicado desde el primero de enero de 2020.
“Es un esfuerzo grande demostrado el día de hoy (jueves), demostrado bajo toda la responsabilidad que nos caracteriza a todos y todas de mantener la paz, y asegurar esa paz hacia el futuro para que nuestros trabajadores y trabajadoras se aseguren de la estabilidad en el empleo”, mencionó la titular del trabajo, Alba Luz Torres.
El presidente del Consejo Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conimipyme) Leonardo Torres, aliado del régimen, indicó no era posible que el salario fuera superior.
“Lo que persigue Conimipyme es no destruir empleos, esa es la prioridad de nosotros. Ninguna decisión económica puede atentar contra el empleo actual”, dijo Torres.
Foto: Tomada de redes sociales