Soy madre de Cruz Alberto Obregón asesinado en la ciudad de Estelí el 30 de mayo del 2018 por la dictadura Ortega-Murillo.

Un estudiante de Energía Renovables, un ingeniero Civil apasionado a sus estudios que reforzaba su conocimiento sacando cursos como Electricidad Residencial; Trazado Geométrico de Vias; Levantamiento Catastral; Bombeo Solar y Autocad, que fue el último curso realizado en 2018. También fue participante de algunos foros como Foro Multidiciplinario de Imnovación y Emprendimiento y por último en el Congreso Latinoamericano y Caribeño de Estudiantes (CLAE).

Mi hijo ya se estaba desempeñando en su campo profesional cuando lo asesinaron, además hacía trabajos de construccion y electricidad. Era una persona muy dedicada. Me duele estar viendo sus reconocimientos porque me imagino cómo seria; qué seria de él; qué estaría haciendo, son muchas preguntas sin respuestas.

Me quitaron lo más sagrado. Él tenía tanto planes para su familia, para él: sacar una maestría pero debemos ser claros que a esta dictadura no le importa, no quiere ver que la gente sea preparada ya que un ignorante es más fácil para engañar.

No hay palabras para expresar el dolor que siento como madre al no tener a mi hijo a mi lado y recordar como le arrebataron la vida esa noche y a la misma vez, la impotencia de saber que no se ha hecho justicia por su asesinato. El saber que las personas que le quitaron la vida a mi hijo siguen bajo impunidad, me llena de tristeza.

Siempre me pregunto: ¿cómo sería la vida de mi hijo si estuviera con vida? Me imaginó que estaría feliz, quizás trabajando en algo relacionado a su carrera. Estoy segura que  hubiese sido un gran ingeniero.

Hoy solo hay dolor, soledad, tristeza y luto. Para mí, el 30 de mayo ya no es un día festivo pues no tengo a mi hijo a mi lado y debería ser una fecha en la cual conmemoremos la memoria de todos esos jovenes asesinado por el gobierno.

La marcha de las madres, el gobierno la convirtió en una masacre y las balas que acabaron con la vida de mi hijo solo sirvieron para inmortalizarlo porque hoy vive en los corazones de los que soñamos con una #NicaraguaLibre donde haya justicia, donde se respeten nuestros derechos, donde podamos pensar diferentes sin que sea un delito y donde los asesinos no se escuden bajo la bandera de un partido político.

¡Quisieron enterrarlos sin saber que eran semillas!

*Texto de Sara López, madre de Cruz Alberto Obregón López.

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